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Independiente, en una racha impresionante en el torneo local y la Copa Libertadores, visitaba al Pincha y había récord de público en 1 y 57. Tony Santos recuerda el episodio del derrumbe de un alambrado en la tribuna Roja que obligó a la suspensión del partido en el entretiempo.

Para esta historia debemos remitirnos a la 4ta fecha del Campeonato de Primera División “A” de 1964, jugada el domingo 17 de mayo del mencionado año. Se disputó en la cancha de Estudiantes de La Plata, en 1 y 57, con el arbitraje de Barreiro. Los equipos salieron a la cancha con estas formaciones: 

Estudiantes: Oleinicki, Biaggioli, Castillo; Jáuregui, López, Madero; Nardiello, Dominguez, Leeb, Bielli, Yudica. Dt: Aldabe 

Independiente: Toriani, Guzmán, Rolan; Ferreiro, Acevedo, Maldonado; Bernao, Mura, Suárez, M.Rodriguez y Savoy. DT: Giúdice 


La destacada campaña que estaba cumpliendo Independiente en la Copa Libertadores de América (se había clasificado para las semifinales antes del iniciarse el campeonato de Primera División) fue creando gran expectativa en torno a sus presentaciones. Más aún, por el hecho de que llevaba entre cotejos de la citada Copa y de los del campeonato de 1963 y 64, 33 partidos sin perder. 

Por ello al match que debía sostener contra Estudiantes en La Plata acudió una extraordinaria cantidad de público, estableciéndose un récord absoluto al venderse 23.369 entradas, cifra nunca alcanzada en la Ciudad Platense. La cancha estaba a reventar. 


La hinchada de Independiente ocupó la tribuna de la calle 1 (lateral) frente a la platea principal techada. Las cabeceras estaban ocupadas por la hinchada Pincharrata. En la década del 70, en esta tribuna de la calle 1 se puso una parte de platea. Y si mal no recuerdo, recién en el '82 Bilardo pidió el cambio de la tribuna visitante para que esté detrás del arco de la calle 57, para evitar la presión de las hinchadas contrarias. 

Los primeros 45 minutos fueron excelentes desde todo ángulo: fútbol bien jugado (cuota mayor del local); rapidez en la circulación de la pelota, descartando toda posibilidad de bostezo; y ganas, ganas de jugar en todos los sectores de la cancha. 

Sorprendió Estudiantes al Campeón de 1963. Con una firme línea de cuatro zagueros: Jaúreguegui, López, Baggiolli y Castillo. Que se acopló perfectamente con el trabajo de Madero, absorbiendo a Mura, y Beilli en el medio campo. Estudiantes fue un bloque compacto y con un andar excelente de su ataque, rotación constante de Dominguez y Leeb, Con Yudica colaborando en el armado y una excelente labor de Nardiello, el mejor jugador del partido. Un Estudiantes que buscaba tratar bien la pelota en toda la cancha. 


Ahora bien, en Independiente Guzmán, que no ha podido hace olvidar a Rubén Navarro, apareció vacilante como pocas veces. Con la rotación de Domínguez y Leeb, tirándose atrás hizo que tanto él como Maldonado salieran de la última zona, quedando pagando la mayoría de las veces. Salvo Ferreiro impecable en la marca y llevando la pelota hacia adelante, el resto estuvo por debajo de lo normal. 

Pese a los errores apuntados. Independiente no sabe de complejos y estuvo en el partido. Y se hizo sentir siempre. Con jugadores como Bernao, Mura, Luis Suárez y Mario Rodríguez. Es más, hubo un doble foul de Biaggioli no sancionado ni afuera ni adentro del área por el árbitro. 

El silbato de Barreiro marcó la finalización del primer tiempo y simultáneamente se derrumbaron más de 20 metros de alambrado de la tribuna situada sobre la calle 1. El alambrado cedió ante la presión de la gran cantidad de público, lo que originó una elevada cifra de espectadores heridos. Un bombero levanto a un niño en brazos y corrió presuroso hacia el túnel. Rolan se adelantó para ayudar en la tarea de auxilio. Los jugadores de los dos equipos, sin excepciones, se sumaron para atender a los heridos. 


La confusión ganó el estadio y el accidente – pese a un intento posterior de reparación – determinó la suspensión del partido “por falta de garantías”. Por cuatro veces llegaron ambulancias ante el pedido de atención médica de los múltiples contusos. La solidaridad del público, de los jugadores y del personal de servicio ganaron dos puntos importantes en la consideración general. Aunque el partido quedo sin definirse. Muy lamentable episodio. Muy reconfortante la actitud posterior. 

El partido se suspendió con el 1-1. Con goles de Nardiello para Estudiantes y Mario Rodríguez para el Rojo, y continuó el 7 de octubre sin que se modificara el score. Estudiantes se presentó con el mismo cuadro, pero Independiente introdujo tres cambios: Santoro por Toriani, Decaría por Rolan y Prospiti por Mario Rodríguez. 

Antonio G. Santos (Tony)
Twitter: @abogado666
Especial para La Caldera del Diablo

Fuentes: Revista el Gráfico – Nro 2328, del 20 de mayo de 1064 - Futbol Historia del Profesionalismo, de Pablo Ramírez. - Viejos Estadios. - @sileste1921 (Carlos)


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