Segunda entrega de la serie que Antonio Santos escribió sobre el gran Vicente de la Mata. En esta ocasión, su llegada a Independiente y la explosión con el mejor gol de la historia del fútbol argentino.
La transferencia de Vicente a Independiente fue el run-run en el inicio de 1937. Mientras el Gallego hacia su presentación en sociedad en el seleccionado Argentino, por Rosario comenzaban las negociaciones entre los clubes para concretar el pase. La tarde del 3 de enero, se reunieron los integrantes de la Comisión Directiva de Independiente, señores Favre y Alberto Bernabé, junto al presidente de Central Córdoba, Carlos Urrutia y los directivos Crigna, Frsia y Trini. La cita tuvo lugar en el lujoso Hotel Italia.
Los representantes del Rojo propusieron la compra del pase en 18 mil pesos y dos partidos amistosos. Y luego fue elevada a dos mil pesos mas, sin ser aceptada por Urrutia. Al atardecer se realizaron llamados telefónicos entre las partes, pero tampoco se llegó a un acuerdo. Los visitantes llegaron a la estación Rosario Norte, y desde el andén, embarcaron con la tristeza de la contratación estancada. A la noche de aquel domingo, la Comisión Directiva Charrúa, convocó a un sesión extraordinaria en su sede central de Laprida 2412. Carlos Urrutia notificó al resto de sus pares de la negociación y consensuaron una nueva oferta de 25 mil pesos, un partido en Avellaneda por cinco mil y una revancha en Rosario sumándole dos mil pesos, tasando un total de 32 mil pesos.
La movida llegó a medios de Rosario y pese a que no había cifras certeras y mucho menos cerradas, el diario Tribuna lo puso en la portada: “27 mil por el pase recibirá Central Córdoba por De la Mata. Independiente consiguió el concurso del citado Player”. El hecho despertó a la masa societaria del Charrúa quienes solicitaron una asamblea extraordinaria para considera el tema. Además, el presidente fue acusado de querer recuperar el dinero invertido en los dos últimos años. La devoción de los hinchas por el Gallego se hizo sentir y mostraron decepción por la transferencia.
El día 11, Carlos Urrutia expuso una nueva proposición de Independiente con la suma de 27 mil pesos pagaderos al contado contra entrega del pase, mas dos partidos al 50% de las entradas brutas, corriendo en el primer amistoso los gastos de traslado y estadía por cuenta de los clubes visitantes, y debiéndose jugar en cancha neutral a fin de que los socios también paguen la entrada.
La moción fue votada por sus pares de Comisión Directiva, quienes dieron una respuesta satisfactoria. Llamaron a Vicente a la concentración de la Selección, quien manifestó su conformidad con el arreglo de 10 mil pesos por su contrato. Pero, al ser menor de edad, intercedió su madre, Elena García, que se presentó en la sede, rechazando dicha oferta y pidiendo 15 mil pesos al contado. Intentaron convencerla, pero no hubo caso.
La negativa de Elena hizo trasladar a los dirigentes de la entidad de Avellaneda desde el Hotel Italia al barrio la Sexta, hogar de la familia De la Mata, donde elevaron la cifra a 11 mil pesos por el contrato. Pero la respuesta fue la misma, 15 mil o nada. La sangre finalmente no llegó al río y se aceleraron las negociaciones. Finalmente el 31 de enero, un día antes de la gran final contra Brasil, el Gallego firmó para Independiente.
Su madre llegó a la Sede Social de Avenida Mitre 470 ejerciendo la patria potestad del menor de edad y firmó el contrato que se estipuló por dos años. La operación se hizo por $ 27.500, cifra récord para la época. Desde entonces muchísimos hinchas Charrúas siguieron la campaña de Independiente, para seguir al Gallego Vicente De la Mata en las canchas porteñas y vestido de Rojo será la atracción del certamen a iniciarse. Así titulaban los diarios.
El arribo de Vicente a Independiente estuvo precedido de su brillante actuación en la final del Torneo Sudamericano, donde deslumbró a propios y extraños. La afinidad del director técnico del seleccionado, Manuel Seoane, con la Comisión Directiva de Independiente facilitó las tratativas. El 27 de febrero de 1937 hizo su presentación en un amistoso jugado en el Centenario de Montevideo frente a Peñarol, donde el conjunto local ganó 4-1. Casi una semana después se estrenó también frente a Boca en el Viejo Gasómetro de Avenida La Plata, y fue empate 3 a 3.
Su primero gol llegó el 28 de marzo en la goleada 6-1 a Gimnasia y Esgrima de La Plata, en un amistoso. Una semana mas tarde, fue su estreno oficial frente a Ferro Carril Oeste en Avellaneda, donde ganó el Rojo por 2-0. Los medios le dieron la bienvenida firmando “Varias jugadas individuales del debutante de la Mata levantaron aplausos y exclamaciones de aprobación de las tribunas. Su primer tanto en primera división no es hizo esperar. El 2 de mayo por la 4ta fecha, abrió el marcador en el empate 3-3 frente a San Lorenzo en Boedo. Luego estuvo lesionado casi un mes, tras golear a Tigre 4-1 y en el cual fue el encargado de cerrar el score final.
El Gallego había elegido el barrio porteño de Flores como primer hogar en su experiencia en el fútbol grande, alojándose en la casa de un tío hermano de su madre quien además tenía montada una relojería. Ahí, entre arreglos de agujas y pulseras, se recuperó durante casi un mes para volver con todo y marcar tres goles en fechas consecutivas (Talleres, Lanús y Gimnasia, respetivamente).
Independiente cumplía una campaña fenomenal hasta que el 17 de octubre le tocó jugar con River en el barrio de la Recoleta, donde tenían su estadio. Independiente iba ganando 3 a 2, y Vicente había aportado un gran gol, pero los locales lo habían dado vuelta 4-3, encaminándose al título.
Una semana después, en Avellaneda Independiente se dio el gusto de ganarle a Boca 3-0. En una verdadera lección de fútbol jugado de manera armoniosa. La garra boquense estuvo ausente. El dominio de la pelota y la brillante concepción de juego que tienen Erico y De la Mata es sencillamente admirable, son verdaderos artistas del balón. A los 12 minutos de la primera etapa De la Mata aprovechó un rechazo del arquero ante un tiro de Erico y abrió el marcador.
El paraguayo marcó dos goles para redondear la goleada y estirar la fiesta en el Templo del Rojo. En la fecha 31 De la Mata volvió a marcar, esta vez de cabeza frente a Lanús, para prolongar una racha de 7 victorias al hilo. Pero la derrota visitando al Lobo, 3 a 1, lo dejó sin chances para pelear el título. Dos triunfos en casa, 5 a 2 a Estudiantes, gol de Vicente y 3 a 1 a racing, cerraron la campaña en el torneo. Un excelente subcampeoanto, a 6 unidades del campeón River Plate. De la Mata contribuyó a que Erico llegara los 48 goles en la temporada.
En el 38 cabe destacar el partido del 29 de mayo, cuando River Plate presenta de manera oficial su nuevo estadio en el barrio de Belgrano. Y De la Mata quedará para el bronce, convirtiendo el primer gol ante la presencia de 80.000 personas. Un partido que el Rojo gano 4 a 2, y luego le marcó un triplete a Boca en al fecha 14, en Avellaneda. Y en la fecha siguiente otro triplete en Manuela Pedraza y Cramer, el viejo estadio de Platense. Luego otra goleada a Boca, pero de visitante en el Viejo Gasómetro. 4-0. Con dos goles de De la Mata y 2 goles de Erico. El domingo 18 de diciembre en la Visera, Independiente – Lanús, ante una multitud capote marcaría 4 goles en una goleada inolvidable que consagraría a los Rojos como campeones del torneo, 8-2 final y fiesta en Avellaneda. El primer título Rojo en la era profesional.
Los hinchas ingresaron al campo de juego antes de la finalización del partido y la fiesta se dirigió a toda Avellaneda. Una banda de música y una orquesta de gaiteros gallegos atronaban el aire de Avellaneda. Petardos y fuegos artificiales completaban la singular escena. Cientos de globos fueron soltados para inciar la caravana que bajó por Alsina, dobló en Belgrano hasta Crucecita, donde se alzaba el viejo estadio del Rojo y por Avenida Mitre encararon hasta la Sede Social donde culminaron los festejos, con baile incluido, ya entrada la madrugada. El torrencial champarrón que se desató no pudo impedir el avance de la caravana que al son del Himno desafió el agua como horas antes había desafiado el ardiente sol.
El nuevo campeón redondeó una campaña inigualable, marcando 115 goles a favor, RECORD HISTÓRICO para le fútbol Argentino. Y aportó el máximo goleador, Arsenio Erico con 43 goles. Pero el año no terminó ahí, porque el 29 de diciembre se disputó la Copa Ricardo Aldao, entre los campeones del Río de la Plata. Independiente cruzo el charco para medirse contra Peñarol en el Centenario, ganando 2-1 con goles de Vicente y Zorrilla, y obteniendo así el primer título internacional para las vitrinas Rojas.
1939 se inició con un nuevo título, la Copa Dr. Carlos Ibarguren, frente al campeón de la Asociación Rosarina. El 4 de febrero en el estadio de San Lorenzo, Independiente venció a Rosario Central 5-3 y el Gallego marcó 2 goles. Este año fue de verdadera gloria. El torneo se inció con un 2-0 frente a Boca en cancha de Ferrro, goles de Sastre y Zorrila. El dato de color fue la presencia del presidente de la FIFA Jules Rimet, quien estrechó la diestra a ambos equipos. El 9 de abril llegaron dos goles de Vicente, frente a Lanús, en la goleada 6-1 en Avellaneda.
Más tarde un 2-1 frente a River en Avellaneda frente a una multitud, con goles de Vicente y Erico. Independiente termino la primera ronda igualando el primer puesto con Huracán. La fecha patria del 9 de julio fue una jornada propicia para levantar otra Copa, goleanado a Nacional de Montevideo por 5-0 en el Viejo Gasómetro. Y alzándose por segunda vez con la Copa Aldao. Tres goles de Erico y los restantes de Zorilla y De la Mata.
El comienzo de la parte final del torneo se da una goleada a Boca por 5-2 en Avellaneda bajo una lluvia donde el Gallego marca dos goles. El 3 de septiembre Independiente recibió a Huracán y lo despachó con un 2-1 con dos goles de Zorilla. Dos fechas después Vicente anotó el único tanto frente a Vélez en Avellaneda.
El golazo, la obra cumbre
Aprovechando el feriado, el jueves 12 de octubre Independiente visitó a River en su casa. Ante 65 mil hinchas. Y el Gallego se despachó con una jugada que paso a la inmortalidad. Con una verdadera OBRA MAESTRA. Fernando Bello sacó del arco y De la Mata la recibió en la mitad de la cancha. Con una gambeta dejó atrás al Charro Moreno. Ahí le salió Pepe Minella. El Gallego frenó y con un amague pasó entre él y Moreno que había vuelto. Luego eludió a Wergfiker, Vassini y en el borde del área a Santamaría.
Al entrar al área por poco se la saca Cuello, pero Vicente se abrió hacia la izquierda y lo dejó pagando. Cuando vió que el arquero (Sirni) le salía a tapar, pensó en tirar hacia el centro donde esperaba Erico. Pero decidió darle de zurda "que es de palo" y le salió un tirio corto y débil junto al poste derecho. Ahí donde nadie la podía esperar. GOOOOOOOOOL.
Es el mito eterno, solo comparable con el gol de Diego Maradona a los ingleses en el Mundial 86 o a la apilada del Bocha frente a Peñarol en la Libertadores del 76. Después hubo otro gol de Vicente y de Erico a dos minutos del cierre. Pedernera puso cifras definitivas. La victoria por 3-2 dejó con heridas a River Plate, porque la dirigencia suspendió al Charro Moreno por su actuación esa tarde y eso empujó a una huelga dentro del plantel en defensa de su compañero. La victoria frente a River acicateó a la escuadra Roja.
En la fecha siguiente el Rojo goleó a Ferro 6-1 con dos goles de Vicente, quien volvió a marcar frente a San Lorenzo en Boedo para sellar el 3-0. Dos triunfos mas 6-1 frente a Tigre y 2 a 0 en su visita e Platense con un golazo del Gallego de penal. El título llegó frente Atlanta en un 5-2, en al penúltima fecha. Avellaneda se vistió de Rojo. Los edificios de la Ciudad se habían colgado banderas, banderines, carteles de color rojo con leyendas del Campeón. Lo mismo se repitió dentro de la Visera, donde los hinchas no cesaron de hacer explotar bombas de estruendo y pirotecnia diversa.
La salida de ambas escuadras estuvo escoltada con once niños disfrazados de diablitos rojos quienes dieron una vuelta olímpica previa alrededor de la cancha. El partido estuvo de más. Y la fiesta se extendió por toda la Ciudad. En la última fecha, una multitud de hinchas rojos viajaron a Rosario para presenciar la caída 1-0 frente a Newell's.
Como broche final el plantel hizo la gira por Brasil, donde se goleó 5-2 al Vasco de Gama y dos veces se jugó contra Flamengo, la primera se ganó por 4 a 3 y la revancha perdió por 2 a 1. La gran figura de la temporada fue Vicente, que jugó de insider derecho (interior). Fue el mas alto valor, con una gran facilidad de desplazamientos. una rápida concepción de la jugada y depurada habilidad para infiltrarse en el área contraria. Fue el mejor de la temporada. No existía en el fútbol argentino un hombre que en esos momentos lo iguale.
Continuará...
Antonio G. Santos (Tony)
Twitter: @abogado666
Especial para La Caldera del Diablo
La transferencia de Vicente a Independiente fue el run-run en el inicio de 1937. Mientras el Gallego hacia su presentación en sociedad en el seleccionado Argentino, por Rosario comenzaban las negociaciones entre los clubes para concretar el pase. La tarde del 3 de enero, se reunieron los integrantes de la Comisión Directiva de Independiente, señores Favre y Alberto Bernabé, junto al presidente de Central Córdoba, Carlos Urrutia y los directivos Crigna, Frsia y Trini. La cita tuvo lugar en el lujoso Hotel Italia.
Los representantes del Rojo propusieron la compra del pase en 18 mil pesos y dos partidos amistosos. Y luego fue elevada a dos mil pesos mas, sin ser aceptada por Urrutia. Al atardecer se realizaron llamados telefónicos entre las partes, pero tampoco se llegó a un acuerdo. Los visitantes llegaron a la estación Rosario Norte, y desde el andén, embarcaron con la tristeza de la contratación estancada. A la noche de aquel domingo, la Comisión Directiva Charrúa, convocó a un sesión extraordinaria en su sede central de Laprida 2412. Carlos Urrutia notificó al resto de sus pares de la negociación y consensuaron una nueva oferta de 25 mil pesos, un partido en Avellaneda por cinco mil y una revancha en Rosario sumándole dos mil pesos, tasando un total de 32 mil pesos.
La movida llegó a medios de Rosario y pese a que no había cifras certeras y mucho menos cerradas, el diario Tribuna lo puso en la portada: “27 mil por el pase recibirá Central Córdoba por De la Mata. Independiente consiguió el concurso del citado Player”. El hecho despertó a la masa societaria del Charrúa quienes solicitaron una asamblea extraordinaria para considera el tema. Además, el presidente fue acusado de querer recuperar el dinero invertido en los dos últimos años. La devoción de los hinchas por el Gallego se hizo sentir y mostraron decepción por la transferencia.
El día 11, Carlos Urrutia expuso una nueva proposición de Independiente con la suma de 27 mil pesos pagaderos al contado contra entrega del pase, mas dos partidos al 50% de las entradas brutas, corriendo en el primer amistoso los gastos de traslado y estadía por cuenta de los clubes visitantes, y debiéndose jugar en cancha neutral a fin de que los socios también paguen la entrada.
La moción fue votada por sus pares de Comisión Directiva, quienes dieron una respuesta satisfactoria. Llamaron a Vicente a la concentración de la Selección, quien manifestó su conformidad con el arreglo de 10 mil pesos por su contrato. Pero, al ser menor de edad, intercedió su madre, Elena García, que se presentó en la sede, rechazando dicha oferta y pidiendo 15 mil pesos al contado. Intentaron convencerla, pero no hubo caso.
La negativa de Elena hizo trasladar a los dirigentes de la entidad de Avellaneda desde el Hotel Italia al barrio la Sexta, hogar de la familia De la Mata, donde elevaron la cifra a 11 mil pesos por el contrato. Pero la respuesta fue la misma, 15 mil o nada. La sangre finalmente no llegó al río y se aceleraron las negociaciones. Finalmente el 31 de enero, un día antes de la gran final contra Brasil, el Gallego firmó para Independiente.
Su madre llegó a la Sede Social de Avenida Mitre 470 ejerciendo la patria potestad del menor de edad y firmó el contrato que se estipuló por dos años. La operación se hizo por $ 27.500, cifra récord para la época. Desde entonces muchísimos hinchas Charrúas siguieron la campaña de Independiente, para seguir al Gallego Vicente De la Mata en las canchas porteñas y vestido de Rojo será la atracción del certamen a iniciarse. Así titulaban los diarios.
El arribo de Vicente a Independiente estuvo precedido de su brillante actuación en la final del Torneo Sudamericano, donde deslumbró a propios y extraños. La afinidad del director técnico del seleccionado, Manuel Seoane, con la Comisión Directiva de Independiente facilitó las tratativas. El 27 de febrero de 1937 hizo su presentación en un amistoso jugado en el Centenario de Montevideo frente a Peñarol, donde el conjunto local ganó 4-1. Casi una semana después se estrenó también frente a Boca en el Viejo Gasómetro de Avenida La Plata, y fue empate 3 a 3.
Su primero gol llegó el 28 de marzo en la goleada 6-1 a Gimnasia y Esgrima de La Plata, en un amistoso. Una semana mas tarde, fue su estreno oficial frente a Ferro Carril Oeste en Avellaneda, donde ganó el Rojo por 2-0. Los medios le dieron la bienvenida firmando “Varias jugadas individuales del debutante de la Mata levantaron aplausos y exclamaciones de aprobación de las tribunas. Su primer tanto en primera división no es hizo esperar. El 2 de mayo por la 4ta fecha, abrió el marcador en el empate 3-3 frente a San Lorenzo en Boedo. Luego estuvo lesionado casi un mes, tras golear a Tigre 4-1 y en el cual fue el encargado de cerrar el score final.
El Gallego había elegido el barrio porteño de Flores como primer hogar en su experiencia en el fútbol grande, alojándose en la casa de un tío hermano de su madre quien además tenía montada una relojería. Ahí, entre arreglos de agujas y pulseras, se recuperó durante casi un mes para volver con todo y marcar tres goles en fechas consecutivas (Talleres, Lanús y Gimnasia, respetivamente).
Independiente cumplía una campaña fenomenal hasta que el 17 de octubre le tocó jugar con River en el barrio de la Recoleta, donde tenían su estadio. Independiente iba ganando 3 a 2, y Vicente había aportado un gran gol, pero los locales lo habían dado vuelta 4-3, encaminándose al título.
Una semana después, en Avellaneda Independiente se dio el gusto de ganarle a Boca 3-0. En una verdadera lección de fútbol jugado de manera armoniosa. La garra boquense estuvo ausente. El dominio de la pelota y la brillante concepción de juego que tienen Erico y De la Mata es sencillamente admirable, son verdaderos artistas del balón. A los 12 minutos de la primera etapa De la Mata aprovechó un rechazo del arquero ante un tiro de Erico y abrió el marcador.
El paraguayo marcó dos goles para redondear la goleada y estirar la fiesta en el Templo del Rojo. En la fecha 31 De la Mata volvió a marcar, esta vez de cabeza frente a Lanús, para prolongar una racha de 7 victorias al hilo. Pero la derrota visitando al Lobo, 3 a 1, lo dejó sin chances para pelear el título. Dos triunfos en casa, 5 a 2 a Estudiantes, gol de Vicente y 3 a 1 a racing, cerraron la campaña en el torneo. Un excelente subcampeoanto, a 6 unidades del campeón River Plate. De la Mata contribuyó a que Erico llegara los 48 goles en la temporada.
Los hinchas ingresaron al campo de juego antes de la finalización del partido y la fiesta se dirigió a toda Avellaneda. Una banda de música y una orquesta de gaiteros gallegos atronaban el aire de Avellaneda. Petardos y fuegos artificiales completaban la singular escena. Cientos de globos fueron soltados para inciar la caravana que bajó por Alsina, dobló en Belgrano hasta Crucecita, donde se alzaba el viejo estadio del Rojo y por Avenida Mitre encararon hasta la Sede Social donde culminaron los festejos, con baile incluido, ya entrada la madrugada. El torrencial champarrón que se desató no pudo impedir el avance de la caravana que al son del Himno desafió el agua como horas antes había desafiado el ardiente sol.
El nuevo campeón redondeó una campaña inigualable, marcando 115 goles a favor, RECORD HISTÓRICO para le fútbol Argentino. Y aportó el máximo goleador, Arsenio Erico con 43 goles. Pero el año no terminó ahí, porque el 29 de diciembre se disputó la Copa Ricardo Aldao, entre los campeones del Río de la Plata. Independiente cruzo el charco para medirse contra Peñarol en el Centenario, ganando 2-1 con goles de Vicente y Zorrilla, y obteniendo así el primer título internacional para las vitrinas Rojas.
1939 se inició con un nuevo título, la Copa Dr. Carlos Ibarguren, frente al campeón de la Asociación Rosarina. El 4 de febrero en el estadio de San Lorenzo, Independiente venció a Rosario Central 5-3 y el Gallego marcó 2 goles. Este año fue de verdadera gloria. El torneo se inció con un 2-0 frente a Boca en cancha de Ferrro, goles de Sastre y Zorrila. El dato de color fue la presencia del presidente de la FIFA Jules Rimet, quien estrechó la diestra a ambos equipos. El 9 de abril llegaron dos goles de Vicente, frente a Lanús, en la goleada 6-1 en Avellaneda.
Más tarde un 2-1 frente a River en Avellaneda frente a una multitud, con goles de Vicente y Erico. Independiente termino la primera ronda igualando el primer puesto con Huracán. La fecha patria del 9 de julio fue una jornada propicia para levantar otra Copa, goleanado a Nacional de Montevideo por 5-0 en el Viejo Gasómetro. Y alzándose por segunda vez con la Copa Aldao. Tres goles de Erico y los restantes de Zorilla y De la Mata.
El comienzo de la parte final del torneo se da una goleada a Boca por 5-2 en Avellaneda bajo una lluvia donde el Gallego marca dos goles. El 3 de septiembre Independiente recibió a Huracán y lo despachó con un 2-1 con dos goles de Zorilla. Dos fechas después Vicente anotó el único tanto frente a Vélez en Avellaneda.
El golazo, la obra cumbre
Aprovechando el feriado, el jueves 12 de octubre Independiente visitó a River en su casa. Ante 65 mil hinchas. Y el Gallego se despachó con una jugada que paso a la inmortalidad. Con una verdadera OBRA MAESTRA. Fernando Bello sacó del arco y De la Mata la recibió en la mitad de la cancha. Con una gambeta dejó atrás al Charro Moreno. Ahí le salió Pepe Minella. El Gallego frenó y con un amague pasó entre él y Moreno que había vuelto. Luego eludió a Wergfiker, Vassini y en el borde del área a Santamaría.
Al entrar al área por poco se la saca Cuello, pero Vicente se abrió hacia la izquierda y lo dejó pagando. Cuando vió que el arquero (Sirni) le salía a tapar, pensó en tirar hacia el centro donde esperaba Erico. Pero decidió darle de zurda "que es de palo" y le salió un tirio corto y débil junto al poste derecho. Ahí donde nadie la podía esperar. GOOOOOOOOOL.
Es el mito eterno, solo comparable con el gol de Diego Maradona a los ingleses en el Mundial 86 o a la apilada del Bocha frente a Peñarol en la Libertadores del 76. Después hubo otro gol de Vicente y de Erico a dos minutos del cierre. Pedernera puso cifras definitivas. La victoria por 3-2 dejó con heridas a River Plate, porque la dirigencia suspendió al Charro Moreno por su actuación esa tarde y eso empujó a una huelga dentro del plantel en defensa de su compañero. La victoria frente a River acicateó a la escuadra Roja.
En la fecha siguiente el Rojo goleó a Ferro 6-1 con dos goles de Vicente, quien volvió a marcar frente a San Lorenzo en Boedo para sellar el 3-0. Dos triunfos mas 6-1 frente a Tigre y 2 a 0 en su visita e Platense con un golazo del Gallego de penal. El título llegó frente Atlanta en un 5-2, en al penúltima fecha. Avellaneda se vistió de Rojo. Los edificios de la Ciudad se habían colgado banderas, banderines, carteles de color rojo con leyendas del Campeón. Lo mismo se repitió dentro de la Visera, donde los hinchas no cesaron de hacer explotar bombas de estruendo y pirotecnia diversa.
La salida de ambas escuadras estuvo escoltada con once niños disfrazados de diablitos rojos quienes dieron una vuelta olímpica previa alrededor de la cancha. El partido estuvo de más. Y la fiesta se extendió por toda la Ciudad. En la última fecha, una multitud de hinchas rojos viajaron a Rosario para presenciar la caída 1-0 frente a Newell's.
Como broche final el plantel hizo la gira por Brasil, donde se goleó 5-2 al Vasco de Gama y dos veces se jugó contra Flamengo, la primera se ganó por 4 a 3 y la revancha perdió por 2 a 1. La gran figura de la temporada fue Vicente, que jugó de insider derecho (interior). Fue el mas alto valor, con una gran facilidad de desplazamientos. una rápida concepción de la jugada y depurada habilidad para infiltrarse en el área contraria. Fue el mejor de la temporada. No existía en el fútbol argentino un hombre que en esos momentos lo iguale.
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