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Antonio Santos se vuelve a meter con una historia poco conocida de la historia Roja y "los ganas", pandillas que iban a robar a la tribuna y fueron corridos por la hinchada.


Hoy nos toca hablar de un tema urticante, el tema de "los ganas”. Léase el grupo de personas que concurrían a los estadios, en forma organizada pero a robar al público asistente. Verdaderas bandas de pirañas, delincuentes dispuestos a despojar de sus pertenencias a quien cuadre. Sus botines, eran relojes, cadenitas o billeteras. Un mal sufrido por todas las hinchadas durante décadas, en especial en los '70 y '80. Como es costumbre, vale empezar con los datos estadísticos y a medida que se desarrolla la historia comprenderán porque resulta tan importante la fecha de referencia.

Nos tememos que situar en el torneo de Primera División 1987/88, un torneo mediocre, que nos vio décimo primeros en la tabla de posiciones. Con un plantel integrado en su totalidad con futbolistas formados en las inferiores, un mérito más que elogiable, Newell's Old Boys ganó ese campeonato, con lo que ratificó el segundo puesto logrado en la temporada anterior. 


Posiciones finales: Newell's Old Boys 55 puntos; San Lorenzo 49; racing 48; River Plate 46; Gimnasia y Esgrima La Plata 43; Vélez Sarsfield 41; Rosario Central, Argentinos Juniors y Deportivo Español 40; Platense 38; Independiente 37; Boca Juniors 35; Deportivo Armenio 34; Ferro Carril Oeste e Instituto de Córdoba 33; Estudiantes de La Plata 32; racing de Córdoba 31; Unión y Banfield 28 y Talleres de Córdoba 27. Se jugó por el sistema de todos contra todos, en dos ruedas de partidos, local y visitante, por puntos, con un total de 38 fechas. 

La jornada que nos convoca, es la 17°, jugada el viernes 4 de diciembre de 1987 en Avellaneda: Independiente 0, Newell's 0. Se presuponía un gran partido, pero resultó todo lo contrario. Predominó la lucha física y la empecinada marca mutua. Por un lado de Independiente la falta de gol. Dominio de la pelota casi todo el partido, pero sin potencia en los últimos metros donde se definen los partidos. Una promesa de gran partido que solo quedo en eso. 


"Del partido hay poco que decir, sin pena ni gloria. Pero ese día la Barra logro el objetivo que hacía años venia buscando, sacar a los 'ganadores', que no volvieron nunca más. Ya desde la época de los Turati que venían jodiendo en Independiente. Cada partido importante, cada final, cada clásico aparecían y hacían de las suyas. Ese día hubo dos peleas, una en el playón de la Visera y otra en los Monoblocks. La Barra le dio para que tengan y guarden. Lamentablemente en los medios partidarios no entendían nada y hablaban de una pelea interna de la Barra de Independiente y nada que ver. Es por eso que varios muchachos tuvimos que hablar con Gloria Naya de Correo Independiente y Eduardo González de Independiente de América, para aclarar los tantos. Es más, en el 80/81 habíamos tenido problemas, que al Coli lo habían cagado a trompadas. 

"Los 'ganas' eran jodidos, eran un montón, llegaban a juntar 300, 400 personas y las barras no eran tan grandes 50, 70 o a lo sumo 100 personas. Era muy jodido sacarlos, todos andaban con púas. Si los corrías cuando eran pocos, afuera te esperaban cuando estabas solo y te pinchaban como si nada. Afuera se juntaban, se silbaban entre ellos, se juntaban y eran el doble que nosotros. River tuvo problemas, de hecho siempre se decía que de algún modo los toleraba, porque no los podía controlar. Su barra no podía con ellos o les hacían el juego. Eso son cosas de ellos. A racing por ejemplo le tiraron todas las banderas al foso, en una pelea que tuvieron ellos en el 80. Yo tenía amistad con Bala y con Cacho, y me contaron el problema que tenían con los 'ganas'. Que los querían sacar pero que se les complicaba. Una vuelta en el 83, cuando salimos campeones, los Ganas levantaron en andas a Pedro Iso y le robaron el Rolex. Ellos se infiltraron y de arrebato le cortaron el reloj, nosotros nos queríamos matar, porque siempre nos echaban la culpa a nosotros. Otra hinchada que tuvo problemas fue Quilmes hacían desastres en su cancha, pero también los combatieron. 

"Los 'ganas' no venían siempre, estaban para los clásicos y los partidos de Copa cuando había mucha gente y siempre aprovechaban el tumulto. Su objetivo eran las billeteras, los relojes, las cadenitas. En la tribuna no los veías, estaban todos separados y afuera se juntaban silbando y eran una plaga de langostas por Alsina robaban , arrebataban de todo. Una vez, entraron en una galería por Avenida Mitre, rompieron todos los vidrios, y robaron todo y encima después nos echaban la culpa a nosotros. Iban a un negocio y lo rompían todo. Y siempre decían la barra de Independiente. Y nada que ver. No es como ahora que está todo lleno de policías, antes había un policía cada dos cuadras. Los 'ganadores' en los partidos importantes hacían lo que querían. Y encima quedábamos pegados nosotros. Pero ese partido, con Newells en el 87 logramos lo que hacía muchos años queríamos lograr. Sacar los 'ganas' de la cancha de Independiente..." (Relato de Tamba)

Antonio G. Santos (Tony)
Twitter: @abogado666
Especial para La Caldera del Diablo


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