Depetris entrenó con normalidad

Leandro Depetris, recuperado de su dolencia, pudo entrenar finalmente con normalidad. También Hernán Fredes estuvo realizando trabajos de velocidad, y podrá reaparecer frente a Gimnasia, el próximo domingo a las 18.30 hs. Pusineri está en duda.<br /><br /><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5239426648011825042" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtmDvXNubE21hbYGUUrm9rftIgPVMUB1TqeB8Is61GK_OaMJHa2gBU0c18TSfibQdZZi-RgfmW6Pe_ZBc6VqLHmIQeDfjpVz2SRiT9sbSOgKpS47BuGn3UzQ7UOmMMjx0rrRhpjs60IaRQ/s400/depetris-entrena-369.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /></p><p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Depetris, mano a mano con Assmann</span></em></p><p align="left">Independiente entrenó ayer en el Complejo de Santo Domingo de Villa Domingo y la noticia pasó por dos jugadores que practicaron con normalidad. Uno de ellos, Depetris, aún no lo había podido hacer desde su llegada al club, mientras que Fredes, que se perdió los últimos compromisos, podría reaparecer frente a Gimnasia. Ambos realizaron ejercicios de velocidad, centros y formaron parte de la habitual práctica de fútbol reducido. </p><p align="left">Quienes debieron moverse en forma particular debido a molestias varias fueron Lucas Pusineri, Darío Gandín, Mariano Herrón y Lucas Mareque. De todos ellos, Pusi es el más comprometido, con una distensión en el aductor izquierdo que lo mantiene en duda.</p><p align="left">Hilario Navarro, recuperándose de una lesión de ligamentos, alterna entre kinesiología y prácticas con el entrenador de arqueros Carlos San Martín. Por su parte, Ángel Puertas ya fue operado de su hernia y se recupera satisfactoriamente.</p>

Depetris entrenó con normalidad

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Editorial 53 - Banderas*

¿Qué bandera tardará más en aparecer, "Perdón Troglio" o "Borghi, el domingo te recibiste de cagón"? Aquellas banderas que se le pusieron al técnico saliente cuando empató en la Bombonera con un hombre más, ¿no podrán aplicarse a éste, que jugó el peor clásico de la historia, que mereció irse perdiendo 3 a 0 como mínimo, y siendo vapuleado por el racing más pobre de los últimos tiempos?<br /><p></p><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238664278038803730" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivuuCGe9Gsn-u_4mniMg5VBKDPYogTJVwmpUaaxAdCMX1sdGSrMf9awt4Y0RO8vrYzGu3rFnxv3Wk0gXC_LT7ddvZ7aNJOXdcHHhurjkOpsegouDAWDJy9gFV9Xhie5huK9cPGcOKWp4mp/s400/1582879-1.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br />No queremos caerle encima al técnico, pero molesta cuando las palabras y los hechos no transitan los mismos caminos. Cuando se pregona el "fútbol lírico" o el espectáculo, cuando se hace una alabanza del juego bonito y por otro lado se actúa mezquinamente, se repliega el equipo para defenderse solamente, y encima se hace sin los jugadores adecuados.</p>Vamos para atrás. Falcioni hacía doler los ojos. Sus equipos no jugaron nunca a nada que pudiera considerarse bello. Pero Falcioni, a cara de perro, no declaraba otra cosa más que la que hacía en la cancha. Los conjuntos de Santoro, salvo en la última seguidilla, no jugaban bien al fútbol. Pero Pepé apelaba a la sinceridad al señalar que eran momentos de "necesidad y urgencia", y mentalizaba a los jugadores y la gente para eso. Cuando logró unir funcionalidad y estética, se tuvo que ir.<br /><br />Troglio era una mezcla. Por un lado hablaba de más, declaraba ostentosamente y sobrevaloraba las fuerzas con las que contaba. Era "un motivador" como se dice ahora. Quizás se fue de boca, justamente, gracias a lo que declaraba. <em>El pez por la boca muere</em>. Aquel equipo, que había tenido un buen arranque del Apertura y se cayó estrepitosamente sobre el final, cuando se le vinieron todos los clásicos y partidos complicados encima, no jugaba mal, pero su técnico era demasiado <em>hablador</em>.<br /><br />En el Clausura se le acabaron los créditos, y perdió un partido de visitante en la cancha de Boca ante un equipo que, aunque disminuído por una expulsión, no dejaba de ser inquietante. Se lo acusó de <em>tribunero</em>, aunque quedó demostrado que no lo era, y de <em>amigo de los jugadores</em>. Jamás se le perdonó ese excesivo gusto por el discurso, y las banderas se lo hicieron saber.<br /><br />Ahora es el turno de Claudio Borghi. En su manual de fútbol figuran en letras de molde las palabras que todos queremos escuchar. Jugar bien, salir con la pelota, no sólo vale ganar, atacar, etc. Sin embargo, lo que se ve en la cancha, lo que el que va a ver a Independiente aprecia, es que nada de eso se plasma en el campo de juego, y en lo que va de la Temporada sólo se recuerdan algo así como 60 minutos de buen fútbol: el primer tiempo ante Estudiantes en Avellaneda y los veinte iniciales en la revancha en La Plata.<br /><br />El primer tiempo contra el Pincha, y lo que hasta ahora se vio en el campeonato, es demasiado pobre para un equipo que hizo la pretemporada que el técnico pidió, que trajo refuerzos a pedido del nuevo DT y que aspiraba, al menos, a no quedar eliminado en primera ronda del único torneo internacional que se jugaba en cuatro años.<br /><br />Independiente jugó muy mal frente a Vélez, no hubo remontada frente a los tucumanos, a pesar de que se consiguió un agónico gol sobre la hora, y pésimo ante racing. A todo esto, sobre el final del Clausura la suma de empates consecutivos, y la clasificación a la Copa, conseguida con sufrimiento en los últimos minutos del año futbolíostico, fueron demasiado poco para alguien que sostiene desde la palabra que el placer del juego está por encima de todo.<br /><br /><p>Hay que darle tiempo, pero ojo, se prendió una luz de alerta. Las palabras y los hechos deberán ir de la mano, y hay que revertir este mal paso pronto, o nuevas banderas flamearán. </p><p>Emiliano Penelas</p><p>* Esta editorial fue escrita antes de los incidentes y la aparición de la bandera que sospechábamos podía salir. Decidimos no modificarla.</p>

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¿Qué bandera tardará más en aparecer, "Perdón Troglio" o "Borghi, el domingo te recibiste de cagón"? Aquellas banderas q...

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El tano Matheu

<div>Luego de la frustración de su pase al Lokomotiv ruso, y de la noticia del interés por parte del Deportivo La Coruña, parece que Carlos Matheu finalmente terminará en el Cagliari de Itialia. La operación estaría casi cerrada, y el defensor viajaría mañana.</div><br /><div></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5239241994785523954" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUBZt7dXm4NuAgkYSPvyeLIGr0tOk6X-NuRFBoJ46uTaEqB0hDKZ42HmWtPO1-kIlsFcH-shdVAm19NgY5JwEU9330K0YV8cLEmXahe7r7nuC098b3_PVpq4dv2I8DuMlwSjaGKHXFxzmr/s400/1646737-1.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br /><div>Esta semana se había reavivado la posibilidad de que Carlos Matheu deje Independiente, luego de aquel pase frustrado al fútbol ruso. El Deportivo La Coruña estaba interesado, buscaba un central que pudiera reemplazar a Fabricio Coloccini, pero la oferta concreta no llegó. </div><br /><div>Quien sí apuró los trámites y avanzó en las negociaciones es el Cagliari italiano, donde juegan el ex Huracán Joaquín Larrivey y el zaguero uruguayo Diego López. Según publica el diario Olé, el pase "está casi cerrado".</div><br /><div>Quien da la noticia es, según el diario, un "altísimo dirigente Rojo", que agrega: "el jueves (por mañana) ya estaría viajando hacia Italia. Nos pagarían en dos cuotas. Una ahora y la otra en diciembre. Y casi que no tuvimos que resignar mucho dinero. En la situación que estamos... Carlitos se lo merecía. Hoy habrá una reunión decisiva." Recordemos que el pase al Lokomotiv iba a ser en 3.100.000 dólares.</div><br /><div>El Cagliari, equipo de la isla de Cerdeña, fue campeón del Calcio en 1969/70, y terminó 14° la última temporada. Matheu, por las dudas, ya se hizo una marquita en el calendario. </div>

El tano Matheu

Luego de la frustración de su pase al Lokomotiv ruso, y de la noticia del interés por parte del Deportivo La Coruña, parece que Carlos Mathe...

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Presentación del libro "Retratos"

Carlos Penelas presentará este miércoles 27 de agosto a las 18:30 hs. su nuevo libro, "Retratos", en la Delegación de la Xunta de Galicia en Buenos Aires, 25 de Mayo 555. La presentación correrá a cargo de Badi Lestani, mediante un diálogo con el autor. Como adelanto del libro, adjuntamos un capítulo en el que habla de un mozo de bar, gallego, hincha de Independiente, entre otras cosas.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238858331431261762" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRvE7Kq0RWYDnG6QjcnE7r8hyphenhyphenb48izhEB_8KtQE-Cit06i-3YDI9DUq7WWWXTkyGsERj6FeyhGeNi6cTQKNmJKXu06g7lCYZ13YLm4KIe_UZcw5c8CX1g5zttPDKKUesBykXB1oQaDLzkz/s400/Retratos+-+Tapa+baja.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br /><p> </p><p><strong><span style="font-size:130%;">Hombre con bandeja y puño en alto<br /></span></strong><br />Comencé a vivir en este barrio en 1955. En Viamonte y Rodríguez Peña se encontraba el almacén y bar Astral. Por la esquina el almacén, por Rodríguez Peña se entraba al bar. Se jugaba a las cartas, a los dados, al dominó. Se bebía vino y jugaban a la quiniela. Nosotros, detrás del vidrio. Cuando el almacén cerraba a algunos vecinos nos atendían por el bar. Como el dueño era Pepe, de Vigo, nuestra familia tenía prioridad. Era un ambiente clásico de aquellos años. El estaño, los vecinos, la publicidad en carteles de chapa, galletitas sueltas igual que las aceitunas o el azúcar. Y el vermut con platitos de queso, salame, pan y todo aquello que significaba una fiesta. Los hombres con gorras o sombreros discutían del turismo de carretera, de Pascualito Pérez o del partido del domingo. Algunos de política. Nunca vi una mujer en ese bar. </p><p>Con el tiempo se transformó en café, vinieron las reformas, las críticas, los cambios que inexorablemente lo empobrecieron. Ahora ocupaba todo el local. Baldosones negros, las campanas de los sándwiches cambiaron por vitrinas, las mesas de madera por la fórmica. Las sillas de madera fueron forradas en una tela azul. Los dueños, esta vez eran gallegos y asturianos. Los mozos, gallegos. Todo era griterío, gestos, euforia generalizada. Allí lo conocí, era un hombre de unos sesenta años, vital, enérgico, discutidor. Delgado, alto, de ojos claros. Alegre y generoso, un corazón que todo lo ocupaba. Se llamaba Manuel Fernández Valle. Hablaba de política desde que llegaba hasta que se iba. No en pocas oportunidades se sentaba a la mesa del cliente y se olvidaba de su trabajo. Le traía discusiones con los socios y con los habitués al bar. Defendía la Unión Soviética, las purgas estalinistas y toda simbología roja. Era, además, de Independiente. Con mis dieciséis años, en cuanto lo conocí discutí fuertemente con él. </p><p>Don Manuel era un hombre que dividía aguas: se lo amaba o se lo odiaba. Imposible el término medio. Iracundo, apasionado, irracional por momentos, carecía de límites. En ese café yo tenía una mesa reservada al lado de una de sus ventanas. Dejaba habitualmente libros y apuntes. Almorzaba en casa, descansaba una media hora y regresaba a trabajar con mis apuntes y a estudiar. Mis amigos tomaron la costumbre de llamarme a casa o al bar. Una época de oro de la cual no fui consciente en su momento. </p><p>En una oportunidad, estando una tarde leyendo en mi mesa observo algo desmesurado. Fernández Valle se acerca a una mesa próxima a la mía y le dice al cliente: “En este bar no se permite leer”. El hombre, atónito, le señala mi mesa con su índice. Valle le responde con firmeza, con enojo: “Es diferente, él es un intelectual, es progresista”. Así en todo. Como decía mi padre, un hombre equivocado pero de buena entraña. </p><p>Una vez, un sábado por la tarde, habiendo muy poca gente, don Manuel genera una discusión tremenda con Simón. Simón era un ser querido por todo el barrio. Ex boxeador, negro, de un metro noventa, que nos enseñaba calzarnos los guantes de box a los chicos en la vereda, frente a su zapatería. Calzado fino, a medida. Un negro elegante, con traje blanco y sombrero de ala ancha del mismo color, caminando con prestancia, balanceándose, con ritmo. Ese mediodía me había quedado a almorzar (tenía cuenta corriente) y ya había pasado los veinte años. Es entonces cuando don Manuel, enfurecido, insulta a Simón. Éste se pone en guardia y le dice que salga de atrás del mostrador. Valle va a la cocina y regresa con un hacha en la mano. Me levantó de un salto y me pongo en el medio de los dos. De un lado los puños negros, crispados. Del otro un hacha en alto. Valle me dice: “Apártate, que te parto al medio”. Logré calmarlos pero quedé agotado. Al poco tiempo volvieron a hablarse. </p><p>Discutía con mi padre, con mi hermano mayor. Todos íbamos a leer al Astral. Nos sentábamos en distintas mesas y de vez en cuando compartíamos las lecturas, intercambiábamos opiniones. Pero él, cuando podía discutía. </p><p>A ese bar poco a poco se fueron acercando intelectuales, poetas, estudiantes, psicoanalistas. Los sábados, alrededor de las trece, armábamos tertulias de ocho o diez muchachos. Conversábamos de Lacan, de Vietnam, de la guerrilla urbana, de los poetas surrealistas, de los artesanos, de los Beatles. </p><p>Allí conocí, en 1970, a David Viñas, amistad que perdura y se acrecienta. Allí Héctor Alterio, el poeta orensano José Conde, Eduardo González Ananín, Luis Danussi, Raúl Rizzo, Juan Manuel Sánchez. Allí conocí a uno de mis generosos amigos: Rubén Catinello. En más de una oportunidad hacía reuniones con el poeta Lucas Moreno, el profesor Alfredo Llanos, el historiador Boleslao Lewin, los plásticos Rubén Rey y Antonio Juan Oliva, Luis Franco. Y periodistas y amigos del barrio ajenos por completo a las artes o a lo ideológico. </p><p>Valle convocaba. Generaba una visión diferente en ese bar donde las tazas, las sillas y la máquina de café se transformaban en un torrente de ruidos, proclamas e insurrecciones. </p><p>En una huelga bancaria a sus empleados les dio crédito para almorzar y sostener, de esa manera, la contienda. “Nos debemos a la solidaridad”, reiteraba una y otra vez. Grandes polémicas con los socios y nuestra intervención en defensa de Fernández Valle. Era un bar con deliberaciones, enojos, asambleas y poesía. Cuando me fastidiaban ciertas cosas dejaba de concurrir durante una semana. Ellos seguían anotando los mensajes o recibiendo la correspondencia. </p><p>Con Valle sólo se podía hablar de la Revolución. Y de la Unión Soviética. Todo lo demás venía después. Su exaltación no tenía límites, como su bondad. Solía acercarse a la mesa con el puño de su mano izquierda en alto y la bandeja en la otra mano. Desplegaba ingenuidad, energía, ilusión. “Tú eres anarquista. Los anarquistas como los trotskystas lo arruinan todo. Tienen buenas intenciones pero no saben construir nada.” Ya planteaba el debate. En más de una vez golpeé la mesa con el puño y me iba sin mirarlo. </p><p>Me abrió numerosas puertas en la colectividad gallega. Me llevaba poemas, libros. Hablaba de mí como si fuera su hijo. Me presentaba paisanos, me hablaba de su tierra, de sus historias, de los viejos republicanos. Con él fui a los bares de Avenida de Mayo y los fines de año al levantar la copa de sidra en el bar, elevábamos una plegaria pagana para que muera Franco. </p><p>Una vez me presentó a un abogado que se quería suicidar. “A ver si le hablas a éste que se quiere matar y me tiene cansado.” </p><p>Fue uno de los últimos guerrilleros de Galicia, combatió en los montes hasta 1942. De allí huyó a Francia, luego México, finalmente Estados Unidos. Trabajó de lustrabotas y de extra de cine. Por último, Argentina. Un trabajador permanente, un lector incansable. Hablaba de Valle-Inclán, de Miguel Hernández, de Curros Enríquez, de Murguía. Me presentó al general Galán y a Luis Alberto Quesada. Me hablaba y leía los poemas de Marcos Ana. No conocía el cansancio ni la serenidad. Me presentó en la Federación de Sociedades Gallegas, en el Centro Gallego. Me llevaba a rastras por centros mientras conversábamos de la poesía de Conde o del imperialismo yanqui. </p><p>Murió cerca de los noventa años. Terminó trabajando en el restaurante Yapeyú, sobre la calle Maipú. Allí fui a visitarlo, lo atendía cuando iba a almorzar a Raúl Alfonsín. Le hablaba de su experiencia en la Guerra Civil Española, de la Revolución Cubana, del fascismo, de nuestro populismo incorregible. </p><p>En 1984 tuve un ciclo en Radio Nacional: “Nuestros ilustres desconocidos”. Lo llevé. Tal vez fue nuestra mejor entrevista, ambos terminamos muy emocionados. Las historias nos desbordaron. Y el mutuo afecto. Volví a verlo dos o tres veces más. Cuando murió dejó un vacío. La última vez que vino Alterio al país lo recordamos. Con David solemos hacerlo a menudo. </p><p>Carlos Penelas<br /><a href="http://www.carlospenelas.8k.com/">www.carlospenelas.8k.com</a><br /></p><br /><p><strong><span style="font-size:130%;">Acerca del libro y el autor</span></strong></p><p><strong>RETRATOS</strong>, de Carlos Penelas<br />Buenos Aires, 2008, Xunta de Galicia / Centro Betanzos Ediciones.<br />La ilustración de tapa es obra de Juan Manuel Sánchez. </p><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238858434460142610" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkT9ndSFCSkt5euV8Z9LTGaAfW2tZkBoerTmQi0tnfjhiS-zFGnNG7FC_8FyiNN_ZEFaUeoruliLEVimub6C48hlW4NujAMBlT8EvSEXwOnGk6E4Q_YzzCyQOE0kBqEF873QecCnZ74Rde/s400/Carlos+Penelas+-+Cr%C3%B3nicas+del+Desorden+low.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /></p><p>Poseedor de una extensa obra poética -saludada por Luis Franco, Raúl González Tuñón, Ricardo Molinari, Juan L. Ortiz, Elvio Romero, Osvaldo Bayer, David Viñas, Eduardo Blanco Amor, Héctor Ciocchini, Francisco Madariaga, Frank Dauster, Lily Litvak, Giuseppe Bellini, Thorpe Running, José Filgueira Valverde, Xesús Alonso Montero, entre otros- Carlos Penelas es probablemente una de las voces más serias de la Generación del '70. </p><p>Desde la descripción de Lucio -en <em>El asno de oro</em> de Apuleyo- o la que realizara Suetonio de Tiberio, hasta Azorín o John Berger, el retrato literario es una de las manifestaciones más importantes y recurridas de la creación artística. Sin embargo, la crítica no ha acertado a definir con claridad qué se entiende por "retrato literario". </p><p>En <strong>RETRATOS </strong>el poeta da paso, una vez más, a su lirismo, al tono de fina sensibilidad. Parece solicitarle a sus oyentes y lectores que registren el ritmo de cada uno de los personajes. Con sutil sentido de la armonía, Penelas genera una demostración emotiva a la que no son ajenos los principios estéticos e ideológicos. </p><p>Columnista de los periódicos Galicia en el Mundo, Nueva Rioja y Diario Hispano Argentino, Penelas articula una prosa precisa y emotiva con la que se refiere a Roberto Santoro, periodista desaparecido por la última dictadura militar, en “Poeta con flor en la oreja”; a la dramaturga Alejandra Boero en “Mujer en un andamio” y al artista plástico Máximo Paz en “Hombre en Hollywood”, entre otros. </p><p>También rescata del anonimato a personajes entrañables de la ciudad de Buenos Aires como don Manuel Fernández Valle quien fue mozo del bar Astral, en la esquina de Viamonte y Rodríguez Peña, “que solía acercarse a la mesa con el puño de su mano izquierda en alto y la bandeja en la otra mano”. </p><p>Hay, además, dos textos conmovedores: “Hombre anarquista con sombrero” dedicado a Enrique Palazzo y “Mujer con niño en el regazo” que recrea a doña Pilar Freire, nacida en Mesón de Cabra, una inmigrante española que se radicó en la Argentina sin olvidar nunca a su tierra. </p>

Presentación del libro "Retratos"

Carlos Penelas presentará este miércoles 27 de agosto a las 18:30 hs. su nuevo libro, "Retratos", en la Delegación de la Xunta de ...

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Incidentes en el entrenamiento

Esta mañana un grupo de socios se acercó al predio de Villa Domínico durante el entrenamiento del equipo, increpó a los jugadores y volvió a colocar una bandera que ya había visto Troglio en su momento. Los hinchas fueron desalojados por la seguridad del predio mientras el Mono Navarro Montoya intermediaba para que los dichos no pasen a mayores.<br /><br /><br /><p align="center"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238879544657135330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc7wGVaY5dwcRYVC3dDuEMsVbq3xiOydHVLmMwfkpv6zEGSGtF779BcXWiD2R6N2fnekMf5_5a7-OGz4FBQUIPg4zoVcXV1YdeEt1-qJfbWckMMiF-4ivB4u1HvweujF5xLpJ4B-ndkRFm/s400/bandera473.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /> <em><span style="font-size:85%;">La bandera que hoy hizo su reaparición </span></em></p><p align="left">Mientras pensábamos nuestra editorial de esta semana nos preguntábamos qué bandera aparecería primero en el próximo partido de Independiente: ¿"Perdón Troglio" o "Borghi el domingo te recibiste de cagón"? Finalmente, la que reapareció fue aquella que hace unos meses también se veía por Domínico, tras el empate en la Bombonera, que decía "Poniendo + huevo se ganaba". </p><p align="left">Hubo fuertes cruces con el Toti Ríos, hinchas que lo increparon y cruces de palabras. Salió también detrás del alambrado Leandro Gioda a defender al plantel, mientras la gente era alejada por la seguridad del predio y el Mono Navarro Montoya, que se entrena en el club mientras se recupera de su lesión.</p><p align="left">Más tarde, en La Red, el Presidente Julio Comparada salía a poner paños fríos: "Se está exagerando demasiado. Tenemos que estar tranquilos porque el equipo ya demostró que puede jugar bien. Está a dos puntos del líder. No debería haber ninguna crisis." </p><p align="left">Respecto al entrenador, señaló: "Confío en su capacidad. Tenemos que estar contentos con tenerlo en el fútbol argentino. Confío, también en el plantel. Borghi tiene que buscar la regularidad. Lo que se hace por momentos lo haga durante todo el partido. No tengo dudas que Independiente va a ser protagonista del torneo". </p>

Incidentes en el entrenamiento

Esta mañana un grupo de socios se acercó al predio de Villa Domínico durante el entrenamiento del equipo, increpó a los jugadores y volvió a...

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Lo que ven es lo que hay

<div>El técnico de Independiente negó que se haya subestimado el clásico, y declaró respondiendo a las críticas: “Lo que tengo para proponer es esto que están viendo”. Además de paciencia, "a la gente le pido fe", agregó. "Cuando las cosas no funcionen seré el primero en reconocerlo.”</div><br /><div></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238870461548780562" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilYLGvH3XWMRfQOejbL3F4KQXpOnz-7NjqpPNSxN-36ltDqbrJEZy0bLSpgwYLLSpkMnLOwWSdB0vXyHU3xKLipAqNr_G9EhmiLpkKMJ-0WmW6dQY-D8B7aYqdXeCn3s_Ky3yAEdV-ghVP/s400/borghi232.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br /><div></div><div>Borghi salió a poner la cara luego de la estrepitosa jornada del domingo en la que Independiente jugó el peor clásico que se recuerde. Con el discurso de siempre, lo único que varió es en admintir que si no se ve más, es porque no hay. También se refirió a los tiempos, y por supuesto, a sentir la presión por haber jugado tan mal ante el clásico rival.</div><br /><div>“Por lo que dice la historia en el fútbol argentino hay menos tiempo para exponer lo que uno pretende. Los nervios, los miedos y las broncas llegan un poco más rápido. Estamos todavía en una etapa, no digo de formación porque yo tengo el plantel que quería, pero sí en una etapa en que del partido bueno al partido malo hay un trecho muy chiquitito. En eso hay que trabajar y convencer a los jugadores que se puede como ante Estudiantes y que no debería variar la parte anímica o el pánico a escena más grande”, señaló el entrenador.</div><br /><div>Nuevamente requerido por el tema de los cambios, intentó guardarse los motivos, aunque esbozó algunas respuestas: "No me gusta dar explicaciones porque cuando uno hace eso parece que está poniendo una excusa y uno lo que hace es leer lo que sucede en ese momento. Con Estudiantes saqué a Núñez porque el delantero pidió el cambio y no tenía otra variante parecida a lo que era él. Ante racing las segundas pelotas eran todas para ellos y los primeros veinte minutos nos metieron dentro del arco. La entrada de Calello fue para ver si nosotros podíamos ganar el medio y así jugar un poco más. Las demás variantes fueron porque nosotros no teníamos la pelota, por ningún motivo la podíamos sostener y con Ríos y Grisales intentamos conseguir que la pelota estuviera alejada de nuestro arco para no meternos tan atrás. Evidentemente no salió y se produjo al final el gol de una pelota que perdemos en ataque”, explicó en diálogo con Radio Del Plata.</div><br /><div>“Lo que yo trato de hacer es sacarle presión a los jugadores, sacarle responsabilidades y cada uno tiene la suya. Yo tengo la mía en cuanto a que los resultados no se dan, pero me da la sensación de que algunos jugadores no necesitan que los motives, otros que lo hagas un poco más pero es mi forma de vida. No creo que deba cambiarla por los resultados deportivos. Estoy convencido de lo que puede dar cada jugador y en base a eso es que exijo, pero no soy de empezar a insultar, levantar los brazos o quejarme porque entiendo que dentro de la cancha cada uno intenta hacer lo mejor”.</div><br /><div>Respecto al equipo, si bien había admitido que Independiente no jugó bien, también afirmó que no creía que racing "nos haya pasado por arriba futbolísticamente", y prefirió llevar el problema al plano táctico. "Mis equipos no son de tirar pelotazos ni de acorralar al rival de esa manera contra su arco. Yo utilizo otra forma y no quiero decir con esto que la forma de racing sea equivocada. Lo que no nos salió fue el hecho de jugar como equipo en una forma más ordenada y no poder manejar los momentos. El ímpetu de ellos nos jugó en contra, ellos no bajaron y eso quizás fue lo que más nos complicó”.</div><br /><div>Consultado acerca de si el Rojo subestimó al rival, el Bichi dijo que “puede pasar eso y se sabe que los partidos que parecen más fáciles son los que más se complican. El encuentro más difícil que tuvimos fue ante Estudiantes y fue el que mejor jugamos, pero eso es una cuestión mental. Puede pasar pero lo que más me preocupa es que en noventa minutos no nos pudimos sobreponer a lo que nos propuso racing”.</div><br /><div>Por último, un mensaje para la gente del Rojo: “El hincha de Independiente hace muchos años que está esperando un equipo del cual se sienta identificado. Quizás el nerviosismo de ellos se entiende a pesar de que creemos no estar tan mal aunque podríamos estar mejor. Quizás la eliminación de la copa los dejó más preocupados pero no me gusta jugar con la ilusión de la gente. Lo que tengo para proponer es esto que están viendo, me irá mejor en algunos partidos, no tan bien en otros pero es difícil mantener un buen nivel en varios encuentros. No digo que tengan paciencia sino que fe y en el momento que nosotros veamos que no funciona como debería voy a ser el primero en reconocerlo. Pero me parece demasiado pronto para hacerlo.”</div>

Lo que ven es lo que hay

El técnico de Independiente negó que se haya subestimado el clásico, y declaró respondiendo a las críticas: “Lo que tengo para proponer es e...

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