Independiente derrotó por 1 a 0 a Rosario Central con gol de Gabriel Ávalos y todavía sueña con meterse en la Sudamericana 2026, aunque sigue dependiendo de otros resultados.
En un año para el olvido, en el que deja de competir a mediados de noviembre, Independiente derrotó por 1 a 0 a Rosario Central, cumplió su oart para pensar en meterse en la Sudamericana 2026, aunque sigue dependiendo de otros resultados.
Con la llegada de Gustavo Quinteros se ve otra cosa en el campo de juego. Tiene un técnico, y parece haber encontrado a los jugadores, dentro de lo que tiene a disposición. Luego de una sequía de victorias, el Rojo ganó los últimos cuatro partidos, convirtió 8 goles y no le marcaron. En eso, le quitó el invicto a Riestra en su estadio, donde no caía hacía 27 partidos, y le quitó el invicto del semestre a Central.
Esta noche el equipo cumplió. Estuvo atado, jugó ante un rival sólido y más allá de que guardó algunos jugadores mostró por qué está arriba en la anual. El partido se hizo de ida y vuelta, y el Rey de Copas se sostuvo en una gran tarea en el medio de Fernández Cedrés y en la delantera de Santiago Montiel.
El único gol del partido llegó tras un muy buen centro de Facundo Zabala, quizás en su mejor partido desde que llegó al Club, y una hermosa palomita de Gabriel Ávalos. Nos acercábmos a la media hora de juego y el Rojo era merecedor de la ventaja.
En la segunda parte fue el Canalla quien tuvo las mejores chances, y fue Rodrigo Rey, con dos salvadas oportunas, Quién evitó el empate. Pudo haber aumentado Independiente si Galdames, Cabral o Tarzia hubieran estado finos en la definición, algo que no pasó en todo el año y menos hoy.
El final marcó un alivio para el Rojo, la expectativa para ver si se mete a la Sudamericana y la necesidad de construir desde cero el 2026.
Emiliano Penelas
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