Este punto en común entre un viaje frustrado de uno de los grandes del fútbol argentino y las urgencias protocolares presidenciales forman parte de la increíble historia por la que el equipo de Carlos Tevez no viajó a Estados Unidos para hacer el trabajo previo, al comienzo de la Copa de la Liga.
El final es conocido. El principio no tanto. Todo comenzó en octubre de 2022, cuando el Apache dirigía a Rosario Central. Allí conoció a Juan Carlos Olmos, director de partidos de la Liga Profesional. Pegaron buena onda. Olmos, además, es director de JC Eventos Deportivos Internacionales, Director de proyecto del Club Inter Academy Buenos Aires (vinculada a la entidad italiana de Milán), secretario de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino - ATFA San Isidro- y Director de Buenos Aires Cup, todo según figura en su perfil de Linkedin. Por su actividad de eventos internacionales, tiene contactos en Estados Unidos con la empresa Black & White INC y ahí se activó una idea.
Cuando todavía Tevez no tenía previsto dejar Rosario Central, Olmos le ofreció hacer una pretemporada en Tampa, Estados Unidos, con varios amistosos incluídos. Costo para el club: cero. Todo se financiaba con la venta de entradas,
sponsoreo y derechos de televisión. Sonaba tentador. Incluso, medios rosarinos anunciaron a finales de octubre de 2022 que Central haría la pretemporada en el exterior. Pero el Apache se fue del club ante la falta de refuerzos y todo quedó en la nada. Quedaron en contacto.
Tras la buena campaña en Independiente, que logró escapar de la zona caliente del descenso en la tabla anual, a finales de octubre de 2023, Adrián Rouco, el representante del técnico, comenzó las tratativas para la renovación del contrato. En paralelo, Tevez llamó a Olmos para saber si la propuesta que le había hecho el año anterior se podía realizar ahora.
Tevez contactó a Olmos con la dirigencia de Independiente y, tras varias negociaciones, acordaron la realización de una
pretemporada entre el 2 y el 19 de enero en Miami y tres amistosos: el 7 de enero con Sporting Cristal, de Perú; el sábado 13 contra Deportivo Cali de Colombia; y el viernes 19, ante Olimpia de Honduras. Sin costo de viajes y estadías para el club, que negociaría los derechos de televisión que, en principio, transmitiría ESPN. Por otro lado, el negocio para los organizadores era quedarse con el ingreso de la venta de entradas y la sponsorización del evento.
La primera señal de alerta fue cuando desde la empresa Black & White Inc., avisaron que no podían
tramitar la visa de los futbolistas que faltaban. Según la dirigencia del Club, se ocuparon ellos y lo solucionaron enseguida. Del otro lado, aseguran que al menos cuatro jugadores no iban a poder ingresar a Estados Unidos por causa penales pendientes, propias o de familiares.
Desde el Club, además, afirman que a mediados de diciembre, la empresa le pidió 100 mil dólares para pagar el chárter, porque en ese momento no podía desembolsar el dinero. Ante esta alerta, Néstor Grindetti y Cristian Ritondo, entre otros, enviaron a alguien del club a Miami, que constató que el hotel y las instalaciones existían, la reserva también,
pero no estaba paga.
El 2 de enero, el plantel se
entrenó por la mañana en el predio de Villa Domínico y ya se quedó ahí porque más tarde viajaban hacia Estados Unidos. La utilería ya tenía todo embalado. Pero el vuelo no estaba confirmado. El último intento de los organizadores fue contratar el avión de la Fuerza Aérea, que maneja LADE (Líneas Aéreas del Estado), que muchas veces utiliza la Liga Profesional para los partidos en el resto del país, como la final del Trofeo de Campeones en Santiago del Estero, para el traslado de miembros de la organización y también las ternas arbitrales. Pero apareció el pedido del ejecutivo y finalmente el viaje se canceló.
“Hemos decidido iniciar acciones judiciales por incumplimiento de contrato. Se trata evidentemente de una empresa sin escrúpulos que perjudicó a Independiente en su buen nombre”, le
dijo Néstor Grindetti, presidente del club, a Clarín.
En medio de todo esto, hay un detalle que la dirigencia del club evita comentar. ¿Qué pasó con la negociación con ESPN por los derechos de transmisión?
En el final del comunicado, Independiente destaca “la colaboración en todo momento de la Asociación de Fútbol Argentino y de la señal televisiva ESPN. quienes a la par del club fueron resolviendo los reiterados incumplimientos de la empresa denunciada”.
Clarín intentó al menos dos veces obtener la versión de Olmos pero no hubo respuestas. Sin embargo, fuentes cercanas al empresario aseguran que hubo un inconveniente en las negociaciones con la televisación entre el club y la señal de cable, que las charlas no terminaron en buenos términos y que la señal decidió finalmente no transmitir los partidos. Que por esa situación a la empresa se le cayeron varios
sponsors y no pudo solventar los gastos.
En el medio, las charlas de Grindetti con Claudio Tapia, presidente de la AFA, no solo para solucionar el conflicto sino también para buscar un lugar para hacer la pretemporada. Un conocido hotel de Cardales quedó descartado por el mal estado de las canchas. La salida, igualmente, era por Ezeiza pero no por el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini.
El trabajo empezó en el predio de la AFA y el descanso, en un hotel cercano.
La historia parece “La Gran estafa”. Pero no lo es, porque Independiente, en principio, no puso un peso. Tampoco ganó, igual que la empresa y sus gestores. Parece, finalmente, un negocio que no salió bien.