Gardel e Independiente: nota completa

<i>Adjuntamos la nota completa de la revista "¡¡¡Goles Goles!!!"  Nº 4, del 19/09/1946, en la que aparece la nota en la cual Mario Evaristo revela la simpatía de Carlos Gardel para con el Club Atlético Independiente de Avellaneda.</i><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLN05sb99xwATXzbYVd_bT5sznABUTO5zmGJrJ1Dq4TPhc-pMq6t2g5HK30H3BT_nzhOWlzGCpdStpOfNhwkBHrAdNewExcNSfZycfXfupWiP2ZvrIYii1pAiHdhYjfh5-CE0UU7fGqmg/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLN05sb99xwATXzbYVd_bT5sznABUTO5zmGJrJ1Dq4TPhc-pMq6t2g5HK30H3BT_nzhOWlzGCpdStpOfNhwkBHrAdNewExcNSfZycfXfupWiP2ZvrIYii1pAiHdhYjfh5-CE0UU7fGqmg/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON1.JPG" /></a></div> <br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwrKldba8Zt67CYgGp5otb2LJLtrqR0a_F90oHiPnLPib0vhJtGa9cFDMDcNC_DMRt8cGsPkMPlffTaWD3eThtNl5sAbsTNi1nJTCheKHHGFDyvuBIocXkOr4LYfL6vHTP-5Jtbc5ZG7k/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwrKldba8Zt67CYgGp5otb2LJLtrqR0a_F90oHiPnLPib0vhJtGa9cFDMDcNC_DMRt8cGsPkMPlffTaWD3eThtNl5sAbsTNi1nJTCheKHHGFDyvuBIocXkOr4LYfL6vHTP-5Jtbc5ZG7k/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON2.JPG" /></a></div> <br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4JLuhrcm5nhR-N-MKISt7BD1DhQ_WFXJ3ny9qhgssU7Vq-Q9BYsDmBKi29AVoaI76gaBhRgpmIIsYv-PlZtHQc8kyEC0DJvqVJBs2c6FsL4iC7Y5D8usQlbGc2lSNGGdUj0Ocy15uNOc/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON3+(1).JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4JLuhrcm5nhR-N-MKISt7BD1DhQ_WFXJ3ny9qhgssU7Vq-Q9BYsDmBKi29AVoaI76gaBhRgpmIIsYv-PlZtHQc8kyEC0DJvqVJBs2c6FsL4iC7Y5D8usQlbGc2lSNGGdUj0Ocy15uNOc/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON3+(1).JPG" /></a></div>  <br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEill37BRxzOvEacoipZfB95BRfD_3jaE5qyK3QFr_VWpxTsYHJ1iyl3fkEpPoIaQ7R8bBEIuqpVbBtEpgVJgHafNFgojg7vkBfxZomtQkmuodoKbzH8sDQ88YgdYwZllPEm6X0s0qdacCA/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON4.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEill37BRxzOvEacoipZfB95BRfD_3jaE5qyK3QFr_VWpxTsYHJ1iyl3fkEpPoIaQ7R8bBEIuqpVbBtEpgVJgHafNFgojg7vkBfxZomtQkmuodoKbzH8sDQ88YgdYwZllPEm6X0s0qdacCA/s1600/GARDEL_INDEPENDIENTEELGRANCAMPEON4.JPG" /></a></div> <div> <br /></div> <div> El crédito del descubrimiento queda para el coleccionista de Independiente marplatense Mauricio Curto, y la gentileza para El gran campeón, que ha publicado las imágenes.</div>

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Adjuntamos la nota completa de la revista "¡¡¡Goles Goles!!!"  Nº 4, del 19/09/1946, en la que aparece la nota en la cual Mario Ev...

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¿Gardel era del Rojo?

<i>Reproducimos la nota aparecida hoy en el Diario Olé a raíz del hallazgo de una publicación que habla de que Carlos Grdel habría sido hincha de Independiente, y un par de aclaraciones propias al respecto.</i><br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="http://www.ole.com.ar/futbol-primera/Gardel_OLEIMA20141009_0098_5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.ole.com.ar/futbol-primera/Gardel_OLEIMA20141009_0098_5.jpg" /></a></div> <br /> Siempre se dijo que Carlos Gardel era hincha de racing, pero desde los foros de Independiente difundieron el hallazgo de un coleccionista: una publicación en la que el Zorzal Criollo se declara fana del club. ¿En qué quedamos?<br /> <br /> La vida de Carlos Gardel es tan difusa que aún hoy se polemiza si nació en Toulouse (Francia) o en Tacuarembó (Uruguay). Cantante que perdura como un mito popular argentino, donde vivió desde su infancia hasta su muerte en Medellín (Colombia), ahora surgió otra polémica en torno a su vida: ¿de qué cuadro fue hincha? Siempre se dijo que el Zorzal Criollo era de racing. Sin embargo, en los últimos días, desde los foros y redes sociales, hinchas de Independiente <a href="http://www.lacalderadeldiablo.net/2014/10/gardel-de-independiente.html">difundieron un hallazgo</a> de un coleccionista del club: una antigua publicación en donde dicen que Carlitos era... ¡del Rojo!<br /> <br /> Si bien en la década del 20 y del 30, el fútbol ya era una pasión de multitudes, Gardel tenía al turf como su deporte favorito y al ídolo Irineo Leguisamo, su jockey amigo. Hasta le dedicó dos tangos a las carreras de caballos, llamados Palermo y el famoso <i>Por una cabeza</i>. Sin embargo, el que cada día canta mejor mantenía una conocida amistad con Pedro Ochoa, crack de racing y del fútbol argentino en el amateurismo y apodado Ochoíta por la tribuna. Esa relación siempre emparentó a Gardel con la academia, más allá de que el balompié no le atraía demasiado. Para confirmar el dato de su idolatría por dicho jugador, el popular cantante lo mencionaba en su canción "Patadura". La estrofa decía así: "...burlar a la defensa / con pases y gambetas / y ser como Ochoíta / el crack de la afición...".<br /> <br /> Sin embargo, en las últimas horas, surgió una novedad desde la vereda de enfrente de Avellaneda. Mauricio Curto, coleccionista marplatense y ex vicepresidente de la Subcomisión de Museo e Historia de Independiente en la gestión de Javier Cantero, difundió una nota periodística en la que se menciona a Gardel como hincha de Independiente. El que realiza declaraciones en dicha publicación es Mario Evaristo, un futbolista de aquellos años que jugó en el Rojo y también en la Selección Argentina que fue subcampeona del mundo en el Mundial de Uruguay de 1930. "Carlos era de Independiente. Se conmovía por el club", contaba Evaristo, quien también era amigo de Gardel.<br /> <br /> La cuestión es que esta polémica sirve para dividir una vez más a los hinchas de racing e Independiente en una historia de amor y despecho, ideal para un tango de Gardel...<br /> <br /> Fuente: Diario Olé.<br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://pbs.twimg.com/media/BzZVyy8CMAAK-uv.jpg:large" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://pbs.twimg.com/media/BzZVyy8CMAAK-uv.jpg:large" /></a></div> <b><br /></b> <b><span style="color: red; font-size: large;">Nota de La Caldera del Diablo</span></b><br /> Cremos que la nota aparecida hoy en Olé peca de tendenciosa. Así como menciona la amistad del Zorzar Criollo con "Ochoíta", Mario Evaristo, jugador de Independiente, también gozaba de la amistad de Carlos Gardel, de ahí que hable en la publicación que da origen a la polémica. Además, el cantante estuvo presente en el partido amistoso disputado entre el Rojo y el Barcelona de España, en 1928.<br /> <br /> Por último, en el tango "Patadura" (cuya letra no es de Gardel, sino de Enrique Carreras Sotelo), se menciona al máximo goleador del fútbol amateur argentino: Seoane, de Independiente, entre otros jugadores. Puede escuchar el hermoso tango al final del cortometraje <i>Lo llevo en la sangre</i>, <a href="http://www.lacalderadeldiablo.net/2010/08/lo-llevo-en-la-sangre.html">en este enlace</a>.

¿Gardel era del Rojo?

Reproducimos la nota aparecida hoy en el Diario Olé a raíz del hallazgo de una publicación que habla de que Carlos Grdel habría sido hincha ...

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Gardel, de Independiente

<i>La publicación fue difundida por las redes sociales. El hallazgo corresponde a un coleccionista marplatense, Mauricio Curto.</i><br /> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://pbs.twimg.com/media/BzZVyy8CMAAK-uv.jpg:large" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://pbs.twimg.com/media/BzZVyy8CMAAK-uv.jpg:large" /></a></div> <br /> <br />

Gardel, de Independiente

La publicación fue difundida por las redes sociales. El hallazgo corresponde a un coleccionista marplatense, Mauricio Curto.

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¡Leguizamón solo!

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Los aurinegros en Avellaneda

<p><em>A una semana del gran cásico rioplatense por Copa Libertadores, nuestro amigo y escritor Manuel Suárez Suárez comienza a palpitar el choque entre Independiente y Peñarol.</em> </p><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5574401903287240434" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1AAwGA-lvi6gIfTYFNNwbDP_NJMCEIUZ59cuDPGi_SySHxiBmAOFmT_TJuKijeAYSm5nFXknVk2F-tIlhBJH3XbcOAf5LvynXM8KWnTHNu19jixq_EdpZBmruW2sIXpYN_NtEp72vnJw/s400/n_20110208011533_ese_rival_llamado_penarol_125344.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 288px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" /></p><p>El jueves 24 los afortunados hinchas que puedan acercarse a la cancha de los “Rojos” disfrutarán de un partido emocionante porque se enfrentan dos grandes del fútbol sudamericano. Habrá juego limpio y buen fútbol que es lo que caracteriza a los dos equipos rioplatenses de Peñarol e Independiente. Es cierto que los montevideanos andan un poco flojos en los últimos tiempos y que los porteños se acaban de recuperar pero la sed de triunfo en la “Libertadores” mueve montañas.</p><p>Será un partido en el que durante noventa minutos se oirán los cantos de los aficionados y como siempre las críticas al árbitro pero al final las dos camisetas saldrán juntas charlando sobre lo sucedido y buscando un buen lugar para morfarse una pizza con un par de cervezas bien fresquitas. Los que de verdad sienten el fútbol reconocen cuando hubo suerte en un tiro al arco o cuando el rival jugó mejor. Solamente se calientan y con mucha razón si su equipo va al campo a boludear.</p><p>Siendo sincero tengo que reconocer que siempre quiero que gane mi equipo y mejor todavía si lo hace jugando bien. No soy de los que andan a vueltas con las disculpas cuando nos dan un baño, una paliza o un repaso. Hay días en los que se gana sin merecerlo y otros que se pierde de la misma forma. Hay partidos para recordar y otros para olvidar. Lo que todo buen futbolero no debe hacer es premiar con aplausos las cagadas de cualquiera de nuestros jugadores. Antes de nada hay que ser persona y después futbolista o cantor de tangos. Por cierto, mis amigos, me afirmo en que Carlos Gardel cada día canta mejor. </p><p>Manuel Suárez Suárez<br />Desde Galicia, especial para <strong>La Caldera del Diablo</strong> </p>

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A una semana del gran cásico rioplatense por Copa Libertadores, nuestro amigo y escritor Manuel Suárez Suárez comienza a palpitar el choque ...

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Es un afano, ¡suspendanló!

<em>En Uruguay jugaban las reservas de Tacuarembó y Danubio. En el entretiempo, los jueces fueron al vestuario y comprobaron que les habían robado todo. El partido fue suspendido.</em><br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382670942302719378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipcuTBCChvuUYJ8YVEsqQej-JD0M0N0TeeaRmpS9KPRGuoW_ItHLg6NhQ6Qgd0r1yBPETu2FI3d7KyJyaHEwxhkfvGaOx3_eLCQ37FaSkm2rxJtBexIZVjnfp148t7PP-Z5uqDJggijFU/s400/TacuaremboGoyenola.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" />En en estadio Goyenola de la tierra de Gardel, Tacuarembó le iba ganando por 1 a 0 a Danubio, en partido correspondiente al torneo de reservas del Uruguay. Al finalizar el primer tiempo, cuando la terna arbitral se dirigió al vestuario descubrió que había sido víctima de un hurto. <p>Faltaban tres pares de zapatillas, teléfonos celulares y unos 2000 pesos uruguayos (casi cien dólares). Inmediatamente radicaron la denuncia y la policía detuvo a un menor de edad, incautándosele los objetos robados, según informa el diario El País de Montevideo. Los jueces suspendieron el partido con la victoria parcial 1 a 0 de los locales.</p>

Es un afano, ¡suspendanló!

En Uruguay jugaban las reservas de Tacuarembó y Danubio. En el entretiempo, los jueces fueron al vestuario y comprobaron que les habían roba...

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Mario Benedetti: "Puntero izquierdo"

<em>Buen momento para hacer una pausa y leer un cuento futbolero del escritor uruguayo Mario Benedetti, escrito en 1954 y publicado originalmente en su primer libro de relatos, "Montevideanos" (1959).</em><br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364782406361847346" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2RU4jCpjDRcoSXHkhIBAx6Kp_RBlzmu9SMJjr-Y8b7w1FWXP2NnyGJJfWkIljtIrwdJ7hffn85DLXCyslEReGX_9wvd5YKwxSg1aAwYdVV2ulF0GmrkZvNg2YG9wZnxrVi3fujsE3qahO/s400/benedetti3.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Puntero izquierdo</span></strong><br /><em>A Carlos Real de Azúa</em><br /><br /><p>Vos sabés las que se arman en cualquier cancha más allá de Propios. Y si no acordate del campito del Astral, donde mataron a la vieja Ulpiana. Los años que estuvo hinchándola desde el alambrado y, la fatalidad, justo esa tarde no pudo disparar por la uña encarnada. Y si no acordate de aquella canchita de mala muerte, creo que la del Torricelli, donde le movieron el esqueleto al pobre Cabeza, un negro de mano armada, puro pamento, que ese día le dio la loca de escupir cuando ellos pasaban con la bandera. Y si no acordate de los menores de Cuchilla Grande, que mandaron al nosocomio al back derecho del Catamarca, y todo porque le había hecho al capitán de ellos la mejor jugada recia de la tarde. No es que me arrepienta ¿sabés? de estar aquí en el hospital, se lo podés decir con todas las letras a la barra del Wilson. Pero para jugar más allá de Propios hay que tenerlas bien puestas. ¿O qué te parece haber ganado aquella final contra el Corrales, jugando nada menos que nueve contra once? Hace ya dos años y me parece ver al Pampa, que todavía no había cometido el afane pero lo estaba germinando, correrse por la punta y escupir el centro, justo a los cuarenta y cuatro de la segunda etapa, y yo que la veo venir y la coloca tan al ángulo que el golerito no la pudo ni pellizcar y ahí quedó despatarrado, mandándose la parte porque los de Progreso le habían echado el ojo. ¿O qué te parece haber aguantado hasta el final en la cancha del Deportivo Yi, donde ellos tenían el juez, los línema, y una hinchada piojosa que te escupían hasta en los minutos adicionales por suspensiones de juego, y eso cuando no entraban al fiel y te gritaban: "¡Yi! ¡Yi! ¡Yi!" como si estuvieran llorando, pero refregándote de paso el puño por la trompa? Y uno haciéndose el etcétera porque si no te tapaban. Lo que yo digo es que así no podemos seguir. O somos amater o somos profesional. Y si somos profesional que vengan los fasules. Aquí no es el Estadio, con protección policial y con esos mamitas que se revuelcan en el área sin que nadie los toque. Aquí si te hacen un penal no te despertás hasta el jueves a más tardar. Lo que está bien. Pero no podés pretender que te maten y después ni se acuerden de vos. Yo sé que para todos estuve horrible y no precisa que me pongas esa cara de Rosigna y Moretti. Pero ni vos ni don Amílcar entienden ni entenderán nunca lo que pasa. Claro, para ustedes es fácil ver la cosa desde el alambrado. Pero hay que estar sobre el pastito, allí te olvidás de todo, de las instrucciones del entrenador y de lo que te paga algún mafioso. Te viene una cosa de adentro y tenés que llevar la redonda. Lo ves venir al jalva con su carita de rompehueso y sin embargo no podés dejársela. Tenés que pasarlo, tenés que pasarlo siempre, como si te estuvieran dirigiendo por control remoto. Si te digo que yo sabía que esto no iba a resultar, pero don Amílcar que empieza a inflar y todos los días a buscarme a la fábrica. Que yo era un puntero de condiciones, que era una lástima que ganara tan poco, y que aunque perdiéramos la final él me iba a arreglar el pase para el Everton. Ahora vos calculá lo que representa un pase para el Everton, donde además de don Amílcar, que después de todo no es más que un cafisho de putas pobres, está nada menos que el doctor Urrutia, que ése sí es Director de Ente Autónomo y ya colocó en Talleres al entreala de ellos. Especialmente por la vieja, sabés, otra seguridad, porque en la fábrica ya estoy viendo que en la próxima huelga me dejan con dos manos atrás y una adelante. Y era pensando en esto que fui al café Industria a hablar con don Amílcar. Te aseguro que me habló como un padre, pensando, claro, que yo no iba a aceptar. A mí me daba risa tanta delicadeza. Que si ganábamos nosotros iba a ascender un club demasiado díscolo, te juro que dijo díscolo, y eso no convenía a los sagrados intereses del deporte nacional. Que en cambio el Everton hacía dos años que ganaba el premio a la corrección deportiva y era justo que ascendiera otro escalón. En la duda, atenti, pensé para mi entretela. Entonces le dije el asunto es grave y el coso supo con quién trataba. Me miró que parecía una lupa y yo le aguanté a pie firme y le repetí que el asunto es grave. Ahí no tuvo más remedio que reírse y me hizo una bruta guiñada y que era una barbaridad que una inteligencia como yo trabajase a lo bestia en esa fábrica. Yo pensé te clavaste la foja y le hice una entradita sobre Urrutia y el Ente Autónomo. Después, para ponerlo nervioso, le dije que uno también tiene su condición social. Pero el hombre se dio cuenta que yo estaba blando y desembuchó las cifras. Graso error. Allí nomás le saqué sesenta. El reglamento era éste: todos sabían que yo era el hombre-gol, así que los pases vendrían a mí como un solo hombre. Yo tenía que eludir a dos o tres y tirar apenas desviado o pegar en la tierra y mandarme la parte de la bronca. El coso decía que nadie se iba a dar cuenta que yo corría pa los italianos. Dijo que también iban a tocar a Murias, porque era un tipo macanudo y no lo tomaba a mal. Le pregunté solapadamente si también Murias iba a entrar en Talleres y me contestó que no, que ese puesto era diametralmente mío. Pero después, en la cancha, lo de Murias fue una vergüenza. El pardo no disimuló ni medio; se tiraba como una mula y siempre lo dejaban en el suelo. A los veintiocho minutos ya lo habían expulsado porque en un escrimaye le dio al entreala de ellos un codazo en el hígado. Yo veía de lejos tirándose de palo a palo al meyado Valverde, que es de esos idiotas que rechazan muy pitucos cualquier oferta como la gente, y te juro por la vieja que es un amater de órdago, porque hasta la mujer, que es una milonguita, le mete cuernos en todo sector. Pero la cosa es que el meyado se rompía y se le tiraba a los pies nada menos que a Bademian, ese armenio con patada de burro que hace tres años casi mata de un tiro libre al golero del Cardona. Y pasa que te contagiás y sentís algo adentro y empezás a eludir y seguís haciendo dribles en la línea del córner como cualquier mandrake y no puede ser que con dos hombres de menos (porque al Tito también lo echaron, pero por bruto) nos perdiéramos el ascenso. Dos o tres veces me la dejé quitar pero ¿sabés? me daba un calor bárbaro porque el jalva que me marcaba era más malo que tomar agua sudando y los otros iban a pensar que yo había disminuido mi estándar de juego. Allí el entrenador me ordenó que jugara atrasado para ayudar a la defensa y yo pensé que eso me venía al trome porque jugando atrás ya no era el hombre-gol y no se notaría tanto si tiraba como la mona. Así y todo me mandé dos boleos que pasaron arañando el palo y estaba quedando bien con todos. Pero cuando me corrí y se la pasé al Ñato Silveira para que entrara él y ese tarado me la pasó de nuevo, a mí que estaba solo, no tuve más remedio que pegar en la tierra porque si no iba a ser muy bravo no meter el gol. Entonces, mientras yo hacía que me arreglaba los zapatos, el entrenador me gritó a lo Tittaruffo: “¿Qué tenés en la cabeza? ¿Moco?” Eso, te juro, me tocó aquí dentro, porque yo no tengo moco y si no preguntale a don Amílcar, él siempre dijo que soy un puntero inteligente porque juego con la cabeza levantada. Entonces ya no vi más, se me subió la calabresa y le quise demostrar al coso ése que cuando quiero sé mover la guinda y me saqué de encima a cuatro o cinco y cuando estuve solo frente al golero le mandé un zapatillazo que te lo boliodire y el tipo quedó haciendo sapitos pero exclusivamente a cuatro patas. Miré hacia el entrenador y lo encontré sonriente como aviso de Rider y recién entonces me di cuenta que me había enterrado hasta el ovario Los otros me abrazaban y gritaban: “¡Pa los contras!”, y yo no quería dirigir la visual hacia donde estaba don Amílcar con el doctor Urrutia o sea justo en la banderita de mi córner, pero en seguida empezó a llegarme un kilo de putiadas, en la que reconocí el tono mezzosoprano del delegado y la ronquera con bitter de mi fuente de recursos. Allí el partido se volvió de trámite intenso porque entró la hinchada de ellos y le llenaron la cara de dedos a más de cuatro. A mí no me tocaron porque me reservaban de postre. Después quise recuperar puntos y pasé a colaborar con la defensa, pero no marcaba a nadie y me pasaban la globa entre las piernas como a cualquier gilberto. Pero el meyado estaba en su día y sacaba al córner tiros imposibles. Una vuelta se la chingué con efecto y todo, y ese bestia la bajó con una sola mano. Miré a don Amílcar y al delegado, a ver si se daban cuenta que contra el destino no se puede, pero don Amílcar ya no estaba y el doctor Urrutia seguía moviendo los labios como un bagre. Allí nomás terminó uno a cero y los muchachos me llevaron en andas porque había hecho el gol de la victoria y además iba a la cabeza en la tabla de los escores. Los periodistas escribieron que mi gol, ese magnífico puntillazo, había dado el más rotundo mentís a los infames rumores circulantes. Yo ni siquiera me di la ducha porque quería contarle a la vieja que ascendíamos a Intermedia. Así que salí todo sudado, con la camiseta que era un mar de lágrimas, en dirección al primer teléfono. Pero allí nomás me agarraron del brazo y por el movado de oro le di la cana a la bruta manaza de don Amílcar. Te juro que creía que me iba a felicitar por el triunfo, pero está clavado que esos tipos no saben perderla. Todo el partido me la paso chingándola y tirando desviado o sea hipotecando mis prestigios, y eso no vale nada. Después me viene el sarampión y hago un gol de apuro y eso está mal. Pero ¿y lo otro? Para mí había cumplido con los sesenta que le había sacado de anticipo, así que me hice el gallito y le pregunté con gran serenidad y altura si le había hablado al delegado sobre mi puesto en Talleres. El coso ni mosquió y casi sin mover los labios, porque estábamos entre la gente, me fue diciendo podrido, mamarracho, tramposo, andá a joder a Gardel, y otros apelativos que te omito por respeto a la enfermera que me cuida como una madre. Dimos vuelta una esquina y allí estaba el delegado. Yo como un caballero le pregunté por la señora, y el tipo, como si nada, me dijo en otro orden la misma sarta de piropos, adicionando los de pata sucia, maricón y carajito. Yo pensé la boca se te haga un lago, pero la primera torta me la dio el Piraña, aparecido de golpe y porrazo, como el ave fénix, y atrás de él reconocí al Gallego y al Chiche, todos manyaorejas de Urrutia, el cual en ningún momento se ensució las manos y sólo mordía una boquilla muy pituca, de ésas de contrabando. La segunda piña me la obsequió el Canilla, pero a partir de la tercera perdí el orden cronológico y me siguieron dando hasta las calandrias griegas. Cuando quise hacerme una composición de lugar, ya estaba medio muerto. Ahí me dejaron hecho una pulpa y con un solo ojo los vi alejarse por la sombra. Dios nos libre y se los guarde, pensé con cierta amargura y flor de gusto a sangre. Miré a diestro y siniestro en busca de S.O.S. pero aquello era el desierto de Zárate. Tuve que arrastrarme más o menos hasta el bar de Seoane, donde el rengo me acomodó en el camión y me trajo como un solo hombre al hospital. Y aquí me tenés. Te miro con este ojo, pero voy a ver si puedo abrir el otro. Difícil, dijo Cañete. La enfermera, que me trata como al rey Farú y que tiene, como ya lo habrás jalviado, su bruta plataforma electoral, dice que tengo para un semestre. Por ahora no está mal, porque ella me sube a upa para lavarme ciertas ocasiones y yo voy disfrutando con vistas al futuro. Pero la cosa va a ser después: el período de pases ya se acaba. Sintetizando, que estoy colgado. En la fábrica ya le dijeron a la vieja que ni sueñe que me vayan a esperar. Así que no tendré más remedio que bajar el cogote y apersonarme con ese chitrulo de Urrutia, a ver si me da el puesto en Talleres como me habían prometido.</p><strong>Mario </strong><strong>Benedetti</strong><br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364831790835525170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJWvhkNdXlr5uklqpotDGCMfNQe5_tcEVt6Vw6pitB5rPLRBFhsxFhmbslCKpLIUGiDvhyvJPXQVbDElLYikgHdQWK81lR3OiDRvG7J0E5nwKRk4ZLhxeNO3diR0tQMFj-iN-oyS7xaSh9/s400/Montevideanos.bmp" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 262px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /><br /><strong><span style="font-size:130%;">Biografía</span></strong><br /><a href="http://www.palabrasverdaderas.org/">Mario Benedetti</a> nació en Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó, República Oriental del Uruguay, el 14 de septiembre de 1920. Fue integrante de la "Generación del '45", a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros.<br /><p>Entre 1938 y 1941 residió en Buenos Aires. En 1945 integró la redacción del semanario uruguayo <em>Marcha</em>. En 1949 publicó <em>Esta mañana</em>, su primer libro de cuentos, y un año más tarde, los poemas de <em>Sólo mientras tanto</em>. En 1953 apareció su primera novela, <em>Quién de nosotros</em>, pero fue con el volumen de cuentos <em>Montevideanos</em>, publicado en 1959, que tomó forma la concepción urbana de su obra narrativa.</p><p>Con <em>La tregua</em>, que apareció en 1960, Benedetti adquirió trascendencia internacional. La novela tuvo más de cien ediciones, fue traducida a diecinueve idiomas y llevada al cine por Sergio Renán, en 1974, siendo la primera película argentina nominada al Oscar de Hollywood. </p><p>En 1973 Benedetti debió abandonar su país por razones políticas y residió en la Argentina, Perú, Cuba y España. En 1987 recibió el Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela <em>Primavera con una esquina rota</em>, en 1999 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y en 2005 el Premio Internacional Menéndez y Pelayo. También obtuvo cuatro Doctorados Honoris Causa otorgados por las universidades de Alicante, de Valladolid, de La Habana y de la República de Montevideo. </p><p>Su obra poética ha sido recogida en <em>Inventario Uno</em> (1950-1985), <em>Inventario Dos</em> (1986-1991) e <em>Inventario tres</em> (1991-2001), al igual que sus <em>Cuentos completos</em> (1994), editados por Planeta.</p><p>Benedetti falleció en la ciudad de Montevideo, el 17 de mayo de 2009.</p>

Mario Benedetti: "Puntero izquierdo"

Buen momento para hacer una pausa y leer un cuento futbolero del escritor uruguayo Mario Benedetti, escrito en 1954 y publicado originalment...

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Navarro Montoya seguirá en Tacuarembó

<em>Pese al atraso de los sueldos en el equipo charrúa y las discusiones con el presidente del club (hay rumores que hablan de trompadas en el vestuario), el Mono Navarro Montoya aseguró desde Buenos Aires, donde se recupera de una gripe, que no dejará Tacuarembó. </em><br /><em><br /></em><em></em><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5327012326499262322" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEljct-JTueehYpieYVUixOUl61E4sDrpkjmLpt_gtfYd-WFUMZ81lI2PA3CaZvbZFfCIhMdroXMK1pDS_XbQpzZxcSc9Um5bwHzl6oNl35OQT4Zpzm-JS72nyKIYHGyL3TsksuH4xUySj/s400/86103.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 380px; CURSOR: hand; HEIGHT: 264px; TEXT-ALIGN: center" /><br /><p>El presidente de Tacuarembó dijo que las discusiones mantenidas con el plantel y en especial con su máximo referente, el ex arquero del Rojo, Carlos Navarro Montoya, <a class="titulares_h1">"pasa hasta en las mejores familias".</a></p><p>El Mono se encuentra en Buenos Aires, recuperándose de una gripe, y aseguró a la prensa uruguaya que una vez recuperado volverá a entrenarse con el equipo. Mientras, en la ciudad de Gardel, el presidente del club, Daniel Albernaz, expresó que lo ocurrido el sábado fue "una simple discusión pasional de fútbol". </p><p>¿Qué pasó? Según el diario El País de Montevideo, tras el partido en el que Tacuarembó, sin la presencia de Navarro Montoya, empató 1 a 1 ante Juventud de Las Piedras, se supo que el arquero argentino, además de padecer un estado febril que lo alejó del encuentro, sostuvo una fuerte discusión con Albernaz. Al parecer, en nombre de todo el plantel, el Mono le reclamó al titular de Tacuarembó por atrasos en los sueldos. Ante esto, el dirigente le increpó por la floja actuación que hasta el momento ha tenido el equipo y muchos dicen que tal altercado termino a golpes de puño. </p><p>"Se nos hizo un comentario fuera de lugar. Pero son cosas de fútbol que pasan hasta en las mejores familias. Nada extraordinario", dijo el dirigente al periódico, y agregó que "por encima de todo, jugadores o dirigentes, está el club y eso es lo que importa". El arquero, desde Buenos Aires, subrayó que no va "a dejar Tacuarembó". </p>

Navarro Montoya seguirá en Tacuarembó

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El Mono jugará en las tierras de Gardel

<em>Carlos Fernando Navarro Montoya, a punto de cumplir 43 años, fichó para Tacuarembó, de Uruguay. El ex arquero del Rojo había vuelto a entrenarse en el Club para recuperarse de una lesión que lo alejó más de un año de las canchas.</em><br /><em></em><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294691451428857746" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWeKVa2WxiX-DjUm41YogUPvsmXaJslel1rtaQlj_ChqDZLCwKUYx-akvZLNuEFOMp5mzObTwUeOpfD2Rgx81Qm7e-3L5iym-6Oq7DLRM1tRnOpP_Q6GYJmqm3W5OcnU369YLntnB8wPUJ/s400/0123_montoya_g_jpg_1121220956.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 275px; TEXT-ALIGN: center" /><br /><br />Lejos de retirarse, a pesar de la última lesión que lo mantuvo lejos del fútbol durante más de un año, el Mono Navarro Montoya seguirá su carrera del otro lado del charco, en Tacuarembó, la tierra de Carlos Gardel, 390 km al norte de Montevideo.<br /><p>El técnico de su nuevo equipo, Carlos Manta, recibió con buenos ánimos su llegada: "Contar con un hombre de su trayectoria, que llegó a ser de los mejores goleros del fútbol argentino, constituye un gran respaldo en el marco de este nuevo proceso que abordará el club con mayoría de futbolistas juveniles". </p><p>Tacuarembó milita en la primera división del fútbol uruguayo, y marcha décimo en el Apertura 2008, que se reanudará en febrero.</p><p>Nacido en 1966, en la misma ciudad en la que murió "el Mudo", Medellín, el Mono debutó en Vélez a los 18 años. Luego en la Argentina pasó por Boca, Independiente, Chacarita Juniors, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Nueva Chicago y Olimpo de Bahía Blanca. También jugó en el fútbol español (Extremadura, Mérida y Tenerife), chileno (Deportes Concepción) y el brasileño (Atlético Paranaense). </p><p>Luego de su <a href="http://lacalderadeldiablo.blogspot.com/2007/10/fuerza-mono.html">lesión</a> en Olimpo (debió operarse de una rotura de ligamentos producida en octubre de 2007) estuvo <a href="http://lacalderadeldiablo.blogspot.com/2008/03/el-mono-se-recupera-en-independiente.html">entrenándose</a> con Independiente, donde dejó un muy buen recuerdo de su paso, en las temporadas 2004/05.</p>

El Mono jugará en las tierras de Gardel

Carlos Fernando Navarro Montoya, a punto de cumplir 43 años, fichó para Tacuarembó, de Uruguay. El ex arquero del Rojo había vuelto a entren...

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De maromas y carajos

Reproducimos el siguiente artículo de Carlos Penelas, que habla de la situación actual del país y el mundo. Nos corremos un poco del fútbol, sin dejar de lado a Independiente, siempre presente.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5260197465534241378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPhettas6f0PN7gSHRv4TalwoTl9RumzbPKHNkSm6JMMUOTYuIFtX75oOFFKA_gu0ShYPVf-HZxpjBnv0JGWBjq9rjSM7f73BXzz6DMBV0tam4L2eMocki0hms7YQJ9R7LGIoLQVs1eZ4/s400/UL_911622_12059022281_l.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 384px; CURSOR: hand; HEIGHT: 256px; TEXT-ALIGN: center" /><br />Hace mucho tiempo, tal vez demasiado, que venimos hablando de lo mismo. Nadie escucha, nadie desea enterarse. Ya lo señaló Gregorio Marañón en <em>Amiel, Estudio sobre la timidez</em>. Los seres emblemáticos, los arquetipos, no sirven de nada. El populacho, la plebe o los caballeros normandos hacen sus apuestas en otra mesa. Siempre. Luego viene el olvido, la conveniencia, el oportunismo. Cada uno atiende su juego. Que el porcentaje de voluntarismo es el noventa por ciento, que es el veinte, que es el cinco. Que la capacidad es del quince. En fin, que cada uno se cuida el trasero. En los centros gallegos, entre los políticos, en la familia. Esto se dijo en La Rioja y en Montevideo, en Vigo o en Viamonte y Rodríguez Peña. Lo hablé con la encantadora Paula, con Mónica y otras amigas. Con las secretas y con las presentables. Lo conversamos con profesores y poetas, con diarieros y con parrilleros. Hablando de diarieros. Arturo, es hijo de gallegos y de Independiente, me contó donde quedaba un “bulo” de Gardel. Uno de estos días iré a verlo. Los diarieros son seres diferentes a los ferreteros o a los boticarios. El diariero tiene la filosofía de la calle, de la observación. Son parte de la picaresca porteña pero también del mundo metafísico de la ciudad. Por eso hablo con Arturo, mi diariero. Que además es del Rojo, que nació en Avellaneda como yo, que es hijo de gallegos.<br /><br />El ser humano es imbécil. Lo triste es que se cree feliz, se siente contento. Lula señaló que “tal vez sea la mayor crisis de la historia del mundo”. Es una opinión, que duda cabe. “Esta crisis es como cien huracanes desatados”. Esto lo dijo Evo Morales. Mientras esto sucede se juega al fútbol, los servicios de inteligencia siguen trabajando, los actores pasan hambre, los santos son recordados y se discute si Pío XII era bueno o malo. “Se está hundiendo el mundo unipolar”, remarcó el Chávez. Mientras tanto una cumbre mundial buscará evitar otro colapso. Esta vez sin Dominique Strauss-Kahin. Menos mal que están Bush y Sarkozy para ayudar a millones de personas que quieren escapar de la pobreza. Un plan de salvataje de tres hojas se convirtieron en cuatrocientas. Y aquí estamos. Menos mal que el anarquismo no existe más. Menos mal.<br /><br />Los anarquistas, querido lector, no hicieron nada en esto. Las fábricas de armas, las drogas, la efedrina, los condones, los prostíbulos, los crímenes, las guerras, los saqueos despiadados, las mesas de dinero o las picanas eléctricas no son inventos de los ácratas. Aquí se dijo: “Quédense tranquilos, no es el fin del capitalismo. Va a venir otro.” Interesante. Mientras tanto según informes recientes, el 32,3 % de nuestra población “no satisface sus necesidades básicas.” Es decir pasa hambre, miseria, humillación. Alguien dirá: “hay cosas peores”. Seguro. En Barcelona crece la mala leche: el 58 % de los varones españoles posee esperma de baja calidad “que no alcanza los valores que fija la OMS”. Los mercados trabajan sobre lo virtual, como las hembras catalanas.<br /><br />Casi un millón doscientos mil japoneses, jóvenes, se borraron de la historia. Están hartos del sistema. No salen del cuarto, algunos ante un fracaso amoroso, las faltas de expectativas o una circunstancia escolar, eligen el suicidio. Estos jóvenes desprecian el poder, el dinero, la realidad exterior. Se denominar hikikomori, es decir, inhibición y aislamiento. Viven absortos en su planeta, en su cosmos, con Internet. No acuden a espectáculos, no acuden a los colegios. Todo es online. La promiscuidad urbana los lleva a la soledad. No la nobleza de la soledad de la poesía oriental, de su bella tradición. Fragmentación y demencia.<br /><br />Otro día les hablaré del mariscal Potemkin y del lecho de Catalina II de Rusia. Otro día les hablaré de Jorge Gronda, jujeño, que fue galardonado por la ONU, por su trabajo entre los más humildes, el médico que atiende las mujeres pobres con cáncer. Otro día hablaremos del doctor Laureano Maradona, otra vez. Sí, otra vez.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5260197464478023810" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU3ud7ym9J1h7Tjag_yBO0qZiqRdD62TDjUzBDri-Ern501MJ9jRS41vmC-1PThBF033TClaQTSqoG1gRNq5qTRqSH6jL4GClZxqvAEuCstoiFkjzq-ILAdZ-8rqnj8jnqo5Z6xHWd3d0/s400/UL_911622_12059022382_l.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 384px; CURSOR: hand; HEIGHT: 256px; TEXT-ALIGN: center" /><br />(Navegante, piloto, marinero, nauta. Barco, bajel, embarcación, buque, navío. Navío, del latín <em>navigium</em>. Barco grande de cubiertas destinado para viajar por alta mar. Maroma de esparto.)<br /><br />En los antiguos navíos había ciertas cuerdas que permitían manejar el velamen. Las cuerdas más gruesas se denominaban maromas. Muchas veces debían ser manipuladas por varios hombres. Si quedaban sueltas, por desidia, una de ellas al moverse podía arrojar a las aguas a un hombre si lo golpeaba. Los marineros solían advertir ante un peligro: “Se viene la maroma.” Eso lo escuchaba de niño, en los labios de mi madre.<br /><br />En aquellos barcos de otros tiempos al tripulante indisciplinado se lo enviaba “al carajo” que era el lugar incómodo del vigía. Estaba ubicado en el palo mayor, como un símbolo. Luego uno en la vida manda (y es enviado) reiteradas veces a muchos personajes insoportables a ese lugar. Y con los tiempos que corren podemos afirmar que se viene la maroma y otra vez nos vamos al carajo. Recuerdo, amigo lector, en esto los libertarios no fueron responsables.<br /><br />Carlos Penelas<br />Buenos Aires, octubre de 2008<br /><a href="http://www.carlospenelas.8k.com/">http://www.carlospenelas.8k.com/</a>

De maromas y carajos

Reproducimos el siguiente artículo de Carlos Penelas, que habla de la situación actual del país y el mundo. Nos corremos un poco del fútbol,...

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Andá a cantarle a Gardel

<div>Argentina arrancó como para golear pero Uruguay volvió a plantear dudas en el equipo de Basile sobre el final del primer tiempo. En la segunda parte ni siquiera se jugó, y el balance sólo arroja una victoria, festejada después de cuatro empates y una derrota. Así son los clásicos. </div><br /><div></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5256039616078640338" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIrdD4ZS__WmMv41wkpXRLrUNmG-U8RkFMGG06GN89Jxofh8s4ClUtehNzodUwmbxBxNSRgbsO8VCS3aLaP62l2m0cvJ6mX1BOUFES5S2TEJIJp7wkzYZv_8jEsFAhvVaKs9B6jcKVcTY/s400/aguero.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br /><div></div><div>Si el Mudo era uruguayo, francés o argentino poco importa a esta altura del partido. Cuando los clásicos se luchan, se pelean y no se pueden jugar bien, lo mejor que te puede pasar es ganarlos. Y Argentina, que necesitaba una victoria como el aire, hizo lo justo como para llevarse los tres puntos. Basile podrá respirar, y el clima se distenderá un poco en los próximos meses.</div><br /><div>En los primeros minutos del encuentro la Selección parecía que iba camino a una goleada ante el vecino rioplatense. Activo, ágil y efectivo, el equipo del Coco quería borrar la mala imagen de cinco partidos sin ganar. Dos goles rápidos, primero Messi, luego Agüero, auguraban una tarde de fútbol y goles para la albiceleste vestida de azul. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos y el ritmo de juego aflojaba, Uruguay se envalentonó y sin ser en ningún momento un equipo que genere peligro real, destapó viejas falencias y errores de la Argentina. </div><br /><div>Así, sobre el final de la primera etapa, cuando ya parecía lejana la ilusión de golear, apareció Diego Lugano por el medio del área chica para tocar un centro atrás que dejó sin chances a Carrizo y poner las cosas 2 a 1. </div><br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5256039617518446754" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoKMpJmsGiwLD9uml3HUdNgoF7MQCVE3nqOsKXIyFzo40hFPyqZU6zwTyvoMVvSsb-JVoxoEy6gOOc4bFxd8sTNLRvKWK6GxXAFTAmzwVP8sK_xKAhOw_xREdI3yNetLoxkTAVxitgM4o/s400/tevez.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br /><div>En la segunda parte, el fútbol pasó a un segundo o tercer plano. Un partido malísimo, aburrido y pésimamente jugado por los dos equipos, que se dedicaron más a pegar que a otra cosa, favorecidos por el flojísimo arbitraje del paraguayo Torres, quien a pesar de repartir amarillas a diestra y siniestra, siempre eran por demorar, adelantarse en una barrera o tirar la pelota lejos, pero nunca por las graves y alevosas infracciones que llegaban sobre todo desde el once charrúa. </div><br /><div>Carlos Tevez, de lo mejor de un partido sin figuras rutilantes, fue el que se destacó más por empuje, presencia y perseverancia. El Kun Agüero, de buen primer tiempo, debió salir con una molestia promediando el segundo. Riquelme, Mascherano y Tevez se perderán el próximo encuentro, ante Chile, el miércoles.</div><br /><div></div><div>Emiliano Penelas</div>

Andá a cantarle a Gardel

Argentina arrancó como para golear pero Uruguay volvió a plantear dudas en el equipo de Basile sobre el final del primer tiempo. En la segun...

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Editorial 59 - "Cualquier roto es Antonio Prieto"

<div align="left">Ser y parecer, decir algo y no revalidarlo, idas y vueltas. Lo que pudo ser y no fue, el éxito o el fracaso.<br /><br /></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3-BzDJEraKTYZjaHpyCsifVUro2bAA9x4wx_zHxIO6-RQCL3zS_DCpkzZ8gLLp_7GJikZP-HHIroqcjySnLLkTtNWXniE-YRmIQhL9mXXjs7nzRxSC10EMI6aKW0OcgA_iCoRnIGsg5g/s1600-h/Antonio+Prieto.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5254417842166071218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3-BzDJEraKTYZjaHpyCsifVUro2bAA9x4wx_zHxIO6-RQCL3zS_DCpkzZ8gLLp_7GJikZP-HHIroqcjySnLLkTtNWXniE-YRmIQhL9mXXjs7nzRxSC10EMI6aKW0OcgA_iCoRnIGsg5g/s400/Antonio+Prieto.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /></a><br />La frase la dijo un amigo mío, poeta lunfa, de rioba y con códigos, cuando conoció la salida de Claudio Borghi. No es hincha de Independiente, pero recordaba bien a aquel chileno que cantaba -entre otras- "La Novia", "Cuando calienta el sol" y "El Reloj", con las que se hizo tremendamente popular en toda iberoamérica. Es que la voz de Antonio Prieto, además de enamorar a las jovencitas y hacer suspirar a sus madres que querían verse "blancas y radiantes", impulsaba a más de un muchacho a querer ser como él.<br /><br />La sentencia recordatoria del cantante no hace más que ironizar sobre la desilusión que significó el paso de Borghi por el fútbol argentino. Quizás tenga revancha -él mismo lo ha sugerido, aunque aclarando que será "menos benévolo"- y le vaya mejor en otro lado. Ojalá así sea, es un buen tipo, fue amable en su estadía, pero lamentablemente pregonó algo que en los 17 partidos que dirigió no se vio.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5254627733990148034" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiw6oKLMgKx5Z0oYnQ8-iEybFVxnKo08gJdz5ewCN1bwVycO9qt3HRBgRTtjxbEeeRg89_feOjVlscgedMVuYltYht5UGPZhbCI7RqmFC9cFV7wBx3lzzKUvf9GREqyFzvU7nJ154uQzwA/s400/auto+-+su+ruta.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /> <p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Su ruta. Borghi, temeroso de los aviones,<br />debe haber encaminado su Mercedes hacia Chile</span></em></p>Quizás también él deba hacer una autocrítica y admitir que su "inocencia" con el medio local sea parte de venir de un fútbol mucho menos competitivo en donde tres o cuatro equipos dirimen los torneos y el resto están a años luz, con estadios pequeños, sin una afición que presione y que sólo se paran en la cancha esperando no ser goleados por los grandes.<br /><br />"Muerto el perro se acabó la rabia" es la frase que dejó el ex entrenador para irse. Cargada de ironía, nuevamente, sabiendo también que el plantel -que él ayudó a armar luego de nueve incorporaciones a mitad de año- no rendía como esperaba, y que las falencias, las vimos todos, no se solucionan sólo con su partida.<br /><br />Difícil tarea la de Miguel Ángel Santoro, que siempre está ahí para ponerle el pecho a la balacera. Esta vez podrá planificar las incorporaciones y posibles salidas, ritmos de entrenamiento, pretemporada, etc. Además, tendrá espaldas más anchas para poder trabajar tranquilo. Es que, volviendo a los cantantes, Pepé no será Gardel, pero tampoco se pone el traje del Mudo.<br /><br />Conoce el paño, y deberá seguramente tomar algunas determinaciones drásticas para que alguno de los jugadores esté en sus últimos partidos en Independiente. Podrá promover juveniles, porque también conoce las inferiores. Y sobre todo, aunque no brille de entrada, sabrá poner un poco de orden, rescatará algunos buenos resultados, y una vez que todo esté más o menos estable, se podrá comenzar a exigirle más. Por ahora, nadie hace milagros.<br /><br />Emiliano Penelas

Editorial 59 - "Cualquier roto es Antonio Prieto"

Ser y parecer, decir algo y no revalidarlo, idas y vueltas. Lo que pudo ser y no fue, el éxito o el fracaso. La frase la dijo un amigo mío, ...

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