0
Eduardo Bolaños nos complace nuevamente con la historia grande del Rojo y el recuerdo de la Libertadores '73, que sería la última de  Santoro y la primera de Bochini. Mirá el festejo de los hinchas en el puerto de Buenos Aires y las históricas palabras de Pepé en la recepción de Cámpora al plantel.


Eran días agitados en nuestro país aquellos primeros de junio de 1973. Se vivía la euforia por el regreso de la democracia, ya que el 25 de mayo había asumido Héctor Cámpora como Presidente, en un mandato que duraría apenas un suspiro. Pero la agitación también estaba en la vereda del fútbol, donde Independiente había iniciado en el mes de abril, la defensa de la Copa Libertadores, ingresando en la zona semifinal, que compartió con dos duros oponentes como Millonarios y San Lorenzo, bicampeón vigente del torneo local.

La historia no comenzó bien para el Rojo, ya que fue derrotado en Bogotá 1-0 en la apertura del grupo. Cuando volvió a presentarse, la situación era compleja, porque sus dos adversarios ya se habían enfrentado en sus cotejos de ida y vuelta y ambos sumaban tres puntos. El 26 de abril, Independiente recortó la diferencia, al superar a Millonarios 2-0 con goles de Pavoni y Balbuena, dejándolo fuera de competencia y reduciendo la chance de ser finalista a los cuadros argentinos.


La noche del 2 de mayo era clave. Debía visitar a San Lorenzo y en caso de ser derrotado, se quedaba afuera. Fue tan parejo y disputado como se esperaba y el 2-2 le agregó más suspenso a la situación, que se definiría el 9 de mayo en la mítica doble visera. San Lorenzo seguía con la ventaja, porque el empate lo depositaba en la final, buscando su primera Copa Libertadores, pero la mística pudo más e Independiente se impuso por 1-0 con un recordado golazo de Giachello, quien clavó un tremendo zurdazo, superando la resistencia de Irusta.

En la final esperaba Colo Colo, con la base de la muy buena selección chilena, que lograría meses más tarde el pasaje al Mundial 1974 ante la Unión Soviética, en un partido plagado de situaciones curiosas. La ida fue empate en uno en Avellaneda, donde el cuadro trasandino mostró buen juego y personalidad. Mario Mendoza abrió el score y Pancho Sa en contra, decretó el resultado final. El desquite en Santiago no tuvo goles ni emociones, por lo que la definición pasó a campo neutral: El 6 de junio en el Centenario de Montevideo.


Para congraciarse con el público local, los futbolistas de Colo Colo ingresaron al campo de juego con Sergio Catalán, el humilde arriero que había sido decisivo para la increíble y cinematográfica salvación de los rugbiers uruguayos perdidos en la montaña, tras más de 70 días en condiciones inhóspitas. A los 25 Mario Mendoza puso el 1-0 con un toque corto dentro del área, pero apenas 15 minutos más tarde el implacable goleador Carlos Caszely colocó el 1-1. Todo fue tan nivelado que debió recurrirse al tiempo suplementario para determinar al campeón. Y fue allí donde apareció la historia roja, cuando a los 106, tras una serie interminable de rebotes, Miguel Ángel Giachello envió el balón al fondo de la valla defendida por el excelente Adolfo Nef.


Tras superar a duros oponentes, Independiente conservaba la Copa Libertadores. Un certamen que dejó dos datos para la historia: Fue la última de Miguel Santoro y la primera de un pibe que iba a alzar el trofeo cuatro veces, un tal Ricardo Bochini, que hizo su debut nada menos que en el tercer partido final. Con el sello de los elegidos.

Formación de la final: Miguel Santoro; Eduardo Commisso, Miguel Ángel López, Francisco Sa, Ricardo Pavoni; Rubén Galván, Miguel Raimondo, Alejandro Semenewicz; Daniel Bertoni, Eduardo Maglioni (Ricardo Bochini), Mario Mendoza (Miguel Giachello). DT: Humberto Maschio

Eduardo Bolaños
Twitter: @Edu_sport
Especial para La Caldera del Diablo


La llegada de los hinchas

Santoro: "El equipito ahí arriba"
En la recepción del entonces presidente Cámpora al plantel Rojo, Pepé Santoro se despachó con una frase para la historia: "Independiente a principios de temporada siempre en segundo pleno, nunca es primera figura. Y llega el final y siempre está ahí, aunque nadie quiera, aunque nadie lo piense, el equipito ahí arriba"

Publicar un comentario