Carlos Penelas: "Un lujo en la historia del fútbol"

<div> <i>El escritor Carlos Penelas nos remite estas líneas, a propósito del <a href="http://www.lacalderadeldiablo.net/2013/12/a-60-anos-de-real-madrid-0.html">equipo que goleó al Real Madrid</a> en su casa y que tenía una delantera que hizo historia en el fútbol argentino y es orgullo de Independiente.</i></div> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoVdJ9EG83ZiLijX_yZ-KnEN_AEDXq57vH5owMGIj59q2UtqUalrBu5L7ucsgqa4rxJHRBZJ_81RZUf8Z3XFAALImvNfd8L4UrIUF7T284W8J9bfzKMXaPEPMArt9Ukp9nLSUy5rfL0MvQ/s1600/REAL+6+A+0+.+(2).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoVdJ9EG83ZiLijX_yZ-KnEN_AEDXq57vH5owMGIj59q2UtqUalrBu5L7ucsgqa4rxJHRBZJ_81RZUf8Z3XFAALImvNfd8L4UrIUF7T284W8J9bfzKMXaPEPMArt9Ukp9nLSUy5rfL0MvQ/s1600/REAL+6+A+0+.+(2).jpg" /></a></div> <div> <br /></div> Una maravilla, vi jugar a este equipo. Lo recuerdo al negro Barraza, al DT, a Abraham, a los hermanos Varacka, a la delantera. Un orgullo, un lujo de jugadores. Mi padre me decía que eso no era nada, que jugadores eran Seoane, Orsi, Lalín, Bello...en fin. A uno se le caían las lágrimas de felicidad. Era una fiesta, todo era una fiesta. El club, la hinchada, el estadio, la gambeta. Una historia de fútbol, de categoría, de presencia. Y después el Bocha. Una felicidad desde el grito a la emoción. Un lujo en la historia del fútbol.<br /> <div> <br /></div> <div> Carlos Penelas</div> <div> <a href="http://www.carlospenelas.com/">www.carlospenelas.com</a></div>

Carlos Penelas: "Un lujo en la historia del fútbol"

El escritor Carlos Penelas nos remite estas líneas, a propósito del equipo que goleó al Real Madrid en su casa y que tenía una delantera q...

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Un fenómeno, Maldonado

<span style="font-style:italic;">Mi hermana Raquel me había conseguido, cuando trabajaba en Afeitadoras Remington, la foto dedicada por Maldonado. Después de salir campeón fue a la empresa -más importante que Phillips por esos años- y se afeitó la barbita con mucha publicidad en los diarios. En esos años, claro. Mi hermana le pidió una foto para mi. La tuve por mucho tiempo, tal vez todavía esté en algún libro o lugar de la biblioteca. </span><br /><br /><a href="http://www.clubaindependiente.com/independiente/wp-content/uploads/2012/03/maldonado660.jpg"><img alt="" border="0" src="http://www.clubaindependiente.com/independiente/wp-content/uploads/2012/03/maldonado660.jpg" style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 500px; " /></a>Un fenómeno, Maldonado. Una prestancia, una elegancia, una calidad fenomenal. Y unos huevos íncreíbles, no a la Giunta, no a lo Pipo Rossi. Fuerte, elegante. Un símbolo de elegancia y calidad. El medio era suyo, cuando arrancaba se llevaba el equipo al hombro. <br /><br />Con él Navarro, Silveira, D´Ascenzo... una maravilla. Y después los otros uruguayos que vinieron. Fue el primer equipo que en el medio de la cancha saludó con los brazos en alto. Jorge Maldonado fue el ícono. Todos los equipos, después, lo imitaron.<br /><br />Carlos Penelas<br />www.carlospenelas.com

Un fenómeno, Maldonado

Mi hermana Raquel me había conseguido, cuando trabajaba en Afeitadoras Remington, la foto dedicada por Maldonado. Después de salir campeón f...

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Alcides Silveira, una maravilla

<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitQL_qmk1RrWkrd-qyrHTkXjRwU2FPN7rkVaj1oqGkEVS-i4cattVtjxywfky1jTCr2UU0zlUNBjSv2WKm3e8_kBU-tUeTSpUicHse_tofkF6P8OdCfQCzU3qk3gjciCEpo_U_ge67Bj0/s1600/silveira.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5563177155568960946" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitQL_qmk1RrWkrd-qyrHTkXjRwU2FPN7rkVaj1oqGkEVS-i4cattVtjxywfky1jTCr2UU0zlUNBjSv2WKm3e8_kBU-tUeTSpUicHse_tofkF6P8OdCfQCzU3qk3gjciCEpo_U_ge67Bj0/s400/silveira.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; HEIGHT: 250px; TEXT-ALIGN: center" /></a>Era una maravilla Alcides Silveira. Los tres uruguayos eran fenomenales, tipos que la hinchada los amaba; pocos, pocos de la calidad y el estilo de Douksas, un entreala derecho, un peón de onza, un <em>insider</em>, un ocho fenomenal. ¡Qué jugadores, qué calidad de fútbol! Y los huevos que tenían. Silveira pechando te sentaba de culo. Alcides iba a veces a GEBA, el hijo jugaba en el torneo. ¡Qué cosa! <a href="http://www.lacalderadeldiablo.net/2011/01/fallecio-alcides-silveira.html">Estas noticias</a> lo ponen a uno melancólico.<br /><p>Carlos Penelas<br /><a href="http://www.carlospenelas.com/" target="_blank" rel="nofollow">http://www.carlospenelas.com/</a></p>

Alcides Silveira, una maravilla

Era una maravilla Alcides Silveira. Los tres uruguayos eran fenomenales, tipos que la hinchada los amaba; pocos, pocos de la calidad y el es...

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Carlos Penelas presenta "Antología personal"

<span style="font-size:100%;"><em>El viernes 16 de julio a las 19 horas, en el auditorio de la Editorial Dunken (Ayacucho 357), Carlos Penelas presenta </em>Antología personal<em>. Hablará el poeta Rubén Derlis. Leerá el actor Juan Carlos Puppo. </em></span><span style="font-size:100%;"><em>El libro repasa la obra poética de Penelas, celebrando las cuatro décadas de su primer poemario.</em> </span><br /><br /><div class="ecxecxgmail_quote"></div><div style="TEXT-ALIGN: center; CLEAR: both" class="ecxecxgmail_quote"><a style="MARGIN-LEFT: 1em; MARGIN-RIGHT: 1em" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh3xI3ykWOUMs-Plrx0EfSqKHJXe1hv2ViLiMMnphTZCi0cFneziNEOyNueFCF-q3oBNG3nMAAF6ni2PmhNUOsf0q-IAjwFxgkQ19It6YI8qzP8cLOqA-Pkygp-JpM8Lx7LkfTZIUTdHfq/s1600/2010+Antolog%C3%ADa+personal.jpg"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh3xI3ykWOUMs-Plrx0EfSqKHJXe1hv2ViLiMMnphTZCi0cFneziNEOyNueFCF-q3oBNG3nMAAF6ni2PmhNUOsf0q-IAjwFxgkQ19It6YI8qzP8cLOqA-Pkygp-JpM8Lx7LkfTZIUTdHfq/s400/2010+Antolog%C3%ADa+personal.jpg" width="272" /></a></div><div class="ecxecxgmail_quote"></div><div class="ecxecxgmail_quote"><span style="font-size:100%;"><em></em></span></div><div class="ecxecxgmail_quote"><span style="font-size:100%;"><em>Antología personal </em>es una selección que incluye poemas de todos los libros, <em>plaquettes</em> e inéditos de Carlos Penelas, conmemora los cuarenta años de la publicación de su primer libro: <em>Poemas del amor sin muros</em>, de 1970. </span></div><p class="ecxecxgmail_quote"><span style="font-size:100%;">"Una extensa obra poética –saludada por Luis Franco, Raúl González Tuñón, Ricardo Molinari, Juan L. Ortiz, Elvio Romero, Lily Litvak, Giuseppe Bellini, Juan José Ceselli, Eduardo Blanco Amor, Héctor Ciocchini, Xesús Alonso Montero, entre otros– revela el devenir creador de Carlos Penelas, una de las voces más serias de la generación del '70. La crítica ha advertido una preocupación raigal por adentrarse en los símbolos expresivos y en las estructuras modernas, conciliando el peso y la medida de su lirismo", señala la contratapa de <em>Antología personal</em>. </span></p><p class="ecxecxgmail_quote"><span style="font-size:100%;">La presentación en Buenos Aires se realizará en el salón de Editorial Dunken, Ayacucho 357, el viernes 16 de julio a las 19 horas, con la participación del autor junto al poeta Rubén Derlis y al actor Juan Carlos Puppo. El libro ya está a la venta en las principales librerías, y a través de la página de </span><a href="http://www.dunken.com.ar/web2/libreria_detalle.php?id=10105"><span style="font-size:100%;">Dunken</span></a><span style="font-size:100%;">. </span></p><p class="ecxecxgmail_quote"><span style="font-size:100%;">Más información: </span><a href="http://www.carlospenelas.com/"><span style="font-size:100%;">www.carlospenelas.com</span></a></p>

Carlos Penelas presenta "Antología personal"

El viernes 16 de julio a las 19 horas, en el auditorio de la Editorial Dunken (Ayacucho 357), Carlos Penelas presenta Antología personal . H...

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Cursos y talleres en la Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte

<table border="0" cellspacing="0" cellpadding="0"><tbody><tr><td valign="top"><em>Se terminó el fútbol (bueno, viene el Mundial, pero es lejos y se juega de mañana) y quizás viene bien hacer algún curso. La Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte (Austria 2154, Capital) ofrece un panorama variado.</em><br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5471563044631011842" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW5eSAWe_mIgkCHEmdoIgMqR_POLPkom66SQApxa9KdDrkw2EahimVvt5wT-OdzRLoVTWbTCMUfimNP100ZKjJ8yFT3kLJZzOlCbwlt0kny2AqieNGkCQDVIuRhq3oD4hSCmoPqoObO67n/s400/Contreras+corregido.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 283px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /><strong><span style="color:#ff0000;"><a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/05/curso-misterios-mitos-y-leyendas-de.html" rel="nofollow" target="_blank"><span style="font-size:130%;">MISTERIOS, MITOS Y LEYENDAS DE BUENOS AIRES</span> </a><br /></span></strong>Por Leonel Contreras y Gabriela Salvatierra.<br />Duración: tres meses. Descuentos abonando el curso completo.<br /><br />Desde el 7 de junio, todos los lunes de 19:30 a 21:30 horas.<br />El lunes 31 de mayo a las 19:30 horas habrá una charla introductoria con entrada libre y gratuita.<br /><br />La Maldonada, San Martín de Tours, Felicitas Guerrero, el Cementerio de la Recoleta, el Castillo de los Bichos, el Petiso Orejudo, "el bebé en el horno" y "la dama de blanco", entre otras historias.<br /><br />Contreras es Licenciado en Historia y trabaja en la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico-Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Ha publicado diversos libros sobre la historia y los personajes porteños, entre otros: <em>La leyenda del Petiso Orejudo</em> (2000), <em>Buenos Aires, la ciudad. breve historia</em> (2004), <em>Buenos Aires: leyendas porteñas</em> (2006) y <em>Buenos Aires Fútbol: clubes, canchas y estadios en la Capital Federal desde 1867 hasta el presente</em> (2008).<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5471563037665236178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg46XWepP-mzPCWgttiBTb9IP7duH9rus_RWl4qWQTfvvEk6oFbyoeJvJ3yAZYXT8lK5XE_z7PWQbpMDbczu6YPKTwTO1y6F0x87JGyHnJW_evnd0XiaeIFGXICM9NFbs5_sQYo_fZMOLKv/s400/Afiche+Grandes+%C3%B3peras+junio.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 270px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /><a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/05/dos-cursos-de-carlos-palacios-opera-y.html"><strong><span style="font-size:130%;">CONOCIENDO LAS GRANDES ÓPERAS</span></strong></a><br />Por Carlos Palacios<br /><br />Todos los viernes de junio a las 20:30 horas. Puede abonarse el curso completo o por clase.<br /><br />Durante los cuatro encuentros se verán y escucharán fragmentos de I Pagliacci de Leoncavallo, Il Barbiere di Siviglia de Rossini, Madame Butterfly de Puccini, La Flauta Mágica de Mozart, Carmen de Bizet y La Traviata de Verdi.<br /><br />Palacios es Maestro de Arte Dramático y profesor en la Universidad de Palermo. Como director teatral y régisseur de ópera ha desarrollado una actividad ininterrumpida, poniendo en escena más de 150 obras teatrales y óperas. Fue Director Técnico del Teatro Argentino de La Plata, y Director de la Ópera de Cámara del Teatro Colón.<br /><br /><div align="left"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5471567619204897874" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQmaFoGIPUUDfZCXjUIddDonzn4ar4NUoay0Ljcda8_A4uia9eSf7p8w3_KFWWFTGKxxxAoWrUileY2e2sLqmfQsGvHaLkpx1Jo-sQ_eIYh4QeRlt8P6ETchIBfVBRH0zrfQBe_TgNSDEZ/s400/Afiche+taller+literario.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 289px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /></div><div align="left"><strong><span style="font-size:130%;"><a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/02/taller-literario-por-carlos-penelas.html">TALLER LITERARIO</a></span></strong></div><div align="left">Por Carlos Penelas<br /><br />El poeta y ensayista Carlos Penelas contunúa con el taller literario en nuestra Biblioteca.<br /><br />Las clases son los jueves de 15:30 a 17 hs. </div><div align="left"></div><p align="left">Penelas ha publicado 27 libros de poesía y 12 de prosa. Obtuvo premios nacionales e internacionales. Fue crítico literario y coordina talleres literarios desde 1984. Sus últimos trabajos publicados han sido el poemario <a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2009/10/viajero-con-una-soledad.html" rel="nofollow" target="_blank"><em>Viajero con una soledad</em></a> y el recopilatorio de artículos periodísticos <em>Fotomontajes</em>, ambos editados en 2009. <p align="left"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5471584564295030674" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGQ7fD3jrvGL8-q2_42yfHgOw35J72tBINHPOLNLtIE5lotIosfmBHmZDMUV7Tig1h6qs3Z8JjotE063pBewJzxGrWJNYWp4uufTS5UoqcczSVjbnpvvS99cXohRXfEOpNTRGf7d7DB8vi/s400/Afiche+Oratoria.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 298px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /> <div align="left"><strong><span style="font-size:130%;color:#ff0000;"><a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/05/dos-cursos-de-carlos-palacios-opera-y.html">ORATORIA Y COMUNICACIÓN</a></span></strong></div><div align="left">Por Carlos Palacios<br /> </div><div align="left"></div>Sábados 5, 12 y 19 de junio de 11 a 12:30 horas. Sábado 26 de junio de 14 a 16:30 horas.<br /><br />Cómo lograr ser un buen comunicador de mis ideas. Observar, descubrir y aprender cómo me comunico, cómo me escuchan y cómo puedo mejorar mi nivel de comunicación tanto en el aspecto laboral como en mi relación personal.<br /><br />El curso es teórico-práctico y va desarrollando los distintos temas, finalizando con la realización de un trabajo por parte de los participantes.<br /><br /><div align="left"></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5471568557981298770" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI9yZEWCVBJEj8aKBPHNhWKy2U8yKYT1guk6A6DpKwVMlutDyHFroCvtgMQIemNThO1WmsVVdVSHB4Cdl9VRIOVtERkzKMFYMqgNaQbD7mleKNTTTJQhjM2kv35NwmDFot4xdGMflVXBgZ/s400/Afiche+Yoga+nuevo.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 305px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /><br /><strong><a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/02/yoga-en-la-biblioteca.html" rel="nofollow" target="_blank"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#ff0000;">YOGA</span> </span></a><br /></strong>Nuevos horarios y profesoras<br /><br />Miércoles y viernes de 11 a 12:30 horas (Prof. Marcela Castro Nathé).<br /><br />Lunes y viernes de 18 a 19 horas (Prof. Guillermina Wasowski).<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5471567621486507058" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGtIw0i3R3LXCwV9spF6TDBjbDGiWoAUORCn7tPeFz2oJG3LyVVlKgn7EBmaRh7kEprBVrIJcvxXhv2PnC3yq9G_63d-RhoSG59BEq6CG2V3ta35F5aUnhxT8OAfw8BoaOjhJ-vuvv_rKk/s400/Afiche+reuniones+ACC+.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 343px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /><a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/05/primer-paso-de-los-abuelos-cuenta.html"><span style="font-size:130%;"><strong><span style="color:#ff0000;">ABUELOS CUENTA CUENTOS</span></strong> </span></a><br />Coordinado por Ana Rodriguez Marcó.<br />Grupo de narradores orales de la Biblioteca. Se reúnen los lunes a las 10 horas.<br /></td></tr></tbody></table><p>Todos los cursos y talleres tienen aranceles especiales para socios de la Biblioteca, excepto el de Abuelos cuenta cuentos, que es gratuita. El único requisito es ser <a href="http://www.carlossviamonte.com.ar/2010/05/nuevos-motivos-para-asociarse.html" rel="nofollow" target="_blank">socio de la Biblioteca</a>. </p><p>Para informes e inscripción acérquese a la Biblioteca de lunes a viernes de 16 a 20 (jueves de 15 a 19) en Austria 2154, Capital, llame al 4802-8211 o escriba a <a href="mailto:carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar" rel="nofollow" target="_blank" ymailto="mailto:carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar">carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar</a></p>

Cursos y talleres en la Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte

Se terminó el fútbol (bueno, viene el Mundial, pero es lejos y se juega de mañana) y quizás viene bien hacer algún curso. La Biblioteca Popu...

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La fuerza sentimental de Galicia en Avellaneda

<p><em>Mario Gardel, desde Galicia, nos habla sobre la relación entre su terruño y los Diablos Rojos.</em></p><p align="center"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5452683013088474514" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUNFopawP8NTs5VHe7RxS42_awBQxMNnvuP9xOmMYepaFKH8QmssEpKzDiHxNXiDC0DKYnnLBo4FalCtARi7vi_SQ4d3WOlz05-dDRdEu4pbbjwucVl6rMDC4VuHW4nQQUChnQZMeLHFU/s400/untitled.bmp" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 305px; CURSOR: hand" /><em><span style="font-size:85%;">Vieja cancha de Crucesita</span></em></p><p>Es en Avellaneda en la zona de los “Diablos Rojos” el lugar del mundo en el que se asentaron más emigrantes gallegos. Allí está en la avenida Mitre el buen edificio del Centro Gallego que ya cumplió el centenario. Mi buen amigo Carlos Penelas tiene muchas razones para ser de “Independiente” pero la verdad es que no hay que darle muchas vueltas al asunto. Los <em>gayegos</em> en Buenos Aires se sentían “independientes” para luchar por una nueva vida. Así lo hicieron y triunfaron porque fueron patriotas del sudor en un país de malandras que se quedó anclado a la boludez peronista. No se cruza el mar dejando atrás un hermoso bosque repleto de robles y de manantiales que brotan entre duras rocas graníticas para especular. </p><p>Se va para Avellaneda pensando en el futuro de los hijos. Si señores, así son los <em>gayegos</em> que buscan un lugarcito para la familia. Un fogón que caliente a la descendencia. Ellos no tienen frío, ellos no tienen quejas, ellos tienen ilusión. Los domingos hay que ir a la cancha. Antes era obligatorio oír misa. Creo que se capta la diferencia entre voluntario y lúdico y obligatorio y aburrido. Los <em>gayegos</em> viajan con su identidad que incluye la música tradicional en la cual la gaita es esencial. Pues el tema se arregla con un grupo de gaiteros que toca en la cancha antes de cada partido de los Rojos.</p><p>Ser socio del equipo “Rey de Copas” es un orgullo y una forma de agradecer al nuevo país el refugio de mate y asado que amortigua la morriña. Siempre laburando pero sin perder el norte que no es otro que dejarle algo a los descendientes: ya sea estudios o patrimonio. También se deja en herencia una pasión por un club de fútbol que cada tanto mete algún golazo. Me gustaría conocer la lista de jugadores de origen gallego que pasó por “Independiente” para confirmar que en ningún equipo del mundo hubo más emigrantes de la tierra de Rosalía de Castro.</p><p>Quiero puntualizar que los argentinos tienen la asignatura pendiente de corregir su propia historia comenzando por el apellido del primer presidente que se apellida Ribadavia. No se escribe con “be corta” porque del latín “ripa” sale el actual ribera que en gallego es riba. La ciudad y municipio de Ribadavia en Ourense significa que está situada en la orilla del río Avia.</p><p>Otro detalle para los hinchas Rojos que también recordé en <a href="http://lacalderadeldiablo.blogspot.com/2009/08/una-insua-es-una-insula.html">otro artículo</a> aquí en <strong>La Caldera del Diablo</strong>, es que el apellido gallego Ínsua se refiere a una ínsula, es decir, una isla fluvial. En la desembocadura del Paraná, en Tigre, hay cientos de ínsuas que es la denominación en idioma gallego de una “isla fluvial”. En el mar son illas=islas. Pido, por favor, que se pronuncie con el acento en la “i” como se hace por ejemplo en el municipio de Fisterra que es el solar nativo del 99% de los apellidos Ínsua que se contabilizan en la Argentina. </p><p>Por muchos jugadores de Independiente corre sangre de Galicia. El sentimiento emigrante se manifiesta en el juego limpio y honrado. Los gallegos son enemigos de las coimas y de los coimeros que están destrozando al fútbol argentino. El gran Carlitos Chaplin decía que “es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida con pasión, perder con clase y vencer con osadía”. Creo que la gente de Independiente debe seguir siempre una línea ética en la que el deporte no se contamine con la guita fácil.</p><p>Mario Gardel</p>

La fuerza sentimental de Galicia en Avellaneda

Mario Gardel, desde Galicia, nos habla sobre la relación entre su terruño y los Diablos Rojos. Vieja cancha de Crucesita Es en Avellaneda en...

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El banco

<em>Reproducimos este breve relato de Carlos Penelas en el que Independiente, como al pasar, se cuela en los recuerdos.</em><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbJzGH07rUcSiHWqebks3hnRdDkP5f0arNRdCsmJ3V4ZKmCrgbqjxJym5Rq-vBH4Hb6Pfto4_bnHm9Wa_RvONvbcEdT2yx5FBYYx1BzczWLFn333wbu3Bc4hzED8fFnDrGSQjdFMZaOcqt/s1600-h/Banco.jpg"></a><br /><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5433534208184594514" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqpjJIImFm8yQJTjE4hIxOUKLcL9zmtB89IpbB2N8lYSQ-oktuScsPTH1xW0cGGztPrxmsKXrB-yUmBJh9c2ZCEcNquhwcJCYaLMbMa3-4DzyjSMnDthyVJ3qXXo1fBgqSY5dEPbISOcs/s400/Banco.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 339px; TEXT-ALIGN: center" />Miro el banco de la cocina. En este banco se sentaba mi padre. Lo descubrí muchas veces por la mañana, en silencio. Fumaba su cigarrillo negro y observaba los canarios. Tomaba mate amargo; un hábito de El Bolsón y de la soledad. Cuando me despertaba hacía tiempo que ya estaba allí. En silencio, conversando, con sus fantasmas. Seguramente tenía imágenes de la procesión das Xás, de los nuberos, de los trasnos. Al verme se le iluminaban los ojos, dejaba la presencia de dioses paganos, el olvido, el insondable mar, la Cordillera de los Andes. Ahora me doy cuenta de ello. Recién ahora, cuando descubro el banco en el mismo lugar donde él se sentaba. Pasaron más de treinta años. Más. ¿Por qué hoy?, me pregunto. ¿Por qué? Entonces me citaba a Cervantes o a Shakespeare. A veces me preguntaba si quería almorzar unas lentejas o si el domingo veíamos a los Diablos Rojos, en la Visera. El banco está allí. De pie lo miro. Me parece escuchar una oración que no comprendo, fascinado por la menguada copa del alba y de la noche. Un apretado canto o himno surge de alguna parte. No sé si lo que evoco es real, si todo es sólo un viaje onírico. Si este hombre que está de pie, casado, con hijos, que regresó al principado de Espenuca, que escribe poemas, no huye del abismo, de la maledicencia y la congoja. A veces se queda ensimismado, como aquella perra fiel que miraba sus ojos. </p><p>Carlos Penelas<br />Buenos Aires, diciembre de 2009</p><p>El relato es inédito. Gentileza del autor y publicado en <a href="http://www.carlospenelas.com/">http://www.carlospenelas.com/</a> </p>

El banco

Reproducimos este breve relato de Carlos Penelas en el que Independiente, como al pasar, se cuela en los recuerdos. Miro el banco de la coci...

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Presentación de “Viajero con una soledad”

<em>El sábado 26 de septiembre a las 19:30 horas, en el salón Geno Díaz del Centro Betanzos de Buenos Aires, Venezuela 1536, se presentará el poemario de Carlos Penelas </em><a href="http://www.carlospenelas.com/2009/08/viajero-con-una-soledad.html"><em>Viajero con una soledad</em></a><em>. </em><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYXnlz6M9zuLrEB_9YpI-YYMXF1UcWrwYkrGuKAuQV_t03e4ui0eHvhtkkbbGOrH8DNyL-_Gq3KbBTiofNZqLeHDR-U7QFuT1FPmJ-NfwfBRIPQ7m4FMIJ1RhBpYBR5uCu6jtjbcXcIhwZ/s1600-h/2009+Viajero+con+una+soledad+tapa.jpg"></a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8duNMgghakAXRsnvjRx05wd3mlTmXTyPFOLWymUooiECIsiVEmfjUJwVeT7cal2kLCho27eYDAbfL32ocgPQVe60r9Z0wGePOELVsnzfZItHxDcV3viKNNji596Zi-KEz52XRT-hXkHU/s1600-h/2009+Viajero+con+una+soledad+tapa.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382662427385801042" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8duNMgghakAXRsnvjRx05wd3mlTmXTyPFOLWymUooiECIsiVEmfjUJwVeT7cal2kLCho27eYDAbfL32ocgPQVe60r9Z0wGePOELVsnzfZItHxDcV3viKNNji596Zi-KEz52XRT-hXkHU/s400/2009+Viajero+con+una+soledad+tapa.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 280px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" /></a> <p>El libro, escrito e ilustrado por el autor, acaba de ser publicado por Centro Betanzos Ediciones y la Xunta de Galicia. </p><p>En la presentación, Penelas será entrevistado por Badi Lestani.</p><p>Al finalizar se servirá un vino de honor.</p><p>Más información: <a href="http://www.carlospenelas.com/">http://www.carlospenelas.com/</a> </p>

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El sábado 26 de septiembre a las 19:30 horas, en el salón Geno Díaz del Centro Betanzos de Buenos Aires, Venezuela 1536, se presentará el po...

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Perry 341

Sólo sé que una vez fui Poncho Negro.<br />Y otra Sandokán,<br />enamorado para siempre de Mariana.<br />Así era yo. Valiente, inesperado.<br />No había lugar sobre la tierra.<br />Fui Bufalo Bill, corsario de galeones, escampavía.<br />(Estoy viendo la bondad ensimismada<br />en el volar voluntario de la tarde.<br />Recogiendo las hojas de los árboles,<br />llamándome).<br />Ahora estaba el mar con sus piratas.<br />Ahora era el sheriff desenfundando el Colt.<br />En ese tiempo inmóvil no existía el registro civil<br />ni las hembras dementes<br />o la sombría sangre de los desaparecidos.<br />A la hora de la siesta<br />las palabras latían desde lejos.<br />Eran campesinos de la guerra de España,<br />descamisados fecundando su odio,<br />el fascismo metido en cada sindicato.<br />Pero a mí me invadían el ocio y la ternura.<br />Era secuaz del viento en el tranvía,<br />la imagen deslizante de los cabellos sueltos,<br />la ciudad protegida por cocheros.<br /><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5340727280744616626" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis2Ck_OKuOGanu4w-iMQBAQn2l3FKYz3PRdObwNhWWHBGVBPEpBFTon2lvWkEAOmBL0T5QzsAflp__TW6GfqI8J9FgTjQ0BIC6AvdKvsRFnkBD4oLmgvS_XdGBcfAZT5zXpQezYHHixLo/s400/grillo.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 376px; DISPLAY: block; HEIGHT: 264px; CURSOR: hand" />El domingo en forma de Visera;<br />el fervor era el puño de mi primo<br />en la tribuna. Y el gol de Ernesto Grillo.<br />Sentir por la radio que el zurdo Prada<br />lo tiraba a Gatica. Soñar con esa niña<br />de ojos claros que vivía en el barrio.<br />Y conquistar la murga de Portela,<br />peregrina y errante,<br />que insolente insultaba a esa vejez tan gris.<br />La vida era esa bolita azul, una puntera.<br />La casa de mi tía, la pelea en la plaza,<br />un zaguán carbonero y carbonario.<br />Manolete muriendo con su traje de luces.<br />John Wayne inventando otra historia de cowboy<br />en el Select Lavalle<br />desde una diligencia inmemorial.<br /><br />Mi padre auguraba un futuro sombrío.<br />Y mi madre bordaba sus congojas<br />por un hijo perdido en imaginerías.<br />Mis hermanas invocaban a un dios mitológico<br />para que yo dejara de creerme Tarzán.<br />Me olvidaba la pluma cucharita.<br />No entendía el triángulo isósceles.<br />Ni las monocotiledóneas<br />ni a French o a Lavalle.<br />No memorizaba el caballo blanco del manual.<br />Sólo los senos prodigiosos de la señorita Gloria.<br /><br />Bellas eran las imágenes en los libros de Verne.<br />Los primeros secretos,<br />la eternidad gozosa ante tanta estupidez.<br />Era puro el contacto de la lluvia,<br />los potajes, la fiebre, el azufre.<br />Las manzanas perfumaban las sábanas del cuarto,<br />navegábamos en los paisajes de la luna<br />salvándonos de toda iniquidad, de todo templo.<br />Eran las moradas rebeldes,<br />los sagrados rincones<br />que la mirada perdida recorría<br />en los dudosos límites de cada profecía.<br />Así era la luz,<br />el reino de mis dioses tutelares.<br /><br />Ahora me observo en esta fotografía.<br />Admiro mi alborada, mi ajedrez, mi sonrisa.<br />Esa linterna mágica que convoca los nombres.<br />Te restituyo las horas del milagro, capitán.<br />La billarda, la honda, mi caballo ensillado.<br />Los hijos en la noche deambulan por la casa.<br />Se hospedan en palacios,<br />se cuentan una historia de férvidos vestigios.<br />Y mis ojos se nublan.<br />La ausencia nos redime en un recuerdo abierto.<br />Ahora, que tengo cuarenta y seis años<br />y me arrojo al mar para salvar a un hombre que se ahoga.<br /><br />Carlos Penelas, 1993<br /><a href="http://www.carlospenelas.com/">http://www.carlospenelas.com/</a> </p>

Perry 341

Sólo sé que una vez fui Poncho Negro. Y otra Sandokán, enamorado para siempre de Mariana. Así era yo. Valiente, inesperado. No había lugar s...

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De maromas y carajos

Reproducimos el siguiente artículo de Carlos Penelas, que habla de la situación actual del país y el mundo. Nos corremos un poco del fútbol, sin dejar de lado a Independiente, siempre presente.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5260197465534241378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPhettas6f0PN7gSHRv4TalwoTl9RumzbPKHNkSm6JMMUOTYuIFtX75oOFFKA_gu0ShYPVf-HZxpjBnv0JGWBjq9rjSM7f73BXzz6DMBV0tam4L2eMocki0hms7YQJ9R7LGIoLQVs1eZ4/s400/UL_911622_12059022281_l.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 384px; CURSOR: hand; HEIGHT: 256px; TEXT-ALIGN: center" /><br />Hace mucho tiempo, tal vez demasiado, que venimos hablando de lo mismo. Nadie escucha, nadie desea enterarse. Ya lo señaló Gregorio Marañón en <em>Amiel, Estudio sobre la timidez</em>. Los seres emblemáticos, los arquetipos, no sirven de nada. El populacho, la plebe o los caballeros normandos hacen sus apuestas en otra mesa. Siempre. Luego viene el olvido, la conveniencia, el oportunismo. Cada uno atiende su juego. Que el porcentaje de voluntarismo es el noventa por ciento, que es el veinte, que es el cinco. Que la capacidad es del quince. En fin, que cada uno se cuida el trasero. En los centros gallegos, entre los políticos, en la familia. Esto se dijo en La Rioja y en Montevideo, en Vigo o en Viamonte y Rodríguez Peña. Lo hablé con la encantadora Paula, con Mónica y otras amigas. Con las secretas y con las presentables. Lo conversamos con profesores y poetas, con diarieros y con parrilleros. Hablando de diarieros. Arturo, es hijo de gallegos y de Independiente, me contó donde quedaba un “bulo” de Gardel. Uno de estos días iré a verlo. Los diarieros son seres diferentes a los ferreteros o a los boticarios. El diariero tiene la filosofía de la calle, de la observación. Son parte de la picaresca porteña pero también del mundo metafísico de la ciudad. Por eso hablo con Arturo, mi diariero. Que además es del Rojo, que nació en Avellaneda como yo, que es hijo de gallegos.<br /><br />El ser humano es imbécil. Lo triste es que se cree feliz, se siente contento. Lula señaló que “tal vez sea la mayor crisis de la historia del mundo”. Es una opinión, que duda cabe. “Esta crisis es como cien huracanes desatados”. Esto lo dijo Evo Morales. Mientras esto sucede se juega al fútbol, los servicios de inteligencia siguen trabajando, los actores pasan hambre, los santos son recordados y se discute si Pío XII era bueno o malo. “Se está hundiendo el mundo unipolar”, remarcó el Chávez. Mientras tanto una cumbre mundial buscará evitar otro colapso. Esta vez sin Dominique Strauss-Kahin. Menos mal que están Bush y Sarkozy para ayudar a millones de personas que quieren escapar de la pobreza. Un plan de salvataje de tres hojas se convirtieron en cuatrocientas. Y aquí estamos. Menos mal que el anarquismo no existe más. Menos mal.<br /><br />Los anarquistas, querido lector, no hicieron nada en esto. Las fábricas de armas, las drogas, la efedrina, los condones, los prostíbulos, los crímenes, las guerras, los saqueos despiadados, las mesas de dinero o las picanas eléctricas no son inventos de los ácratas. Aquí se dijo: “Quédense tranquilos, no es el fin del capitalismo. Va a venir otro.” Interesante. Mientras tanto según informes recientes, el 32,3 % de nuestra población “no satisface sus necesidades básicas.” Es decir pasa hambre, miseria, humillación. Alguien dirá: “hay cosas peores”. Seguro. En Barcelona crece la mala leche: el 58 % de los varones españoles posee esperma de baja calidad “que no alcanza los valores que fija la OMS”. Los mercados trabajan sobre lo virtual, como las hembras catalanas.<br /><br />Casi un millón doscientos mil japoneses, jóvenes, se borraron de la historia. Están hartos del sistema. No salen del cuarto, algunos ante un fracaso amoroso, las faltas de expectativas o una circunstancia escolar, eligen el suicidio. Estos jóvenes desprecian el poder, el dinero, la realidad exterior. Se denominar hikikomori, es decir, inhibición y aislamiento. Viven absortos en su planeta, en su cosmos, con Internet. No acuden a espectáculos, no acuden a los colegios. Todo es online. La promiscuidad urbana los lleva a la soledad. No la nobleza de la soledad de la poesía oriental, de su bella tradición. Fragmentación y demencia.<br /><br />Otro día les hablaré del mariscal Potemkin y del lecho de Catalina II de Rusia. Otro día les hablaré de Jorge Gronda, jujeño, que fue galardonado por la ONU, por su trabajo entre los más humildes, el médico que atiende las mujeres pobres con cáncer. Otro día hablaremos del doctor Laureano Maradona, otra vez. Sí, otra vez.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5260197464478023810" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU3ud7ym9J1h7Tjag_yBO0qZiqRdD62TDjUzBDri-Ern501MJ9jRS41vmC-1PThBF033TClaQTSqoG1gRNq5qTRqSH6jL4GClZxqvAEuCstoiFkjzq-ILAdZ-8rqnj8jnqo5Z6xHWd3d0/s400/UL_911622_12059022382_l.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 384px; CURSOR: hand; HEIGHT: 256px; TEXT-ALIGN: center" /><br />(Navegante, piloto, marinero, nauta. Barco, bajel, embarcación, buque, navío. Navío, del latín <em>navigium</em>. Barco grande de cubiertas destinado para viajar por alta mar. Maroma de esparto.)<br /><br />En los antiguos navíos había ciertas cuerdas que permitían manejar el velamen. Las cuerdas más gruesas se denominaban maromas. Muchas veces debían ser manipuladas por varios hombres. Si quedaban sueltas, por desidia, una de ellas al moverse podía arrojar a las aguas a un hombre si lo golpeaba. Los marineros solían advertir ante un peligro: “Se viene la maroma.” Eso lo escuchaba de niño, en los labios de mi madre.<br /><br />En aquellos barcos de otros tiempos al tripulante indisciplinado se lo enviaba “al carajo” que era el lugar incómodo del vigía. Estaba ubicado en el palo mayor, como un símbolo. Luego uno en la vida manda (y es enviado) reiteradas veces a muchos personajes insoportables a ese lugar. Y con los tiempos que corren podemos afirmar que se viene la maroma y otra vez nos vamos al carajo. Recuerdo, amigo lector, en esto los libertarios no fueron responsables.<br /><br />Carlos Penelas<br />Buenos Aires, octubre de 2008<br /><a href="http://www.carlospenelas.8k.com/">http://www.carlospenelas.8k.com/</a>

De maromas y carajos

Reproducimos el siguiente artículo de Carlos Penelas, que habla de la situación actual del país y el mundo. Nos corremos un poco del fútbol,...

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Presentación del libro "Retratos"

Carlos Penelas presentará este miércoles 27 de agosto a las 18:30 hs. su nuevo libro, "Retratos", en la Delegación de la Xunta de Galicia en Buenos Aires, 25 de Mayo 555. La presentación correrá a cargo de Badi Lestani, mediante un diálogo con el autor. Como adelanto del libro, adjuntamos un capítulo en el que habla de un mozo de bar, gallego, hincha de Independiente, entre otras cosas.<br /><br /><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238858331431261762" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRvE7Kq0RWYDnG6QjcnE7r8hyphenhyphenb48izhEB_8KtQE-Cit06i-3YDI9DUq7WWWXTkyGsERj6FeyhGeNi6cTQKNmJKXu06g7lCYZ13YLm4KIe_UZcw5c8CX1g5zttPDKKUesBykXB1oQaDLzkz/s400/Retratos+-+Tapa+baja.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /><br /><p> </p><p><strong><span style="font-size:130%;">Hombre con bandeja y puño en alto<br /></span></strong><br />Comencé a vivir en este barrio en 1955. En Viamonte y Rodríguez Peña se encontraba el almacén y bar Astral. Por la esquina el almacén, por Rodríguez Peña se entraba al bar. Se jugaba a las cartas, a los dados, al dominó. Se bebía vino y jugaban a la quiniela. Nosotros, detrás del vidrio. Cuando el almacén cerraba a algunos vecinos nos atendían por el bar. Como el dueño era Pepe, de Vigo, nuestra familia tenía prioridad. Era un ambiente clásico de aquellos años. El estaño, los vecinos, la publicidad en carteles de chapa, galletitas sueltas igual que las aceitunas o el azúcar. Y el vermut con platitos de queso, salame, pan y todo aquello que significaba una fiesta. Los hombres con gorras o sombreros discutían del turismo de carretera, de Pascualito Pérez o del partido del domingo. Algunos de política. Nunca vi una mujer en ese bar. </p><p>Con el tiempo se transformó en café, vinieron las reformas, las críticas, los cambios que inexorablemente lo empobrecieron. Ahora ocupaba todo el local. Baldosones negros, las campanas de los sándwiches cambiaron por vitrinas, las mesas de madera por la fórmica. Las sillas de madera fueron forradas en una tela azul. Los dueños, esta vez eran gallegos y asturianos. Los mozos, gallegos. Todo era griterío, gestos, euforia generalizada. Allí lo conocí, era un hombre de unos sesenta años, vital, enérgico, discutidor. Delgado, alto, de ojos claros. Alegre y generoso, un corazón que todo lo ocupaba. Se llamaba Manuel Fernández Valle. Hablaba de política desde que llegaba hasta que se iba. No en pocas oportunidades se sentaba a la mesa del cliente y se olvidaba de su trabajo. Le traía discusiones con los socios y con los habitués al bar. Defendía la Unión Soviética, las purgas estalinistas y toda simbología roja. Era, además, de Independiente. Con mis dieciséis años, en cuanto lo conocí discutí fuertemente con él. </p><p>Don Manuel era un hombre que dividía aguas: se lo amaba o se lo odiaba. Imposible el término medio. Iracundo, apasionado, irracional por momentos, carecía de límites. En ese café yo tenía una mesa reservada al lado de una de sus ventanas. Dejaba habitualmente libros y apuntes. Almorzaba en casa, descansaba una media hora y regresaba a trabajar con mis apuntes y a estudiar. Mis amigos tomaron la costumbre de llamarme a casa o al bar. Una época de oro de la cual no fui consciente en su momento. </p><p>En una oportunidad, estando una tarde leyendo en mi mesa observo algo desmesurado. Fernández Valle se acerca a una mesa próxima a la mía y le dice al cliente: “En este bar no se permite leer”. El hombre, atónito, le señala mi mesa con su índice. Valle le responde con firmeza, con enojo: “Es diferente, él es un intelectual, es progresista”. Así en todo. Como decía mi padre, un hombre equivocado pero de buena entraña. </p><p>Una vez, un sábado por la tarde, habiendo muy poca gente, don Manuel genera una discusión tremenda con Simón. Simón era un ser querido por todo el barrio. Ex boxeador, negro, de un metro noventa, que nos enseñaba calzarnos los guantes de box a los chicos en la vereda, frente a su zapatería. Calzado fino, a medida. Un negro elegante, con traje blanco y sombrero de ala ancha del mismo color, caminando con prestancia, balanceándose, con ritmo. Ese mediodía me había quedado a almorzar (tenía cuenta corriente) y ya había pasado los veinte años. Es entonces cuando don Manuel, enfurecido, insulta a Simón. Éste se pone en guardia y le dice que salga de atrás del mostrador. Valle va a la cocina y regresa con un hacha en la mano. Me levantó de un salto y me pongo en el medio de los dos. De un lado los puños negros, crispados. Del otro un hacha en alto. Valle me dice: “Apártate, que te parto al medio”. Logré calmarlos pero quedé agotado. Al poco tiempo volvieron a hablarse. </p><p>Discutía con mi padre, con mi hermano mayor. Todos íbamos a leer al Astral. Nos sentábamos en distintas mesas y de vez en cuando compartíamos las lecturas, intercambiábamos opiniones. Pero él, cuando podía discutía. </p><p>A ese bar poco a poco se fueron acercando intelectuales, poetas, estudiantes, psicoanalistas. Los sábados, alrededor de las trece, armábamos tertulias de ocho o diez muchachos. Conversábamos de Lacan, de Vietnam, de la guerrilla urbana, de los poetas surrealistas, de los artesanos, de los Beatles. </p><p>Allí conocí, en 1970, a David Viñas, amistad que perdura y se acrecienta. Allí Héctor Alterio, el poeta orensano José Conde, Eduardo González Ananín, Luis Danussi, Raúl Rizzo, Juan Manuel Sánchez. Allí conocí a uno de mis generosos amigos: Rubén Catinello. En más de una oportunidad hacía reuniones con el poeta Lucas Moreno, el profesor Alfredo Llanos, el historiador Boleslao Lewin, los plásticos Rubén Rey y Antonio Juan Oliva, Luis Franco. Y periodistas y amigos del barrio ajenos por completo a las artes o a lo ideológico. </p><p>Valle convocaba. Generaba una visión diferente en ese bar donde las tazas, las sillas y la máquina de café se transformaban en un torrente de ruidos, proclamas e insurrecciones. </p><p>En una huelga bancaria a sus empleados les dio crédito para almorzar y sostener, de esa manera, la contienda. “Nos debemos a la solidaridad”, reiteraba una y otra vez. Grandes polémicas con los socios y nuestra intervención en defensa de Fernández Valle. Era un bar con deliberaciones, enojos, asambleas y poesía. Cuando me fastidiaban ciertas cosas dejaba de concurrir durante una semana. Ellos seguían anotando los mensajes o recibiendo la correspondencia. </p><p>Con Valle sólo se podía hablar de la Revolución. Y de la Unión Soviética. Todo lo demás venía después. Su exaltación no tenía límites, como su bondad. Solía acercarse a la mesa con el puño de su mano izquierda en alto y la bandeja en la otra mano. Desplegaba ingenuidad, energía, ilusión. “Tú eres anarquista. Los anarquistas como los trotskystas lo arruinan todo. Tienen buenas intenciones pero no saben construir nada.” Ya planteaba el debate. En más de una vez golpeé la mesa con el puño y me iba sin mirarlo. </p><p>Me abrió numerosas puertas en la colectividad gallega. Me llevaba poemas, libros. Hablaba de mí como si fuera su hijo. Me presentaba paisanos, me hablaba de su tierra, de sus historias, de los viejos republicanos. Con él fui a los bares de Avenida de Mayo y los fines de año al levantar la copa de sidra en el bar, elevábamos una plegaria pagana para que muera Franco. </p><p>Una vez me presentó a un abogado que se quería suicidar. “A ver si le hablas a éste que se quiere matar y me tiene cansado.” </p><p>Fue uno de los últimos guerrilleros de Galicia, combatió en los montes hasta 1942. De allí huyó a Francia, luego México, finalmente Estados Unidos. Trabajó de lustrabotas y de extra de cine. Por último, Argentina. Un trabajador permanente, un lector incansable. Hablaba de Valle-Inclán, de Miguel Hernández, de Curros Enríquez, de Murguía. Me presentó al general Galán y a Luis Alberto Quesada. Me hablaba y leía los poemas de Marcos Ana. No conocía el cansancio ni la serenidad. Me presentó en la Federación de Sociedades Gallegas, en el Centro Gallego. Me llevaba a rastras por centros mientras conversábamos de la poesía de Conde o del imperialismo yanqui. </p><p>Murió cerca de los noventa años. Terminó trabajando en el restaurante Yapeyú, sobre la calle Maipú. Allí fui a visitarlo, lo atendía cuando iba a almorzar a Raúl Alfonsín. Le hablaba de su experiencia en la Guerra Civil Española, de la Revolución Cubana, del fascismo, de nuestro populismo incorregible. </p><p>En 1984 tuve un ciclo en Radio Nacional: “Nuestros ilustres desconocidos”. Lo llevé. Tal vez fue nuestra mejor entrevista, ambos terminamos muy emocionados. Las historias nos desbordaron. Y el mutuo afecto. Volví a verlo dos o tres veces más. Cuando murió dejó un vacío. La última vez que vino Alterio al país lo recordamos. Con David solemos hacerlo a menudo. </p><p>Carlos Penelas<br /><a href="http://www.carlospenelas.8k.com/">www.carlospenelas.8k.com</a><br /></p><br /><p><strong><span style="font-size:130%;">Acerca del libro y el autor</span></strong></p><p><strong>RETRATOS</strong>, de Carlos Penelas<br />Buenos Aires, 2008, Xunta de Galicia / Centro Betanzos Ediciones.<br />La ilustración de tapa es obra de Juan Manuel Sánchez. </p><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238858434460142610" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkT9ndSFCSkt5euV8Z9LTGaAfW2tZkBoerTmQi0tnfjhiS-zFGnNG7FC_8FyiNN_ZEFaUeoruliLEVimub6C48hlW4NujAMBlT8EvSEXwOnGk6E4Q_YzzCyQOE0kBqEF873QecCnZ74Rde/s400/Carlos+Penelas+-+Cr%C3%B3nicas+del+Desorden+low.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /></p><p>Poseedor de una extensa obra poética -saludada por Luis Franco, Raúl González Tuñón, Ricardo Molinari, Juan L. Ortiz, Elvio Romero, Osvaldo Bayer, David Viñas, Eduardo Blanco Amor, Héctor Ciocchini, Francisco Madariaga, Frank Dauster, Lily Litvak, Giuseppe Bellini, Thorpe Running, José Filgueira Valverde, Xesús Alonso Montero, entre otros- Carlos Penelas es probablemente una de las voces más serias de la Generación del '70. </p><p>Desde la descripción de Lucio -en <em>El asno de oro</em> de Apuleyo- o la que realizara Suetonio de Tiberio, hasta Azorín o John Berger, el retrato literario es una de las manifestaciones más importantes y recurridas de la creación artística. Sin embargo, la crítica no ha acertado a definir con claridad qué se entiende por "retrato literario". </p><p>En <strong>RETRATOS </strong>el poeta da paso, una vez más, a su lirismo, al tono de fina sensibilidad. Parece solicitarle a sus oyentes y lectores que registren el ritmo de cada uno de los personajes. Con sutil sentido de la armonía, Penelas genera una demostración emotiva a la que no son ajenos los principios estéticos e ideológicos. </p><p>Columnista de los periódicos Galicia en el Mundo, Nueva Rioja y Diario Hispano Argentino, Penelas articula una prosa precisa y emotiva con la que se refiere a Roberto Santoro, periodista desaparecido por la última dictadura militar, en “Poeta con flor en la oreja”; a la dramaturga Alejandra Boero en “Mujer en un andamio” y al artista plástico Máximo Paz en “Hombre en Hollywood”, entre otros. </p><p>También rescata del anonimato a personajes entrañables de la ciudad de Buenos Aires como don Manuel Fernández Valle quien fue mozo del bar Astral, en la esquina de Viamonte y Rodríguez Peña, “que solía acercarse a la mesa con el puño de su mano izquierda en alto y la bandeja en la otra mano”. </p><p>Hay, además, dos textos conmovedores: “Hombre anarquista con sombrero” dedicado a Enrique Palazzo y “Mujer con niño en el regazo” que recrea a doña Pilar Freire, nacida en Mesón de Cabra, una inmigrante española que se radicó en la Argentina sin olvidar nunca a su tierra. </p>

Presentación del libro "Retratos"

Carlos Penelas presentará este miércoles 27 de agosto a las 18:30 hs. su nuevo libro, "Retratos", en la Delegación de la Xunta de ...

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El fútbol es sagrado

<div align="left">¿Usted le tiene fe al <em>María Mater Ecclesiae</em>? ¿Es simpatizante, hincha o barra brava de éste equipo? ¿Conoce su historia, la superstición de cada jugador, sus cábalas? ¿Piensa que la <em>Clericus Cup</em> será más trascendente que la <em>Jules Rimet</em>? Alfredo Ves Losada escribió una nota sumamente interesante en torno al fútbol, al Vaticano y el carisma de sus motivaciones. Ese artículo me llevó a escribir éste que seguramente llevará a un poeta, escritor o periodista a escribir otro. Un rosario de palabras jadeantes, votos y sortilegios entre arco y arco, entre el punto del penal y el silbato divino. Ante un tiro libre, ¿usted es capaz de rezar un Ave María?</div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="center"> </div><div align="center"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5164709146726822898" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAz3IP3kdTMwBLWJYHf_ih2afSDsZk3twi2NHaY55nZ94QR2NrcU60EiqTwU2ily3jNX_6fKSYn-QWpXADrcmh5JvCRqaEJU6YwYfMnisDnrI3HFoz8CErco_XzYLnwhOeLzGJ6-wxrlA/s400/CLERICUS+CUP.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /></div><p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Estadio La Petriana, con la Basílica de San Pedro de fondo</span></em></p><p align="left">Pues bien, para muchos la <em>Clericus Cup</em> es llamada en estos días la <em>Champions League</em> de la Santa Sede. Todo nació, según cuenta la leyenda, de la cabeza (no del cabezazo) del cardenal Bertone, Tarsicio. Ningún parentesco con nuestro amado y admirado Bertoni, Daniel. Este cardenal convenció a Benedicto XVI –llamado por las malas lenguas “el Beckenbauer de la Iglesia”- para organizar un torneo de fútbol. Euforia y esoterismo. Se habló de la vidriera, de sponsor, de evangelización, de fieles, de la actualización. Oficios y comunión de santos. Creo que también de lo ventajoso para luchar contra el aborto, los homosexuales y los anarquistas. Gracias a Dios tuvo el visto bueno de su Santidad. Ergo, el cardenal convocó a dieciséis institutos romanos de formación diocesana. Y proliferaron equipos de fútbol con los seminaristas. El torneo se puso en marcha con jugadores de más de cincuenta nacionalidades. Un milagro: genuflexión y desplazamientos. </p><p align="left">El <em>Banco del Espíritu Santo</em> aparentemente no intervino en ninguna publicidad pero colaboró con su mirada celestial. Una de las canchas auxiliares al Oratorio de San Pedro formará parte de la efemeridografía. Otro equipo: el Colegio Tiberino que intentó pasar a cuarto de final en el Grupo A.</p><p align="left">Los nombres de los seleccionados son infernales, zigzageantes: Pontificio Seminario Gallito, North American, Pontificio Seminario Romano Maggiore, Universidad Lateranense, Redemptoris Mater… este último un equipo con letanías. La copa tiene forma de sombrero como los que lucían los seminaristas hasta los 90, con dos botines al pie. Un hallazgo bíblico, un emblema de la globalización. También participa un equipo cuyo nombre nos produce escalofrío: Legionarios de Cristo. Conservadores en el juego, dicen. Cuatro, cuatro, dos, dicen. Sin pecado concebido, dicen.</p><div align="center"><br /></div><p align="center"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5164709142431855570" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyUzmc5AfDKWFjxro1wo10XgpxxjvdiOPmX_eQJd5lSeTEr7q-tOu6yYblQSIio2UaRGUtQ-TPzwAkkYQlhJS8rA_hUs9Y7LKlESpYFibjjWhrl6HFyhaFeQevMAuZoe5ccSlgYQMqOpg/s400/Clericus.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">La Copa: un par de botines sostienen un balón con sombrero Saturno</span></em></div><div align="center"> </div><div align="center"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></div><div align="left">Hay banco de suplentes, entrenador, director técnico. Los seminaristas de Antioquia, los nigerianos y los colombianos parecen que dan que hablar. En el campo Cardinali Spellman - una leyenda como el Maracaná - es la cancha principal del Oratorio de San Pedro. Al entrar casi todos se persignan, otros besan el césped, ingresan por lo general con el pie derecho. Entran corajudamente. De afuera se escuchan los gritos de aliento, las hinchadas no tiran papelitos pero despliegan rezos, miran al cielo y entonan cánticos que no se parecen a los gregorianos. Códigos.</div><div align="left"></div><div align="left">Se escucha: “tocando de primera”, “distribuyan la pelota”, “vayan por las puntas”, “se marca a presión”. En el Colegio Marista se hizo una especie de concentración con un almuerzo balanceado: pavo. El cocinero fue el padre Ignacio, Ignatius si usted conoce algo de latín. Hay sobrenombres, motes. Todo con beatitud. Algunos, devotos de la Virgen de Guadalupe, hacen sus pedidos. Mexicanos, qué duda cabe. </div><div align="center"><br /></div><div align="center"></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5164712325002621954" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ95JUzHdLhNNBPrmaf5PJlsQ5nZMjf9vJ8T_f-IrBWKDztHxtVb291xK_j9KsNdHH58bBLTDdJkyTWPLpWa_qVSJtrq4yDh3OlvIJswakvIF7OmhrEK_gEPspxBO8DGZCPrdDdNJBs8g/s400/guadalupe_img.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /> <p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Un mexicano muestra la Virgen de Guadalupe bajo su camiseta </span></em></p><p align="left">Un gol; el jugador levanta el puño derecho. Estatura canónica. Maradona, susurran. Admite, el goleador mira y admite. Pero hay más. Va hasta la platea y lo grita. Las matracas y los redoblantes hacen lo suyo. Está filmado: matracas y redoblantes. Describo, cuento aquello que leí y pude ver. Poco, poco. Y la gente corea, se abraza, se besa, tocan el cielo con las manos. No hay insultos, no hay laicos ni ateos ni desvergonzados. Reina la pulcritud, la pureza y el balón tiene algo espiritual, algo mágico. Impoluto, angelical, asexuado. Ninguna relación con el Mundial de Fútbol Gay que se hizo en Buenos Aires. Acá no hay maricas ni travestis ni onanistas. Ni monaguillos ni prostitutas.</p><p align="left">(Estoy seguro que ninguno de ellos vio <em>Sin techo ni ley</em> de Agnés Varda ni <em>Nadie sabe</em> de Hirokazu Kore-eda. Tal vez me equivoque pero no creo, no creo.)</p><p align="left">Hay tarjetas amarillas, no por el color de la bandera del Vaticano. Crearon una tarjeta azul, una tarjeta intermedia. Hay spray, ídolos, ritos. También algunos periodistas, devotos, moralizantes. No hay denuncias de proxenetas aunque el nombre de Marcial Maciel da vueltas en el campo de juego y sus alrededores. Silencio de monasterio. Los jugadores son, además, alumnos destacados. Estudian filosofía, teología, bioética. Algunas camisetas llevan el auspicio de <em>Lotto</em> en el pecho. Obediencia debida.</p><p align="left">Al finalizar el encuentro se siente el olor a transpiración, no a santidad. No se sabe por qué pero muchos seminaristas brasileños no fueron convocados. En algunos el resentimiento se hizo ver. Culpas, algunos golpes beneméritos. Confesionario y a verlo todo detrás del alambrado. De Darwin no se habla. Ni de Galileo.</p><p align="left">Hay fotos en los colegios de los muchachos. Alguien dice: “yo no estoy para hacer banco”. Aunque parezca mentira algunos les agrada la cumbia villera. Citan a Messi y a Carlitos Tévez. Saben que mañana les espera los abdominales, los piques, las carreras cortas, la elongación. Las duchas son como las de “la Roma”. Los espera la misa, la música y el reposo. Se juegan dos tiempos de treinta minutos cada uno.</p><div align="center"></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5164709146726822882" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_pn9qpJYqA3Wupr2M24r9cdFz53dGpAfEhEygElxCqfpnERcJnmk2Ae_TLieauKMQvF2KJzilUvFaYgJJMWQsedy6OFoWXHP7bMkHRBicW9wp1CNdHKgXtRSNoSJytFYw6GHc-e3UACE/s400/clericusCup.jpg" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" /> <p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Redemptoris Mater, el campeón</span></em><br /><br /></p>Afuera, en los jardines, se escuchan los grillos. Moralejas eclesiásticas. “Que Dios te bendiga”, acotan al retirarse. El encargado del bufet les pregunta sobre el resultado, cómo jugaron, cómo están. En el bufet hay un bello crucifijo, grande, detrás de la caja, arriba del mueble de las gaseosas. Sutilezas, panoplias, platerías.<br /><br />Felizmente, desde el día en que nací, soy de Independiente, de los Diablos Rojos. Como toda mi familia: padres, tíos, hermanos, primos. En la cancha aparece un “fana” disfrazado de diablo y en la popular una bandera lleva con claridad un número amenazante: 666. Una vez -hace años- pisé ese césped, caminé lo místico. Un proceso de levitación. No hay iglesia que nos ampare, me digo. Tal vez de allí el agnosticismo; de esas banderas rojas, de esa gente voluptuosa, de esos seres indolentes (como yo) que se emocionan en ese templo pagano, ateo, que sólo tienen fe en Lucifer. El de la visera, el de la Cordero, el de la calle Bochini.<br /><br />Carlos Penelas<br /><a href="http://www.carlospenelas.8k.com/">http://www.carlospenelas.8k.com/</a>

El fútbol es sagrado

¿Usted le tiene fe al María Mater Ecclesiae ? ¿Es simpatizante, hincha o barra brava de éste equipo? ¿Conoce su historia, la superstición de...

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La cultura de la pelota

<div align="left"> Para aquellos que no me conocen debo decirlo. Y si es necesario reiterarlo. Amo el deporte. Me formé desde niño en un club donde su escudo dice <em>Mens sana in corpore sano</em>. Esa sentencia latina y otra -que aún leemos en el frontispicio de mi escuela primaria- <em>Liber Liberat</em>, me acompañan. He corrido en natación, pecho. He nadado en río y en mar. He jugado pelota a paleta y concurrí a las clases de box con el “Sapo” Azar. Un nadador de otros tiempos, Pico, me enseñó a no tenerle miedo al agua. Y un estilo para siempre. Fútbol toda mi vida. En Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, en torneos internos de Atlanta, en la 5ta. de Argentinos Juniors, en el seleccionado de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, en cuanto potrero o baldío había. De adulto me transforme en director técnico de los equipos de mis hijos del torneo de GEBA, durante diez años.</div> <div align="center"> </div> <div align="center"> <br /></div> <img alt="" border="0" height="400" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5157441644821405346" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifkrI1LgIX75Nw547BDbYuGLRbgdPTPkxzTcelNeGon-FMd7kKjafInE-UAXHHSEuCHsPUhf1wlqNEBQkymVN0ro6TPSrokKB4vDhkjOjakIZR33VIpy3l_0mFDyhIOQgOZ4IR4mC6uD8/s400/Delantera.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" width="322" /> <br /> <div align="center"> </div> <div align="center"> <em><span style="font-size: 85%;">Michelli, Cecconato, Lacasia, Grillo y Cruz</span></em></div> Siempre, o casi siempre, jugué de <em>insider</em> derecho o entreala derecho. Y sin vanidad, no jugaba mal. (En algunos picados, para compensar, sólo podía tocar la redonda con la izquierda. La derecha apoyaba, nada más). La pisaba, levantaba la cabeza mirando al compañero, la pedía a cada rato. Al trote, de área a área. Y volver a empezar, armando el partido, con paciencia, cruzando pelotas a veinte o treinta metros, gambeteando, haciendo caños, taquitos, acariciando la pelota, amándola. Con las medias bajas, sin canilleras. Caminando, casi sin transpirar. Guardo medallas y alguna copa de esos años.<br /> <br /> <div align="center"> <img alt="" border="0" height="400" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5157437388508814930" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqpmoWyYPR4bolo6dJiUiXWiSAGAyrb2FpftAYunHZzzo34GeTUCegp_UXYlFuXwM73_9OQeVOrVPSUakONN6W0R9_-t_ltOe0n_ffsZTkHWL8RQuoYps5K5_jy7V0jXIReR6IP8t1ALI/s400/Douskas,+Vladas.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" width="262" /><em><span style="font-size: 85%;">Vladas Douksas</span></em></div> <br /> De muchacho pude ver en Independiente a uno de los más grandes, al uruguayo Vladas Douksas. Mi padre me llevaba a la tribuna de los Diablos Rojos. Iba con mis hermanos y mis primos. Michelli, Cecconato, Bonelli, Grillo y Cruz. Los veo aún salir del túnel a Elías Abraham, a Moussegne, a José Varakca, a Maldonado, al Bocha… <br /> Mi padre me hablaba de Seoane, de Orsi, de De la Mata. Los conoció en la fonda de mi tío Pedro, en Avellaneda. Iban a comer pastas y tomar vino tinto el sábado por la noche. En el barrio La Mosca, Piñeiro. <br /> <img alt="" border="0" height="344" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5157440175942590098" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin5gz0pQx8sWsH_XLIc31D72bulPqZcbaVKhYwABt1VZB0dTdbaj4Dxljh-XJ8INGi8ugoeVOi-pt-DVfQ6lS1WEBeZHe132ruB4T4rdA_XuDPUkXaELeTB0Ow94Btma8UrV4tR5HskWM/s400/Seoane,+Manuel.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" width="400" /> <br /> <div align="center"> <em><span style="font-size: 85%;">Manuel Seoane, la Chancha</span></em></div> Cuando viajaba a los entrenamientos de Argentinos Juniors tomaba el 109. En el bolso llevaba la toalla, los botines, la medias, el pantaloncito y un libro de poemas. Jamás confundí el arte, la educación de la sensibilidad, la ética, la creación interior con la industria. Una cosa es el jazz y otra el imperialismo. Por esos años, por otra parte, en mi hogar se hablaba de Bakunin, de Trotsky, de las invasiones de los marines y de la Guerra Civil Española. Además -vale el tono- el deporte amateur es lo verdaderamente importante. Recordemos a Píndaro. El resto sabemos de sobra: industria, mercado, negocio, mafia, sistema en descomposición. Política de la más baja estofa; delito y corrupción. <br /> “A los poetas no concedieron ni los hombres ni los dioses ni los libreros el ser mediocres”, sentenció Horacio en su <em>Arte poética</em>. Pocos son los hombres que pueden consumar ese arte. Ahora, parece que es a la inversa. Philip Sydney, en su famoso libro <em>Defensa de la poesía</em>, decía que “no son el rimar y el versificar el que hacen al poeta”. Y “que han existido muchos poetas de gran excelencia que nunca versificaron”. Estamos hablando de 1580. <br /> Vivimos con alegría mediocridad y populismo. Las editoriales y seudos escritores ven un mercado redituable, se puso de moda. Caro lector, no olvide las palabras del comienzo, por favor. No se trata de escritores ilustrados y escritores junto al pueblo. Estamos hablando de estética literaria. Recuerde, cité a Píndaro. Puedo hablar de Camus o de Pasolini. Pongo en tela de juicio que estos relatos, cuentos o novelas futboleras tengan algo que ver con la literatura. No creo que en Italia se publique una antología donde estén Petrarca y Dante junto a Modugno o Celentano. Podemos seguir. Aquí vale todo, se mezcla todo. No se trata, reitero, de desdeñar temas, intentamos señalar a los adulones, a los populistas, a los que cómplices del mercado (aunque lo nieguen en nombre de las masas) distorsionan lenguajes, conceptos, prestigios. No estamos en contra de los “escritores futboleros”, decimos que no son “escritores”. La mayoría son farsantes, otros escriben con los pies. Más claramente: son malos escritores. Intentar confundirlos con Horacio Quiroga, Ricardo Molinari, Marco Denevi o Abelardo Castillo, por dar algunos nombres, es mala fe o ignorancia. El público es el público. Y el lector es el lector. Una cosa es la carga afectiva y otra lo trivial, lo chabacano que hay en cada acto; lo ideológico, la lectura política, si se quiere. Se habla de éxito, de territorios para explotar, de la influencia de los medios.<br /> Fascinaciones, declaraciones frontales, estilos categóricos. Bien. Frecuentación servicial que produce desplazamientos. Estilos oleaginosos que abarcan los diarios canónicos, posiciones de avanzada, seudo progresismo. Maniobras. Pactos, por razones de afinidad espiritual, verificación de textos, ponerse <em>à la page</em>. Ecos difusos de nuevos intelectuales, o viejos zorros, que distribuyen amagos, vertiginosos saludos y demás chovinismos. Problemas de latitudes y de buen hígado. Méritos de un extraño raíd, virtudes filantrópicas, tal vez. Osados, venerables, estrategias con la patota de amigos presuntamente privilegiados. Bromas ocurrentes y celebradas. Sintetizo, lector, sintetizo. Y luego la perplejidad, los elogios, las justificaciones. Posicionamiento. Esa es la palabra. <br /> <br /> Porque la miseria se fue acumulando. En las calles, en las plazas, en los hospitales, en las escuelas, en los edificios, en las bibliotecas. Inquietante, paradigmas, blasones de otra índole. Conjuro y flecos de legiones, de actitudes puntuales, de juegos florales cercanos siempre a lo nacional, a lo anecdótico, a lo decorativo del poder de turno. Parlotean, cejas al frente, beneméritos apóstoles del lumpenaje. Apogeos, criterios corporativos. Académicos de otro orden, reiteración de lo mismo. Cansan, en el fondo son tan prolijos como los embajadores con medallas al pecho. “Por miedo al castigo que por amor a la virtud”, escribió Horacio en <em>Epístola a los Pisones</em>.<br /><br />Carlos Penelas<br />Buenos Aires, enero de 2008<br /><a href="http://www.carlospenelas.com/">www.carlospenelas.com</a>

La cultura de la pelota

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