Cantero, con las autoridades policiales y los funcionarios del Aprevide y de la Secretaría de Deportes bonaerense
Independiente busca cómo hacer pie en medio de un remolino. El presidente Javier Cantero avanza. Sólo sabe que avanza. Tras la suspensión del partido de anteanoche, ante Belgrano -ganaba 1-0-, un barrabrava identificado como Ricardo Pavone fue detenido por haber comandado la agresión con bombas de estruendo al arquero visitante, Juan Carlos Olave. Otra persona, socia de los Rojos, también quedó detenida, pero por tenencia de arma blanca y reventa de entradas. Además, según las autoridades, ya hay otros cinco individuos identificados y habrá más novedades en las próximas horas.
Llegó el punto en el que todo parece enredado y en el que todos sospechan de todos. Pavone, conocido en el tribuna como "Gordo Richard", también es integrante de la barra brava de San Telmo, aunque no uno de los cabecillas. Incluso había participado en un documental de Canal+, de España, en el que, entre otras cosas, dijo: "Un barrabrava te puede arruinar un espectáculo. Un guacho tira una bomba de estruendo, te suspenden la cancha y el dirigente va a pérdida". Tan irónico como realista, soltó la frase en junio de este año.
Entre suspicacias, y por lo bajo, muchos tendieron lazos con la política y la seguridad. Según sus perfiles de Facebook y Twitter, Pavone dice ser custodio personal. Varias veces se lo vio por la municipalidad de Avellaneda y las versiones señalan que también estuvo cerca del gremio de los camioneros. Nadie lo confirmó de manera oficial. Eso sí: se comprobó que en los disturbios participaron menores de edad, que habrían sido dirigidos vía
handy por Pavone.
Otros, más allá de la acción directa de los barrabravas, posaron sus ojos entre una presunta relación tirante entre Florencia Arietto, encargada de seguridad de Independiente, y la policía bonaerense. Todo, claro, entre sutilezas políticas de largo alcance.
Cantero tuvo una y mil reuniones. El teléfono celular quedó saturado. Lo llamaron dirigentes de clubes y políticos nacionales, provinciales y municipales. Oficialistas y opositores. "No me siento solo", le aseguró el presidente a la nacion. Charló durante un largo rato con Alejandro Rodríguez, secretario de Deportes de la provincia de Buenos Aires; Luis Morales, secretario ejecutivo de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), y con el comisario Néstor Larrauri. Juntos repasaron las filmaciones de seguridad y definieron las medidas para los próximos partidos. "También le pedimos colaboración a la gente. Pueden hacerlo de manera anónima o llamando al 911", explicó Cantero.
Otro de los temas que se aclararon rápidamente fue la venta de entradas para el partido de mañana, ante Estudiantes, en el estadio Ciudad de La Plata. Según se informó, el expendio sólo será para los socios. Enrique Lombardi, presidente del club platense, pidió el derecho de admisión también para los hinchas locales y los visitantes.
El día empezó temprano y terminó muy tarde para todo Independiente. Una de las primeras cosas que aclaró Cantero fue que la comisión directiva rechazó la renuncia que Arietto dejó sobre la mesa tras las fallas en el operativo.
Los rebotes de la agitada noche en el Libertadores de América se escucharon por todos lados. Desde el Aprevide ratificaron que no habrá sanciones para el club y el partido seguiría el 28 del actual. Sólo resta escuchar la palabra de la AFA, tras el descargo. También trascendió el tipo de explosivos que utilizaron los barrabravas: se los denomina "cebollitas" y el tamaño oscila entre los tres y cuatros centímetros, por lo que pudieron haberse ocultado en alguna prenda íntima o en las zapatillas. "Quiero culpables y presos", dijo Cantero. Por algo se empezó.