0

El Libertadores de América fue un hervidero. Cantos contra la dirigencia, reproches al técnico y los jugadores e incidentes en la popular local, escenas que se potenciaron con la catastrófica derrota ante Platense, en la semana previa al Clásico de Avellaneda.

Un futbolista que debe abandonar la concentración horas antes del partido porque no puede firmar su contrato, un equipo que no resiste análisis desde lo táctico o futbolístico, una situación institucional que pende de un hilo, sin elecciones y con una dirigencia cada vez más cuestionada... y la pelota no entra. 

Explotó por todos lados la olla a presión que era el Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini desde antes de que empezara a rodar la pelota entre Independiente y Platense, comenzando con cantos contra el Presidente Hugo Moyano.

Dentro de la cancha, el Rojo, que venía de perder escandalosamente ante Patronato, jugando casi todo el partido con un hombre más, comenzaba ganando ante el Calamar, pero se lo dieron vuelta y ahí ya los hinchas reprobaron al equipo y el técnico Eduardo Domínguez, sumido en una campaña difícil de sostener desde los números y el juego

Los cantos pasaron al pedido de elecciones, hubo incidentes en la Tribuna Santoro y una lluvia de silbidos para despedir a los jugadores, que se retiraban de la cancha enojados con algunos plateístas mientras el entrenador les pedía que "levanten la cabeza" al dejar el terreno de juego. Será una semana muy difícil, y se viene el Clásico de Avellaneda...


El titular de Olé, un homenaje



Invitame un café en cafecito.app

Publicar un comentario