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En un partido muy chato, mediocre y sin emociones, Independiente derrotó como visitante a Patronato por 1 a 0 con gol del debutante Insaurralde. El equipo de Falcioni sigue en deuda, pero ganando es más fácil. 

Otro partido aburrido, sin situaciones de gol, con el equipo tirado atrás y sin inquietar al rival. Un primer tiempo directamente para el olvido y casi 60 minutos sin patear al arco. Así jugó Independiente en Paraná, y la única diferencia con el debut es que en esta ocasión no fue dominado por el rival, como si sucedió en muchos pasajes del encuentro ante Lanús

Patronato, un rival también con escasos recursos, no molestó nunca a Sosa, pero claro, el Rojo sin poner un solo hombre que se anime a ir para adelante y juegue cerca del área rival tampoco inquietaba al arquero local. 

Hasta que Insaurralde, el día de su debut, empujó y se fue a jugar de nueve. Peleó una pelota tras un rebote, abrió a la derecha para Sebastián Palacios, que por primera vez en el partido levantó la cabeza antes de tirar el centro y se la devolvió justa al Chaco, que con la pierna que usa solo para subirse al micro le pegó como venía y la puso abajo, esquinada, inatajable

El gol le abrió espacios a Independiente, el ingreso de Saltita González también le dio aire a los de Falcioni, pero tampoco alcanzó para más. El triunfo ayudará a seguir trabajando y encontrar el rumbo. 

Emiliano Penelas

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