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Tras el caos en la sede, el presidente les apuntó a los Moyano; el estigma por haberse ido a la B. 


Todo empezó en la madrugada. A Javier Cantero todavía lo poseía la adrenalina del momento y sentía el zumbido de los sillazos que le pasaban a un costado. La charla con La Nación fue breve. "No vaya a poner que renuncio. Ahora no me voy ni loco. Mañana [por hoy] hablamos más tranquilos." Y el Presidente de Independiente cumplió. Fueron muchos intentos a un teléfono celular con la casilla de mensajes completa. Hasta que él devolvió al llamado. Se lo escuchó apesadumbrado, pero fuerte. Dice que le cambió el día la visita de su nieto. Ahí nomás empezó a despacharse a gusto. La conversación fue como una válvula de escape.

"Fue muy fuerte todo lo que vivimos en el club. No sé cómo los dejaron entrar". Y, enseguida, el tema empezó a girar alrededor de un apellido: Moyano. "Quieren volver al club y, con participación en la gestión anterior, estaban hundiéndolo. Ejercen una violencia de facto. No pueden ganar ni una elección ni una asamblea. Eso les duele. Los violentos son ellos. Ellos generaron todo esto. Anoche tendría que haber ido [Hugo, líder de la CGT] como primer representante de socios por Nueva Generación Roja. ¿Por qué no fue?" Cantero estuvo encendido y hubo que aprovechar su enojo.

- ¿Reconoció a quienes los agredieron?
- Los tenemos filmados. No lo digo porque sí. Ya presentaremos las denuncias correspondientes en una causa por asociación ilícita, junto con la Dra. Arietto (Florencia, ex jefa de seguridad del club). Si hasta hay planillas de cuánta plata se llevaba en negro la barra. Había 10 o 15 que eran barrabravas. Otro, por ejemplo, que es muy parecido al ex presidente [Julio Comparada] y antes acompañaba al plantel, trató de pegarle al secretario Pedro Larralde.

- ¿Qué puede comentar del operativo de seguridad?
- Por decirlo de manera elegante, la policía no fue eficiente. De algún modo pienso que nos entregaron. Afuera había una parte de la barra brava. Una hora antes hablamos con los encargados y nos dijeron que estaba todo controlado con la infantería. Después pasó lo que todos vieron.

- ¿Cómo manejó el miedo?
- No sentí miedo. Bah, en realidad, lo sentí en un momento, cuando salimos por una puerta lateral, por un pasillo de 70 centímetros. Había tipos que nos corrían. Ahí pensé que me rompían todo. Estoy preocupado por mi familia, pero ella entiende que tengo que cumplir un mandato.

- ¿Ni con todo esto quiere irse?
- No. Me quedo porque me eligieron. Irme sería darles la razón a los violentos. Si hoy vienen los militares, ¿dejamos, por miedo, que hagan un gobierno de facto? De ninguna manera.

- ¿Un gremialista puede ejercer un gobierno de facto?
- Son especialistas en eso. En la época de Onganía había sindicalistas en el gobierno.

- ¿Por qué les apunta tanto a los Moyano?
- Porque son como Judas. Son traidores que no quieren ayudar. Hay algo personal. La gente tiene que saber que ellos no pueden poner plata. Son sindicalistas y viven de un sueldo. Pero ya está... Hoy mi única preocupación es armar un equipo para subir rápido a primera. Otros quieren ser dirigentes y sólo perjudican a Independiente.

- ¿No quieren colaborar con Independiente?
- Pregunte por ellos en All Boys. Estuvieron manejando las inferiores y se fueron hace dos meses. Dicen que se llevaron jugadores al equipo de Camioneros. Hacían cosas que no estaban bien. Toman el fútbol como un negocio personal. Si son de Independiente, ¿qué tenían que hacer en All Boys?

- Se dice que usted saca provecho de estas situaciones violentas...
- Fui a muchas asambleas y nadie podía ni chistar porque la barra le pegaba. Nosotros dejamos todo a la vista. Las cámaras de TV pudieron filmar todo. Además, para sacarme del club no hace falta ejercer la violencia. Que lo propongan según el estatuto y que ganen una votación. Si es así, es muy fácil sacarme. No hay que ejercer violencia ni robar ni escupir ni aprovechar los peores momentos. No tuvimos una buena situación deportiva, pero, por cómo estaba el Club, nadie podía haber hecho un mejor trabajo institucional. Aunque suene raro, estoy orgulloso de eso.

- Pero el pasivo creció mucho...
- En el último balance dará 360 0 370 millones. Pero hace un tiempo era de 79.000.000; después fue el doble: 150.000.000, y nosotros llegamos con 328.000.000. En nuestro tiempo aumentó un 15% cuando en otro momento se duplicaba. Redujimos todo lo que pudimos, pero no se puede desacelerar de 100 km/hora a cero. No se puede tirar un freno de mano así como así.

- ¿Siente una condena social?
- Sé que cometimos muchos errores y los asumí. Acaso más de la cuenta, aunque no pateo penales ni me tiro en palomita. Para un club grande el descenso es la muerte. Y lo estamos pagando. Pero puedo ir a tomar un café a un bar. Mi imagen cayó mucho con el descenso. El 75% de la gente quiere que termine mi mandato. Si se adelantan las elecciones, ¿ellos qué hacen? Tienen una intención de voto del 0,2%. Les puede ganar cualquiera porque a ellos no los quieren. Sé que tengo un estigma porque voy a quedar como el presidente que mandó a Independiente a la B. No voy a volver a presentarme en una elección porque ya tenía decidido no hacerlo. Pero a ellos no los quería y no los quiere nadie. Pierden en cualquier votación.

- ¿Siente que usted provocó la reacción de la gente?
- ¿Por qué? ¿Porque dicen que tiré la carpeta sobre el escritorio? ¿Qué hubieran hecho en mi lugar? A ver si se atrevían a entrar en ese ambiente. No la tiré con furia ni nada. Entré, me insultaron, me escupieron y di la cara como correspondía. Sé que Noray Nakis salió a hablar. Dijo que me tenía que ir, que había acefalía. Justo él, que mantuvo a Bebote [Pablo Álvarez, ex líder de la barra brava] en su departamento.

- ¿Esperaba una situación así?
- Si en algún momento Pedro Iso, que para mí estuvo entre los tres mejores presidentes de la historia, se fue escupido, sabía que podía pasarme. Esperaba que me masacraran y lo dije. Los entiendo. Da bronca. Pero también digo que yo nunca insulté a Comparada. Somos como inodoros: recibimos el vómito y después la gente se va a cenar como si nada. Es parte del rol, de la catarsis. Hoy me ponen las peores barbaridades en el celular y tengo que aguantarlas.

- ¿Le molesta que lo comparen con De la Rúa?
- No. Eso fue una pintada que hizo la barra y nada más. Decían que iba a durar 30 días y llevo un año y medio. Hay otros a los que los comparan con Al Capone.

- ¿Cómo afectó al Club la situación que se vivió en la Asamblea?
- Nos perjudica. Teníamos 10 tratativas encaminadas y esto hace que se vea una realidad que no es. No es que cualquiera entra y pega porque sí. Entre este escándalo y el allanamiento del juez Oyarbide [por la causa que investiga los pases de los futbolistas] perdimos mucho tiempo para la reorganización del plantel.

- ¿Su Comisión Directiva está fracturada?
- No. Somos 27 miembros y hay distintas opiniones. Trataron de dividirnos, pero nadie quiere serrucharle el piso a nadie.

- ¿Pondría las manos en el fuego por cada miembro?
- No. Sólo las pongo en el fuego por mis hijos.

- ¿Habló en estos días con Grondona?
- No. Él está en Brasil por la Copa de las Confederaciones, pero hablaré cuando vuelva. Vamos a conversar de todo. Muchos me criticaron porque hablaba una vez por semana con él, pero todos hacen lo mismo. Primero decían que él nos mandaba a la B y después que él nos salvaba. El hincha es así.

- ¿Qué piensa de la frase de Passarella, que dijo que usted y él eran "dos boludos"?
- Ya tengo bastantes problemas como para ocuparme de eso. Tengo la mejor imagen de él como jugador y como director técnico. Logró recuperarse de una de las peores situaciones de la vida [la muerte de un hijo] y lo respeto mucho. Descendió con River y al otro día estaba de pie para sacarlo adelante, como queremos hacer nosotros. Tengo más relación con Diego Turnes [vicepresidente], pero me encantaría tomar un café con Daniel.

- En el momento de mayor desesperación, ¿llegó a pensar en hacer algo fuera de ética para mantener a Independiente en primera?- ¿A qué se refiere? ¿Robar? ¿Coimas? De ninguna manera. Hay lugares de los que no se vuelve. Son esas situaciones que habrá que responder más adelante. Algunos van a tomarlo como el folklore del fútbol, pero va a ser muy feo cuando dentro de unos años se recuerde a aquel partido... [no lo dice, pero se refiere a racing 0 vs. Quilmes 1]. Jugar para atrás es deleznable.

- ¿Qué pensó cuando vio las cargadas en la cancha de racing?
- Que es una desubicación cuando un dirigente se pone en el papel de hincha. Pero también quiero destacar la parte buena, como el Tata Martino, que en pleno festejo con Newell's se acordó de mí cuando Independiente estaba en el suelo.

En Primera y con el Estadio terminado
Pese a la difícil situación, Javier Cantero se plantea metas altas para el año y medio que le queda de mandato. "El equipo tendría que estar en Primera, la cancha debería estar terminada, sin el techo, y la deuda tendría que ser mucho menor. Ése es el objetivo que nos propusimos", aseguró el presidente de Independiente. En cuanto a los refuerzos, Mauro Matos, ex delantero de All Boys y de San Luis, de México, quedó a un paso de incorporarse a los Rojos..

Francisco Schiavo
Diario La Nación, domingo 30 de junio de 2013

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