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El arquero de Independiente fue tapa de Olé y en la entrevista cuenta que cambia el cero en su arco por mantener la punta. Y recuerda el gol de Silva, con blooper incluido, con el que inició el invicto: "Salió hasta en lo de Mirtha".

Van 452 minutos. O cinco partidos. O algo así como siete horas y media. Hay muchas formas de leer el tiempo que Adrián Gabbarini lleva sin recibir goles. Pero para el arquero del Independiente puntero del Clausura hay una sola: "Esto es mérito de todo el equipo porque sabe defenderse con le pelota. Es de un equipo que maneja los tiempos del partido. Y eso hace que no nos conviertan. No son 452 minutos de un Independiente metido atrás. O esperando una contra. Es de un Independiente que sale a buscar el primer gol. Por eso el mérito es de los 11 que entramos a la cancha, no sólo del arquero o la defensa".

- ¿Entonces por qué fuiste varias veces figura?
- Porque nos faltaba juego. Podíamos jugar mejor y ante Central se vio una mejoría. Tuve un par de intervenciones, pero manejamos la pelota durante gran parte del partido. Volvimos a ser el Indepediente de las primeras fechas.

- Hay partidos en que los atacan mucho, ¿por?
- Nos atacan porque, siendo sinceros, de mitad de cancha hacia adelante, son todos jugadores que les gusta jugar. Acevedo, si tiene que tirar un caño en el área contraria, te lo tira. Hay muy pocos 5 con su habilidad, pegada y juego. Apostamos a eso. Por eso cuando la pelota la tiene el rival, lo sufrimos. Pero prefiero diez mil veces un equipo que piense en el arco de enfrente a uno que se pare con dos líneas de cuatro. ¿Porque cómo hacen para reaccionar si reciben un gol? Entonces, si me pelotean todo el partido porque salimos a buscar el primer gol, está bien. Prefiero eso a que me peloteen por esperar. El parámetro te lo da la formación inicial. Ahí es cuando el técnico se la juega.

- ¿Y eso salió de Gallego o lo pidieron ustedes?
- Es así por él. El técnico lo inculcó y él pone los jugadores para ir a buscar el partido. Para ir a ganar. Después nosotros nos dimos cuenta que nos sienta bien y que las cosas salen.

- ¿Tuviste que aprender a ser un líbero?
- Sí, es algo que me piden el Tolo y Luis (Islas). Que trate de salir a atorar rápido al delantero. Y me gusta no dejarlo pensar. Si vos lo esperás, le das dos segundos y chau. Por el estilo de la defensa, de pararse tan adelante, tuve que aprender a estar más atento. Igual, lo que están jugando los cuatro de atrás, es impresionante. O lo que colabora Silvera en las pelotas defensivas. Es fundamental. No somos un equipo alto y no nos hacen goles de pelota parada. Por eso el mérito es doble.

- Pero luego de Chacarita, al que Gallego obligó a ganar 8 ó 9 puntos por torneo para ser campeón es a vos. ¿Cuántos vas?
- Je, no sé... Nos lo dijo a mí y a Hilario en el vestuario. El salió muchas veces campeón, debe ser verdad. Yo trato de no hacer locuras. Intento ser un arquero serio, tranquilo, de transmitirle seguridad. El arquero que logra eso está cumpliendo un gran porcentaje de lo que el puesto pide.

- ¿Por qué sos arquero?
- En Guaymallén teníamos un equipo de barrio de fútbol 5 y siempre me ponía al arco. No sé por qué. Mis viejos, Norma y Edgardo, no me hicieron faltar nunca nada, pero tampoco esperaron que yo fuera futbolista. Pero arranqué desde chiquito, ellos me apoyaron, y todo se fue dando. Incluso, cuando en el 2002 vengo a Buenos Aires, pensaron que volvería pronto.

- ¿Y cuántas veces te quisiste volver?
- Muchas, je. Gracias a Dios en mi categoría siempre jugaba. Siempre me vi con futuro y quería atajar en Primera. Pero extrañaba mucho... Ahora vivo en un departamento y vienen mis viejos, mi novia desde hace seis años (Gimena), mis hermanos (Martín, Noelia y su novio y amigo mío, Leandro). Pero en la pensión no fue fácil: ellos venían un fin de semana a un hotel, me veían jugar, comíamos juntos y ya se volvían. Una etapa dura.

- Luego fuiste un año a Independiente Rivadavia, volviste en el 2005 a la Cuarta, comiste banco en Primera (83 partidos) y a mediados de 2009 vos decidiste quedarte. ¿En ese momento imaginaste un presente así?
- Uno sueña con esto, pero no lo imagina tan así. Todavía estaba Fabi (Assmann), habían traído a Hilario y tuve una propuesta de la B Nacional. Pero dije que no, porque me tenía fe y quería cumplir mi sueño.

- ¡Más que cumplido!
- Sí, no caigo todavía de la dimensión. Es muy lindo. Estoy en un lugar en el que quisieran estar varios. Un arco que te da envión para cosas grandes. O que si tenés un error, como me pasó contra Vélez, salís en todos los programas. Hasta Mirtha Legrand lo pasó, je. Con ese gol me di cuenta de la responsabilidad que tengo al atajar en el Rojo.

- Ese gol, sabiendo que Hilario Navarro está atrás, ¿te puso intranquilo?
- Me hizo ponerme el doble de pilas, pero si me tocaba salir, no entraba cualquiera. Es Hilario. Pero yo lo canalicé por el lado de que no tengo el puesto ganado. Con Gallego nadie lo tiene. Lo bueno es que él tiene a los 25 motivados. Por eso Núñez entra y hace un gol. Por eso Mancuello reaparece y rinde. Y el domingo en Santa Fe, me da lo mismo ganar 1-0 que 3-2. Con tal de traernos los tres puntos... No me importan los 452 minutos en cero. Me importa que termine el torneo y podamos abrazarnos todos a festejar. Porque somos un equipo.

Entrevista de Demián Meltzer

Elige competir
Gabbarini no le teme al posible regreso de Fabián Assmann.
Gabbarini se siente el dueño del arco de Independiente y no le teme a la competencia. Tanto que es capaz de esperar con los brazos abiertos el posible regreso de Fabián Assmann en junio, si es que el zarateño, hoy a préstamo en Las Palmas, no sigue en Europa. Y Adrián se propone seguir en el club. "Sí, me quiero quedar. Que vuelva Fabi es muy bueno, porque siempre hay que pelear con los mejores y él es uno de ellos. Hilario también, el Ruso... pero yo me quiero quedar. Si es algo increíble jugar el campeonato local con Independiente, me imagino lo que debe ser jugar una Sudamericana. Pero primero hay que clasificar, je. No nos olvidemos de eso, que tenemos que ganarle a Colón", contó el mendocino. Claro que Gabba vive en un departamento que fue habitado por tipos que ya emigraron: el propio Assmann y David Abraham, quien actualmente juega en el Basilea de Suiza. Y con Hilario, Diego Rodríguez, Cornaló y el posible regreso de Assmann, otra vez sobrarán arqueros.

Arquero de un grande
Gabbarini es otro producto de la escuela de Santoro. Serio, concentrado, seguro y ganador. Un arquero de equipo grande con pretensiones. Ese que responde cuando el partido no tiene dueño o la ventaja es exigua. Y si uno repasa el Clausura, fue figura en varios encuentros (racing, Tigre y Chacarita) en el que al Rojo lo han puesto en aprietos. Así la defensa juega tranquila sabiendo que atrás todavía queda alguien por vulnerar. Se ganó el puesto postergando a Hilario, y no se cayó por el error en el 3-0 de Vélez. Luego no la buscó más adentro y sus actuaciones fueron cada vez más sólidas a pesar de algunos problemas en las pelotas aéreas. Es un bastión del actual puntero, que desde el arco ya tiene un punto a su favor.

Beto Tisinovich
Diario Olé, 23 de marzo de 2010

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Emiliano Papini dijo... 23 de marzo de 2010, 7:29 p.m.

capoo, muy bueno el blog con info importante y buena
te espero y te invito a que pases por el mio, el cual justamente tiene una nota especial para gabbarini.

saludos y te espero

La Caldera del Diablo dijo... 23 de marzo de 2010, 11:22 p.m.

Gracias, tocayo, ahora la vemos

Emiliano