Editorial 125 - La mirada interior

Metidos dentro del año futbolístico, el Rojo se mueve en Salta con la Primera y en Necochea con el Selectivo. Sin demasiadas novedades en cuanto a los pases, las expectativas están puestas en el funcionamiento colectivo que logre el Tolo.

Independiente vive una mitad de temporada extraña, que lejos de marcar preocupaciones o ansiedad por lograr refuerzos, coloca la mirada en el propio plantel, y el trabajo táctico y físico que mejore un equipo que rindió bien en el último semestre de 2009.

Sin noticias concretas sobre pases, las incorporaciones en caso de llegar se arreglarán más cerca del inicio del Clausura, pero de todas maneras no desvelan al entrenador. El desafío de Américo Gallego estará en corregir las falencias y debilidades que expuso el Rojo y que evidentemente lo dejaron fuera de la lucha de un título que estuvo cerca pero no se dio.

Desde Salta, donde se encuentra la Primera, pidieron en su momento la llegada de un enganche y un lateral. El volante debería cambiar el esquema de juego, si es que finalmente ni el Patito ni Piatti toman la posta de ese rubro. Un centrodelantero que pueda acompañar o reemplazar a Silvera, es otro de los anhelos, pero también el más difícil de cumplir.

Mientras, en Necochea también se acuña parte de la esperanza Roja. Los juveniles que entrenan con Cayetano Rodríguez, más algunos jugadores que han tenido experiencia en la máxima categoría, son el cimiento del futuro, y el Tolo podrá contar allí con lo que no encuentre en Salta.

Emiliano Penelas