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Tanto Miguel Ángel Santoro como los jugadores de Independiente coincidieron en que se sintió el cansancio por los dos partidos consecutivos, sumados a los viajes y la pretemporada.


En medio de la pretemporada, Independiente debió afrontar dos encuentros con 72 horas de diferencia, viajando 400 kilómetros en micro hasta Mar del Plata y luego un avión a Mendoza. Tras el encuentro del sábado ante racing, el equipo mostró ayer el cansancio de tanta actividad en el comienzo del año, y por eso el empate dejó conformes a todos.

“En el primer tiempo atacamos más, pero en complemento se nos complicó por el cansancio. Sobre el final había muchachos que no podían más. No dejamos de entrenar y tuvimos poco tiempo de recuperación”, comentó Pepé Santoro.

Con más tiempo por delante hasta el próximo compromiso del Rojo, Santoro reconoció que en “los próximos tres partidos nos vamos a ir acercando al equipo titular para ir pensando en el arranque del certamen”.

Fredes grita su gol, lo acompaña Vittor

Por su parte, otro de los que declaró en el mismo sentido al término del encuentro fue Darío Gandín: "Hicimos un muy buen primer tiempo, con mucho ritmo, por eso en el segundo sentimos el cansancio y los viajes en micro y en avión". Consultado sobre la posibilidad de emigrar del Club (a la chance de Huracán, descartada, se suma ahora el posible interés de Newell's y de un equipo del exterior) el Chipi expresó sus deseos de continuar en el Rojo: "Me voy a quedar acá, tengo la cabeza en Independiente y la confianza del técnico."

Con él también coincidió Sergio Vittor, la figura del Rojo en la noche mendocina: "Trato de hacer las cosas bien para el técnico. Físicamente me mató el clásico con racing, llegué muy cansado, pero uno quiere jugar todos los partidos. Éstos son buenos para mostrarse."

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