Mirá que te rajo, hermano

De Pizzuti a Gago, fueron diez los Clásicos de Avellaneda que definieron la salida de los técnicos de racing tras una derrota ante Independiente. Acá los repasamos. 

Juan José Pizzuti fue el primero en irse, el 25 de mayo de 1975, luego de perder 4-1 como visitante por el Metropolitano 1975. Luego, por el campeonato Nacional 1982, el 25 de abril dejaba su puesto como entrenador de la academia José Pastoriza, luego de perder 2-1 como local. 

Un año más tarde, en una fecha inolvidable para los hinchas de Independiente, el 22 de diciembre de 1983, el Rojo era campeón del Metropolitano 1983 ganando 2 a 0 en la Doble Visera y racing se iba al descenso perdiendo a su técnico, nuevamente Juan José Pizzuti. 

Más acá, llegamos al Apertura 2000 (16 de diciembre) cuando la dupla Oscar López - Oscar Cavallero perdio 2 a 0 en el Cilindro y renunciaron a su puesto. Juan Manuel Llop abandonó la academia el 21 de febrero tras perder 2-0 como visitante en el Clausura 2009, el día de los casquitos amarillos. 

El equipo del Coco Basile, el 10 de abril de 2012, fue goleado 4 a 1 como visitante y también se fue, aunque no en taxi como lo hizo Teo Gutierrez. 

Diego Cocca se fue tras perder en su casa 2 a 1 por la Liguilla Pre Libertadores 2015, el 6 de diciembre, pese a clasificar a una Copa que ya no dirigiría. El propio Cocca regresaría al banco de racing para despedirse también dirigiendo ante los suplentes Independiente, perdiendo 1 a 0 por la Superliga 2017-2018, el 25 de noviembre de 2017, el recordado partido de Albil en jogging. 

El 8 de agosto de 2021, en una noche lluviosa, el equipo de Juan Antonio Pizzi perdía 1 a 0 por la Liga Profesional en el Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini y renunciaba al término del encuentro. Fernando Gago es el último de esta lista, que este sábado 30 de septiembre renunció a su cargo tras caer 2 a 0 en cancha de racing por la Copa de la Liga Profesional 2023. Lo curioso es que Pintita se va puntero e invicto en su zona...

Info de Daniel Borges para La Caldera del Diablo