Jugando con la cabeza, golpeando en los momentos justos, Independiente se quedó con un Clásico de Avellaneda caliente. Fue 2 a 0 con goles de Alexis Canelo al inicio y Chaco Martínez al final.
Con huevo, con pasión pero sobre todo con inteligencia, con templanza para soportar los ataques del rival y calma para manejar los tiempos del partido, Independiente se quedó con un Clásico clave con autoridad.
Con un juego que se hizo de ida y vuelta desde el comienzo, el Rojo pegó de entrada a los 4 minutos, cuando Colombo equivoca un pase hacia atrás que intercepta Braian Martínez y en una gran corrida cruza para la entrada de Alexis Canelo por el segundo palo para el 1 a 0. El local casi lo empata enseguida, con un cabezazo de Moreno al travesaño de Rey. Independiente perdió a Mancuello antes de un cuarto de hora que tuvo de todo.
Reordenando las cosas, racing dominaba y manejaba la pelota pero no le creaba peligro a Rey. El Rey de Copas apostaba a una contra y era el Chaco Martínez el jugador que marcaba las diferencias. Tuvo el segundo sobre el final de la etapa e inexplicablemente no pudo convertir, solo frente a Arias.
En el segundo tiempo racing era nervio dentro y fuera de la cancha, con sus hinchas reclamándole a Gago otra actitud y Tevez leyendo el murmullo del estadio. Sacó a un inexpresivo Cauteruccio en un cambio por Aguilar para fortalecer la defensa y seguía esperando entregándole la pelota al rival.
Mientras se consumían los minutos, el Rojo comenzó a crecer y sumar chances hasta que un xlarisimo penal hizo que Mastrángelo fuera al VAR y finalmente convalidar la falta. Iván 41 minutos y el Chaco tomó la responsabilidad y salió a gritar el segundo. La fiesta fue completa, y se festejó otra vez el día del padre.
Emiliano Penelas
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