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Independiente superó a Guabirá por 1 a 0, cumpliendo apenas con lo indispensable para superar a un rival muy débil que venía pensando en sumar su primer punto en la Sudamericana y que erró un penal sobre la hora. Silvio Romero, el gol Rojo.  

Guabirá vino a rescatar un punto, a no comerse otra goleada en esta Sudamericana que lo tenía con todos los partidos perdidos y apenas un gol convertido, ante Independiente, en el debut. Hacía su papel con lo que tenía. El problema era Independiente, que jamás le encontró la vuelta ni le generó peligro en todo el partido.

Lucas Romero fue lo más sólido del equipo de Falcioni, y Gonzalo Asís el que más veces pateó al arco, casi siempre mal. Así las cosas no hay jugadas destacadas hasta ver alguna aparición de Roa en el segundo tiempo, y un par de fallidos en el área de Silvio Romero.

Pero el Rojo anda en una racha, y como el gol en contra ante Bahía la última jornada, esta vez fue un centro que tras varios rebotes le quedó a Silvio Romero, su cabezazo dio en el arquero y otro rebote más en su pito para que la pelota, a medio metro de la línea, ingrese mansita sobre el final.

Por último, quedaría un penal insólito de Sosa a los 43 minutos del segundo tiempo, que el delantero boliviano pateó afuera del arco. Fue victoria, pase a octavos y a otra cosa.

Emiliano Penelas

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