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El arquero, actualmente en el Pachuca mexicano, se refirió a aquel grito jugando para Boca, y sus posibilidades de volver al Rojo. "Para regresar se tienen que alinear los polos, no depende sólo de mí", señaló.


"El gran arrepentimiento de mi vida fue gritarle un gol al Rojo. Es el dolor más grande que me dio el fútbol. En el momento me di cuenta de que me equivoqué. En Argentina es algo terrorífico, no te lo perdonan. Me equivoqué como le puede pasar a cualquier ser humano", dijo Oscar Ustari, recordando el grito jugando para Boca en la Bombonera, en 2012.

"Por ese hecho me amenazaron de muerte, no lo podía creer. No conté esto antes porque no quería apagar el fuego con gasolina. Fui varias veces a la cancha, pero lo tuve que hacer escondido. Es algo difícil tener que lidiar con eso", dijo en declaraciones a Cultura del Gol.

"Hice hasta lo imposible para volver al Rojo en momentos en los que precisaban un arquero. Ellos no perdieron mi número, en su momento me habían bloqueado. Cuando quedé libre de Atlas de México en 2018 me volví a acercar, pero ellos trajeron a uno de la B Nacional (NdeR: Milton Álvarez). Para regresar se tienen que alinear los polos, no depende sólo de mí", dijo el arquero, que ya había anunciado su deseo de terminar su carrera en el Club.

Ustari compartió plantel con Sergio Aguero en Independiente y en la Selección, donde también conoció a Lionel Messi. Y contó una anécdota imperdible sobre cómo eran las concentraciones: "Jugaban a la Play todo el día. Se gritaban los goles en la cara. El preparador físico les golpeaba a cada rato la puerta de la habitación para decirles que paren un poco, que se calmaran".

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