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En otra noche para el olvido, Independiente cayó sobre la hora 1 a 0 ante Gimnasia. El equipo, que se fue silbado, no pateó al arco en todo el segundo tiempo. Nuevamente hubo insultos para los dirigentes.



La tarde que comenzó con la alegría y los festejos por la bienvenida a Maradona y los grandes ídolos del Club en la cancha terminó con una pesadilla repetida en los últimos tiempos.

Un equipo perdido en la cancha, que deambula, no patea al arco, no genera situaciones y no logra siquiera mostrar un cambio de ritmo que entusiasme

Sólo se salvan los chicos, la buena tarea de Gastón Silva, y poco más en un Rojo que ha perdido el rumbo, y que perdió en el último minuto ante un equipo condenado al descenso, cuando deberíamos empezar a preocuparnos para la próxima temporada...

En caída libre, el final fue también conocido: una lluvia de silbidos para los jugadores y los insultos nuevamente para la dirigencia. Alguien tendrá que recoger el guante.

Emiliano Penelas

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