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En un partido durísimo, Independiente cayó 1 a 0 con Corinthians en Avellaneda. Una formación con muchas variantes y una mala noche del Rojo. 

Una extraña formación, con muchos cambios respecto al equipo que derrotó a Boca el domingo, fue lo primero que llamó la atención de los hinchas de Independiente. La rotación extrema de Holan, dejando a muchos habitualmente titulares daba la impresión de ser demasiada ventaja.

El primer tiempo fue un poco más el Rojo, pero Silvio Romero no está fino con el arco y Gaibor, con dos o tres pelotas bien puestas, no alcanzó a desequilibrar. También hay que decir que sufrió en defensa y varias veces quedó en inferioridad numérica con los atacantes brasileños, salvando Campaña en un par de ocasiones.

Holan mando al equipo con dos cambios para la segunda parte. Adentro Gigliotti y Meza, salieron Menéndez, sin trascendencia, y Benítez, que hasta ahí venía siendo el conductor del equipo. El ex Gimnasia, como Bustos, no parecía en plenitud física, y tampoco tuvo participación activa en el juego.

Corinthians mostraba peligrosidad con un par de hombres rápidos, y llegó al gol tras una jugada desafortunada. Desde ahí las cosas se hicieron aún más cuesta arriba para un equipo sin fútbol.  Quedarán las polémicas de un gol mal anulado a Silvio Romero y un penal tras un tiro libre.

El futuro es incierto en la Copa, con la obligación de ganar el encuentro ante Deportivo Lara de local y sumar al menos una victoria en sus visitas a San Pablo y Bogotá.

Emiliano Penelas

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