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Independiente no tuvo fútbol ni ideas para superar a Olimpo en Avellaneda, y volvió a empatar sin goles. El Rojo se fue silbado.
No culpes a la lluvia. Independiente sigue sin encontrar el rumbo, no tiene fútbol ni ideas pese a tener la pelota, y dejó pasar otra chance de acercarse a los punteros de un torneo qué increíblemente lo tiene aun en carrera matemáticamente pero muy lejos en todo lo demás.

No puede pensarse el partido de esta noche ante Olimpo sin esperarlo con el de la semana pasada ante Sarmiento. No hay reacciones en el equipo, apenas alguna corajeada individual del Cebolla o el amor propio de Tagliafico, más otra soberbia actuación de Campaña, otra vez responsable del cero en el arco Rojo.

Una lluvia de silbidos parecidos al aguacero que cayó esta semana, despidió al equipo en Avellaneda.

Emiliano Penelas

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