División entre los hinchas que relativizaron las derrotas veraniegas y entre quienes vislumbraron una luz de alarma en la preparación del equipo, cuando falta poco por disputar el partido que definirá el semestre.
Las dos derrotas veraniegas -con equipo alternativo ante San Lorenzo y con titulares contra Boca, abrieron dos frentes de discusión entre los hinchas de Independiente. Están quienes no le dan mayor importancia en el contexto de una preparatoria física exigente pensando en una temporada que traerá muchos compromisos para el Rojo, y quienes las consideran preocupantes, cuando falta poco para definir el futuro del equipo en la Libertadores, el primer objetivo 2011.
Ambas posiciones tienen argumentos válidos, tanto porque es cierto que por más que haya una excusa en los trabajos de pretemporada, también lo es que en menos de una semana jugaremos contra el Deportivo Quito. Por otra parte, con dos formaciones distintas, el equipo mostró un esquema de juego similar, manteniendo una idea futbolística cercana al paladar del hincha Rojo.
Lo señalábamos en nuestra última Editorial, el mérito de Mohamed es haber plantado un equipo que puede expresar una idea de juego. Lo que se vio en los dos encuentros marplatenses, también de manera independiente a la formación presentada, fueron graves errores en defensa que posibilitaron los goles rivales.
Al mismo tiempo, un problema que el equipo arrastra desde el año pasado, es la falta de delanteros netos, y se notó en el poco acompañamiento que tuvo Silvera ante Boca. Seguramente con la baja en la actividad física y el aumento de las prácticas de fútbol, el Turco deberá hacer hincapié en estos puntos, mientras sigue a la espera de un nuevo delantero.
Emiliano Penelas
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