0

Mohamed parece haber encontrado en la conformación del plantel un esquema de juego que se impone más allá de los nombres.

Independiente jugó anoche con un equipo casi en su totalidad alternativo, con juveniles surgidos de las Inferiores que piden minutos en cancha y algunos que poco a poco demuestran que son más rellenos de un plantel que parece armadito y que, sin importar demasiado los nombres de los actores, muestra una homogeneidad en el juego.

Si bien puede parecer apresurado evaluar con sólo un encuentro veraniego, el tema ya venía de cuando el Rojo afrontaba las etapas decisivas de la Sudamericana y con un plantel juvenil se presentaba en el torneo local, con juveniles que piden cancha y valores que están a punto de explotar.

Mérito de Antonio Mohamed, que supo hacer de un grupo de jugadores que venía golpeado, un plantel que muestra cierto criterio y homogeneidad de juego, independientemente de quienes actúen. Pelota al piso, juego asociado y sacrificio colectivo, con evidentes cosas que ajustar, pero por una senda que se aproxima a la idea futbolística que busca el hincha de Independiente.

Si bien el equipo sufre la falta de delanteros, y la búsqueda de uno será determinante para el transcurso del año, ahora parece equilibrarse de a poco en las demás líneas, consiguiendo armar un mediocampo interesante, con la llegada de Matías Defederico, y sumando un refuerzo como Iván Vélez, para consolidar los laterales en la defensa.

El calendario es tirano a la hora de seguir la evaluación, porque al Rojo sólo le queda una presentación el sábado antes de jugarse gran parte de lo que será su año futbolístico, cuando el 25 enfrente a Deportivo Quito en Avellaneda. Esperemos que entonces ya sepamos que la base armada sea capaz de concretar los objetivos previstos.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario