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Como si el tiempo no hubiera pasado, ya van 25 diciembres desde que el Rojo, un día como hoy, conquistaba la Copa Intercontinental en Tokio. El Bocha seguía siendo el estratega y Percudani nos hacía gritar ¡Campeones del Mundo!

¡Ay, cómo pasa el tiempo! Hace un cuarto de siglo Percudani corría bajo el sol japonés buscando un arco cada vez más lejano (¿no se parece al último grito de Burruchaga en México?) y cuando parece que se le va larga, que no va a llegar, que se estira pero es inútil, ahí aparece siempre la puntita del pie izquierdo y dejar en ridículo al arquero Grobbelaar, que vería entrar la pelota mansa y tranquila en su arco. Iban apenas 4 minutos del primer tiempo, pero sería suficiente para liquidar el partido.

Mandinga, como Bochini en el '73 frente a la Juventus, tenía 19 años y una rapidez admirable, sumada a un talento increíble para definir. El Bocha, veterano de viejas Copas, era el tiempista de un gran equipo comandado por José Omar Pastoriza, junto a grandiosos jugadores que brillaron con la camiseta Roja. No debe haber uno de ese equipo que lo resista el tiempo ni haya caído en el olvido.


Es que ese Rojo, nombres más o menos, había salido campeón en 1983, mandando a racing, el eterno rival, a la B. Había levantado la séptima Copa Libertadores un año más tarde ganando en Brasil ante el Gremio de Porto Alegre, y ahora le llegaba el turno de alzarse con el trofeo más importante a nivel de clubes.

Entre el Liverpool y el Rojo, a sólo dos años de la guerra de Malvinas, 60 mil personas en el Estadio Nacional de Tokio. Y millones de almas en Avellaneda, palpitando el partido que despertaría a un país entero para ver al Rey de Copas nuevamente en lo más alto.

Emociona ver nuevamente la corrida de Percudani, emociona ver al Rojo ahí, en la cima, emociona verlo al Pato festejando, emociona el plantel de Independiente y emociona que sean 25 los años que pasaron. Dan ganas de gritar, como el título de El Gráfico, "no te vayas, campeón, quiero verte otra vez".

Emiliano Penelas

Esa tarde Independiente formó con: Carlos Mario Goyén; Néstor Rolando Clausen, Hugo Eduardo Villaverde (Pedro Damián Monzón), Enzo Héctor Trossero, Carlos Alberto Enrique; Ricardo Omar Giusti, Claudio Oscar Marangoni, Ricardo Enrique Bochini, Jorge Luis Burruchaga; José Alberto Percudani y Alejandro Esteban Barberón. DT: José Omar Pastoriza.

El Liverpool alineó a: Grobbelaar; Neal, Nicol; R. Kennedy, Hansen, Gillespie; Dalglish, Mölby, Rush, Johnston y Wark (Whelan). Fue árbitro el brasileño Romualdo Arpi Filho y Percudani se quedó con el título del jugador del partido.

Hacé click acá para leer la entrevista a Percudani en Olé.

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