Bocchino no pudo impedir el remate de Cuevas, será el gol del Lobo
Hay dos Independientes quizás. Uno, el que jugó ante racing en el inicio del Torneo de Verano o ante San Lorenzo en el final. Otro, el que dejó una imagen pobrísima ante los juveniles de Boca y anoche con Gimnasia. También hay otro Independiente que no pudimos ver, que jugó en Gualeguaychú. Al menos ese ganó, pero no podemos evaluarlo demasiado ya que al igual que el Lobo, Wanderers penará por no dejar la Primera división en Uruguay.
Lo del Rojo que sí vimos fue realmente malísimo. En un partido que no dejó nada para resaltar, en el que el 0 a 0 era un resultado digno del juego demostrado por los 22 jugadores, Independiente fue el que menos exhibió.
Gimnasia, que pena por no descender y deberá hacer realmente una gran campaña para evitar perder la categoría, mereció la victoria y si no la consiguió antes o de manera más holgada fue porque nuevamente Assmann se convirtió en la figura del partido, con dos o tres atajadas claves.
Santoro mantuvo un gesto adusto durante todo el partido, quizás muy lejos de lo que declaró en la semana cuando dijo tener "los jugadores para formar el equipo". Es cierto, Pepé también dijo que llegábamos 6 puntos al debut...
Lo cierto es que anoche el Rojo ni siquiera aprobó. Sin creación, juego asociado, velocidad ni sorpresa, Gimnasia lo fue achicando en su propio terreno y llegó al gol a los 29' del segundo tiempo gracias a un tremendo zurdazo cruzado del recién ingresado Juan Cuevas, el único con el que no pudo Assmann, quien se había lucido ante Stracqualursi y Villar.
Después, ya sin Montenegro en la cancha, sólo un remate desde 35 metros de Centurión, sobre la hora, fue lo que dejó esta pálida actuación de Independiente.
Emiliano Penelas
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