No es común la carrera de Matías Almeyda, uno de esos jugadores que parecen haberse tomado su trayectoria futbolística de una forma distinta a los demás, retirándose prematuramente, como muchos lo vieron en su momento, cuando no había tenido lesiones complejas y todavía tenía mucho todavía para dar.
Nacido en Azul, Provincia de Buenos Aires, en 1973, el Pelado hizo todas las inferiores en River, donde debutó en 1991. En el '96 fue transferido al Sevilla en un pase que fue record para el fútbol argentino, y de allí permaneció varias temporadas en Europa, donde anunció su retiro en 2004. Su paso por el profesionalismo también incluye 39 partidos con la Selección, participando de los Juegos Olímpicos Atlanta '96 y los mundiales Francia '98 y Japón-Corea 2002.
En 2005 amagó con volver al fútbol tentado por la posibilidad de jugar en Independiente. Con el Rojo estuvo entrenándose y su regreso al fútbol argentino causó una gran atención. Sin embargo, el propio jugador anunció que no quería volver a jugar, que su retiro era un hecho consumado... hasta que firmó ese mismo año con Quilmes. El último partido oficial de Almeyda fue para el Cervecero el 11 de mayo de 2005.
El año pasado estuvo disputando encuentros de Showbol con Maradona y compañía, pero coqueteó una vez más con la vuelta, esta vez a River, para poder jugar la Copa Libertadores. Sin embargo, el volante nuevamente se echó atrás y terminó aceptando un ofrecimiento de la dirigencia de Fénix, que milita en el torneo de Primera C, para jugar al menos hasta junio próximo.
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