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El Rojo jugó prolijo y le ganó con solvencia a San Lorenzo; el resultado debió ser más amplio a su favor. Muy buen partido de Montenegro, aunque la gran noticia es otra: ¡debutó Depetris!


Seguramente los jugadores de Independiente tomaron nota del mal partido hecho ante los juveniles de Boca y frente al Ciclón tomaron los recaudos necesarios. Santoro finalmente optó por un 4-4-2, lo incluyó por primera vez desde que llegó al Club a Leandro Depetris y lo puso a Montenegro arriba, acompañado por Ismael Sosa, que aunque no brilló jugó su mejor partido en mucho tiempo.

Así, el Rojo hizo un partido prolijo, no se desesperó, mantuvo las líneas y controló sin sobresaltos a un San Lorenzo algo flojo, que sólo creó peligro en los primeros diez minutos del complemento. Todo lo demás fue de Independiente, que debió irse ganador por una diferencia mayor en el marcador.

Claro que hay que señalar que Montenegro hizo todo. El Rolfi estuvo encendido en la noche salteña, y marcó una clara diferencia con sus cambios de frente, de ritmo, tiros de media distancia y pases precisos.

En el primer tiempo tuvo tres muy claras: la primera fue un tiro cruzado entrando al área que contuvo Orión abajo; luego un tiro libre que Depetris sacó apenas para que el capitán saque el latigazo seco y nuevamente el uno atrapó seguro. La tercera, que no fue la vencida, pasada la media hora de juego, cuando de lejos le dio "de emboquillada" por sobre el arquero y la pelota dio en el ángulo formado por el palo y el travesaño.

El Rojo se iba al descanso en cero, y no era justo. Para colmo, en la vuelta fue el turno para que se luzca Assmann, cuando contuvo en dos tiempos un peligroso cabezazo de pique al suelo de Silvera, y luego desviando un remate de Ledesma.

Sin embargo, el sofocón sólo duró diez minutos, tras los cuales nuevamente fue todo del Rojo. A los 15' fue Sosa el que probó de afuera, y a los 17' una muy buena combinación entre el Rolfi, Patricio Rodríguez, recién ingresado, y el Chuco, que termina devolviéndole la pelota a Montenegro en la media luna para que deje pasar de largo a Aguirre y remate recto al palo derecho de Orión, que la terminó sacando de adentro.

Lo que siguió estuvo de más, aunque Independiente siguió dominando y San Lorenzo hizo poco para llegar a la igualdad. El verano tuvo un mejor sabor así.

Emiliano Penelas

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