El Chile de Marcelo Bielsa terminó siendo generoso y caritativo con la Argentina del Coco Basile. No sólo fue superior en todos los sectores de la cancha, tuvo jugadores descollantes y se plantó de igual a igual, sino que además ganó en física y psicológicamente un partido que debería haberse quedado con tres goles de diferencia, sin exagerar.
Mientras la albiceleste -nuevamente de azul ¿cábala por el triunfo ante Uruguay?- no juega a nada y pasó por uno de los peores partidos de estas Eliminatorias, Chile la igualó en puntos y la situación de los de Basile se complica cada vez más.
Durante más de una hora la Argentina no se acercó con peligro al arco de Bravo, quien sólo tuvo que descolgar centros. Ni siquiera las individualidades funcionaron, más allá de alguna corajeada de Agüero, otra de Messi y el empuje que en los pocos minutos que jugó le puso José Sand. Sólo el Cata Díaz, apenas, pudo arañar la condición de ser el mejor jugador nacional de la cancha.
Mientras, por el lado de la Roja, se destacaron por su gran actuación Matías Fernández, la potencia ofensiva de Suazo y la solidez en el medio a través de Gary Medel o la línea de defensores. El triunfo es histórico para Chile, primero en la historia en partidos oficiales frente a la Argentina, y no fue más abultado porque en los últimos veinte minutos los delanteros trasandinos no anduvieron precisos.
Faltan cinco meses para que las Eliminatorias retomen. En el medio, hay un par de amistosos, pero lo importante será el próximo choque ante Venezuela, en Buenos Aires, y luego habrá que ir a La Paz para enfrentar a Bolivia. El Coco deberá resolver los problemas.
Emiliano Penelas
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