Milito: "Había soñado mucho con este momento"

<em>El central argentino Gabi Milito volvió a disputar un partido oficial después de más de año y medio de su grave lesión de rodilla y reconoció, tras la conclusión del encuentro copero, que había "soñado" con este momento "muchas veces" en los últimos meses.</em><br /><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5423710404550898130" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL-gExku12PCkQ5aZtQKCxS20ob-VA1ENDyfXPxhQHbMtiuBj16bpkmVAXPY7yDfvOEA9EsqIWCaeY45_8o6kOyDAhC6-Bm4_n4GwvWFGGl3JwY0QtsRPjkYqFAPt2aE_bFL3_HUDeR_Q/s400/foto_411221_CAS.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; DISPLAY: block; CURSOR: hand" />"Lo había soñado así, en nuestro estadio, con nuestra gente. Lástima que haya quedado todo un poco empañado por el resultado", declaró Milito, quien de este modo lamentaba no haber podido reaparecer con victoria.</p><p>La última vez que Milito había participado en un partido oficial fue el 29 de abril de 2008, en Old Trafford, donde se lesionó en una jugada fortuita en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Manchester United.</p><p>Desde entonces, el internacional argentino afrontó una dura recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha -una lesión que presentó diversas complicaciones- y hasta se llegó a temer por su carrera en el fútbol profesional.</p><p>Aunque tuvo "momentos muy bajos", él mismo aseguró que "nunca" pensó en arrojar la toalla. El pasado 21 de diciembre reapareció en un amistoso ante el Kazma de Kuwait, pero ante el Sevilla, Pep Guardiola -"que ha tenido un montón de detalles conmigo", destacó el jugador- lo puso en el once titular.</p><p>Milito, que formó en el eje con el ucraniano Dimitro Chygrynskyi, jugó 66 minutos, en los que no notó ninguna molestia, incluso se empleó con dureza y vio la tarjeta amarilla por una entrada al sevillista Kone.</p><p>"La verdad es que me he sentido bien. Aún me falta en lo futbolístico, pero eso lo iré cogiendo con minutos y partidos", concluyó el jugador. </p><p>Diario <a href="http://www.sport.es/default.asp?idpublicacio_PK=44&idioma=CAS&idnoticia_PK=675901&idseccio_PK=803">Sport</a>, miércoles 6 de enero de 2010.</p>

Milito: "Había soñado mucho con este momento"

El central argentino Gabi Milito volvió a disputar un partido oficial después de más de año y medio de su grave lesión de rodilla y reconoci...

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Independiente, mi viejo y yo

<em>Hoy, luego de haber esperado a la noche la llegada de los Reyes Magos, qué mejor que leer este cuento de Eduardo Sacheri (de su libro </em>Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol<em>) y recordar seguramente alguno de esos motivos que lo llevaron a uno a hacerse del Rojo.</em><br /><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxyogqbDzk6Yj4-vKBcfUzGxb0k0HStZAwH66p9jdrQSbe7kJCdFIOoDXUafT0mmeThiS2lW8gXHhaH5FGROJ0c728Zd_R0lLAFvNAwCcf2b8v6AjTJgay2y-UehC2JlH1GT7HG3aomig/s1600-h/Bertoni+Bochini.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390080724389589522" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxyogqbDzk6Yj4-vKBcfUzGxb0k0HStZAwH66p9jdrQSbe7kJCdFIOoDXUafT0mmeThiS2lW8gXHhaH5FGROJ0c728Zd_R0lLAFvNAwCcf2b8v6AjTJgay2y-UehC2JlH1GT7HG3aomig/s400/Bertoni+Bochini.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 196px; CURSOR: hand" /></a></p><p>“Mirá que esta noche es el partido”, me dijo él. Hizo bien porque uno, a los cinco años, no tiene una conciencia cabal de la periodización del tiempo. Como mucho distingue el sábado y el domingo, porque esos días no hay que ir al jardín, y papá se queda en casa a jugar con uno. Pero con los otros días y las otras noches, la cosa se complica. Por eso sin la advertencia de papá, hecha con el beso de recién llegado del atardecer, yo habría pasado por alto la infinita importancia de esa noche. </p><p>Los preparativos fueron los de siempre. Mientras él encendía el Stromberg-Carlson con suficiente antelación para darle tiempo a las válvulas, yo le pedí a mamá la ropa apropiada para el evento. Primero se negó a lo del pantaloncito corto, aduciendo que era invierno y que hacía mucho frío. Yo argüí hasta el cansancio que los jugadores juegan con pantalones cortos, y al aire libre. Una salomónica intervención de papá desempantanó por fin el pleito: con pantalón corto, pero sentado cerca de la estufa de kerosene del comedor. Después me puse la camiseta roja con el cuellito blanco, con el once de cuero cosido en la espalda, igualito que Daniel Bertoni. Papá, mientras tanto, iba trayendo la colección de trapos rojos que colgábamos a modo de banderas. Había pañuelos, una frazada, un pulóver, un par de camisas chillonas. La lámpara de pie, el timón de barco que adornaba la pared, varias de las sillas, todos terminaron ocultos en nuestro rito ornamental y futbolero. Cuando llegué, rigurosamente ataviado con los colores reglamentarios, me llené los ojos de banderas rojas. Lo único que nos faltaba era el viento para que flamearan, como en la cancha. </p><p>Papá se negaba, pese a mis acaloradas argumentaciones, a vestir también el atuendo correspondiente. Nada de camiseta. Y mucho menos de pantalones cortos. A mi me parecía un desperdicio, con tanto trapo rojo disponible y tan a mano. Pero él prefería verlo con su bata de siempre, calzado con sus chinelas ruidosas, con el paquete de Kent y el cenicero, pobrecito, para fumarse los nervios uno por uno. </p><p>Mientras daban las últimas propagandas, y antes del aviso de “minuto cero del primer tiempo, es tiempo para una ginebra Bols” (o cosa por el estilo) que marcaba la hora señalada, papá se sintió en la obligación de preservarme de desilusiones demasiado abruptas. Me miró como me miraba siempre que tenía algo importante que decirme, con una mezcla de solemnidad y de ternura, con un bosquejo de sonrisa iluminándole los ojos. “Mirá, tipito –empezó, porque él me llamaba de esa manera cuando teníamos que aclarar cosas importantes-, que la cosa viene difícil.” Y volvió a enumerarme todas las dificultades que nos esperaban en esa noche de invierno. Que ellos habían ganado en Brasil, que nos habían pegado un peludo bárbaro, que no sólo teníamos que ganar, sino que debíamos hacerlo por no se qué diferencia de gol. Pero para mi sus argumentos sonaban confusos. ¿Acaso él mismo no me había dicho que Independiente era el Rey de Copas, que la Copa, la Copa se mira y no se toca, que los brasileños nos tenían un miedo descomunal, y que en Avellaneda y de noche se morían de frío, y no podían ni levantar las patas del pasto? El trató de convencerme de que, pese a la absoluta veracidad de lo dicho en otras ocasiones, esta noche las cosas iban a ser muy difíciles y peliagudas. </p><p>De todos modos, nos entonamos cantando un par de veces el “si, si señores, yo soy del Rojo”, y algún otro estribillo para ir matando el tiempo. Cuando finalmente se acabaron las propagandas, papá encendió la radio Phillips, con su estuche de cuero, que debía ser la primera portátil de Sudamérica (y la teníamos en casa). Le bajó el volumen a la tele: ambos sabíamos que los relatores de radio son mejores que los otros. Cada uno ocupó su sitio de siempre. El en la cabecera de la mesa, y yo sobre el arcón de mirar la tele. Acercó la estufa de kerosene de ese lado para cumplir lo pactado en cuanto a temperatura corporal con la madre del win izquierdo en el bolsillo. </p><p>Pero la carne es débil. No importa cuánta preocupación ocupe nuestro pensamiento, ni cuánta angustia agobie nuestro espíritu. Uno siempre termina teniendo hambre, o teniendo sueño, y sucumbiendo a esas necesidades poco altruistas. Empecé a cabecear apenas empezado ese partido inolvidable. Mamá me dijo varias veces que me fuera a la cama. Pero yo seguía ahí, impertérrito, sentado en el arcón, con las patas colgando y pateando en el aire como si estuviese en plena cancha en los escasos momentos de lucidez que tenía en medio de mi mar de sueño.</p><p>Papá esperó un rato y después me dijo que me fuera, que me quedara tranquilo. Yo protesté que de ninguna manera, que teníamos que seguir ahí los dos, haciendo fuerza con los cantitos y las banderas. El me dijo con aire confiado que no hacía falta, que igual sin mí íbamos a salir campeones, que me quedara tranquilo, que los teníamos de hijos. Ante semejante desparramo de confianza le hice caso y me dormí.</p><p>A la mañana siguiente mamá me despertó para ir al jardín. Embotado de sueño me dejé vestir, abrigar y conducir a la cocina a tomar la leche. Después ella me sentó en el sillón del living para atarme los cordones, como hacía siempre mientras esperábamos que pasara el micro. Apenas me despabilé un poco recordé la noche de la víspera, y me desesperé preguntándole el resultado del partido. A la luz del día, y después de un sueño reparador, mi deserción de la noche me parecía imperdonable. Ella me miró y dijo no saberlo. Le pregunté por papá, y respondió que aún no se había levantado.</p><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390080718319029890" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxJIVkaeFeBGRUpeUXHo1lozprR8sOWhLRBIh-pFjajfHejSa9yFT1WL4E2lKHv6ZIXLscNs7ZcjKge6LofMneVH0SKponSyxIa-9U4BLj1UQXGkOfcanUQYBS4ajP-2sYVgSNggxogsc/s400/Bochini_Bertoni1.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /></p><p>Han pasado veinticinco años, pero aunque pasen sesenta voy a recordarlo como si hubiese sucedido hoy. La casa estaba iluminada por uno de esos soles oblicuos y tibios del invierno. Yo tenía el guardapolvo cuadrillé lila y blanco, y la bolsita en el regazo, bien agarrada a la diestra, para no olvidármela (otras veces me había pasado, y me había quedado sin el Jorgito de dulce de leche y sin la taza de plástico para el mate cocido; así que ahora la cuidaba más que a mi vida). De repente oí abrirse la puerta del dormitorio. Y enseguida escuché el clásico arrastrar de las chinelas en el parquet del pasillo. El corazón me dio un vuelco. Lo llamé a los gritos. Entró a las carcajadas, preguntándome el motivo de mi ansiedad. Yo lo interrogué por el resultado, ya totalmente despierto, ya absolutamente pendiente de lo que dijeran sus labios, ya indiferente a mamá terminando de atarme los cordones. </p><p>Él se acercó, se inclinó, me dio un beso de buenos días, y se me quedó mirando con expresión jubilosa. Recién cuando volví a preguntarle me dijo que sí, que claro, que habíamos salido Campeones de nuevo, y que no me olvidara en el jardín de decirle a todo el mundo que Independiente había vuelto a salir Campeón de América. Yo, aún en medio de mi alegría, me hice el tiempo de preguntarle cómo habíamos hecho, si él me había dicho que era muy difícil, que en Brasil nos habían dado un baile bárbaro, que teníamos que hacerles como tres goles, que en el Campeonato de acá andábamos como la mona. Él me miró risueño, y sembró una semilla más en el fértil potrero de mis sueños de pibe. </p><p>“Pero, tipito –empezó, como enunciando una verdad ya reiterada hasta el cansancio-, ¿no te dije que los brasileños ven la camiseta del Rojo y se asustan tanto que no pueden ni mover las patas? ¿No te dije que, con el frío, se quieren volver a su casa a comer bananas para entrar en calor? Por eso te dejé dormir. Porque era tan fácil que nos las rebuscamos sin tu aliento.” Y en medio de mi maravilla impávida, terminó: “Menos mal que te dormiste. Imagináte si te quedás despierto y gritás conmigo: les hacemos veinte goles y no quieren venir a jugar nunca más, y nos quedamos sin nadie a quien ganarle la copa”. Después me levantó en brazos y cantamos “la copa, la copa, se mira y no se toca”, y dimos la vuelta olímpica a los saltos, por toda la casa. Vino el micro y me fui al jardín de infantes. </p><p>Supongo que ésos son los recuerdos que se le meten a uno en los recovecos del corazón, y echan cría y se nutren de su propio néctar, y nos marcan para toda la vida. Por lo menos así ocurrió conmigo. Y no me avergüenza reconocer que ahora, ya grande, cuando tengo un problema que me agobia, o cuando me toca sufrir por radio y por televisión un partido de Independiente y me como los codos por la ansiedad y la angustia (la vida me enseñó lo inconveniente que puede resultar fumarse los nervios), siento un impulso difícil de dominar, una tentación casi irresistible que me invita a irme a dormir, a abrigarme en la certeza de que mientras yo sueño, mi papá e Independiente, como duendes laboriosos, van a arreglarme el mundo para que yo lo encuentre refulgente en la mañana. </p><p>Y queda en mí el mandato inexorable que dictan las fidelidades eternas. Cuando Independiente gana un Campeonato –al fin y al cabo, Dios y sus milagros evidentemente existen- lo primero que hago, en la cancha o en mi casa, es levantar los brazos y los ojos hacia el cielo, abrazándolo a mi viejo a través de todos los rigores del destino, y por encima de todas las traiciones de la muerte. Lo que pasa es que tratándose del Rojo, de mi viejo y de mí, hay veces que la muerte es una señora que nos tiene un miedo bárbaro. Una vieja podrida a la que, de locales en Avellaneda, le tiramos la camiseta y podemos, de vez en cuando, llenarle la canasta. </p><p>Todavía me acuerdo de ese número once de cuero blanco, cosido en la camiseta como el de Bertoni.Pero ahora también veo, cuando me fijo con suficiente atención, que mi viejo también lleva lo suyo. Lo tiene ahí, en la espalda, justo a la altura del nacimiento de las alas: un diez de cuero blanco, igualito igualito al de Bochini.</p><p>Eduardo Sacheri</p><p>Leé una entrevista a Sacheri en la que confiesa su amor por el Rojo haciendo <a href="http://lacalderadeldiablo.blogspot.com/2009/12/el-escritor-del-rojo.html">click acá</a>.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxJIVkaeFeBGRUpeUXHo1lozprR8sOWhLRBIh-pFjajfHejSa9yFT1WL4E2lKHv6ZIXLscNs7ZcjKge6LofMneVH0SKponSyxIa-9U4BLj1UQXGkOfcanUQYBS4ajP-2sYVgSNggxogsc/s1600-h/Bochini_Bertoni1.jpg"></a></p>

Independiente, mi viejo y yo

Hoy, luego de haber esperado a la noche la llegada de los Reyes Magos, qué mejor que leer este cuento de Eduardo Sacheri (de su libro Esperá...

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El venezolano Francisco Flores jugará en Independiente

<p><em>Los medios venezolanos afirman que el capitán de la selección Sub 20 de su país será jugador Rojo. El primer refuerzo del año se estaría presentando hoy.</em></p><p><em></em><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5423474907454811698" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOJqBHWK3OgnG-kqLeTj5mHA0JvyCc8hyphenhyphenQI6gXdVNKl6C6BYDjgfgEtDW7QkhtgeXdaOMNr8AKd1KodDjfC_MsGB21lQ4CeS6SRulyaP5BBTU9rS-OUy-AMnYmKPfXt4SbgOHxXFU3z0I/s400/flores516_05012010.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 194px; CURSOR: hand" />¿Será el tapado del que hablaba Américo Gallego? Si es así, la estrategia de ocultamiento funcionó a la perfección porque nunca se escuchó su nombre por las calles de Avellaneda, pero varios medios venezolanos dan por sentado de que Francisco Flores, capitán de la Sub-20 Vinotinto que participó del último Mundial de Egipto seguirá su carrera en Independiente.</p><p>El jugador, procedente del Club Deportivo Lara, llegaría a préstamo por seis meses y según el diario "<a href="http://www.eluniversal.com/2010/01/05/futb_ava_francisco-flores-jug_05A3254939.shtml">El Universal</a>" de Caracas, el volante "partió rumbo a Argentina para unirse a la plantilla del Independiente de Avellaneda". </p><p>"La negociación definitiva sobre el futuro del jugador emblema de la selección de Venezuela en Sub-20 estará signada por una reunión entre la directiva del equipo Club Deportivo Lara y sus pares argentinos, pautada a mediados del mes en curso", afirma <a href="http://www.balonazos.com/noticias.php?subaction=showfull&id=1262717880&archive=&start_from=&ucat=4">Balonazos</a>, especializada en fútbol venezolano.</p><p>La Agencia Bolivariana de Noticias (<a href="http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=213930&lee=8">ABN</a>) completa señalando que Flores se desempeña como volante defensivo, tiene 20 años de edad y contrato con el cuadro larense hasta 2011.</p><p>El "Minino", como le dicen en su país, "se estará reportando mañana (por hoy) a Independiente de Avellaneda", según la página "<a href="http://www.venezuelaesfutbol.com/noticia.php?id_noticia=5977">Venezuela es fútbol</a>", que agrega: "Flores tomaría el testigo de César González, actualmente en México, quien fue el último criollo en actuar en Argentina."</p><p>Todos los medios señalan que por el momento se desconoce el monto de la negociación.</p>

El venezolano Francisco Flores jugará en Independiente

Los medios venezolanos afirman que el capitán de la selección Sub 20 de su país será jugador Rojo. El primer refuerzo del año se estaría pre...

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Capaz que ahora agarra

<div align="left"><em>Lothar Matthäus se divorció de su mujer, la misma que según el ex defensor alemán le habría impedido asumir como DT de racing... </em></div><div align="center"><br /></div><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5423498274956417906" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5XYHdtHwlgvwx0Xb-nfzCbbbLxtKUWPF9V3pxsiUxRiGiYMawzEqB0N8lPjifffOFKmdfi0NKiR4MR9YHsobGi6X_1B-pxT1pjhjviTJPA8Dh5KgyezEty_pD_T5btAputny5sEVS9G4/s400/mathaus+y+esposa.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 267px; CURSOR: hand" />El ex defensor Lothar Matthäus acaba de cerrar su cuarto divorcio (esta vez sólo duró un año casado) con la modelo ucraniana Liliana, 26 años más joven que él. Ella misma dio a conocer la noticia al diario alemán Bild, según publica <a href="http://www.canchallena.com/1218597-divorcio">Canchallena</a>. <p align="center"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5423498280022928210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiawo7GhlJ70vPgc-1PqHBbFjusMbDaPlgqPLgbhVMS0YznY4_i1Fq8UDrYSC13XXVnUxw-D8zw7wRKW7YelDYf_K086FYua4RpmX9RvV7Jo_-m9DnJkVXnzlz7DSBr7UrPgKBPdcGnUYY/s400/Lothar.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 244px; CURSOR: hand" /><em><span style="font-size:85%;">Una bandera alemana en el Libertadores de América,<br />luego de la renuncia de Mattäus vía SMS</span></em></p><p>Recordamos que Matthäus y su esposa fueron noticia a mediados de <a href="http://lacalderadeldiablo.blogspot.com/2009/10/lothar-es-del-rojo.html">octubre</a>, cuando se hablaba de que el famoso ex líbero podría ser el sucesor de Caruso Lombardi como DT de la academia.</p><p>Sin embargo, luego de darse a conocer insólitos requerimientos entre los que se mencionaban un trabajo para Lili (en su momento se rumoreó con que bailaría en el programa de Tinelli), Lothar renunció por medio de un mensaje de texto enviado horas antes de tomar el avión que lo traería a la Argentina.</p>

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Independiente llega a Salta y lo espera un problema

<p><em>El Rojo arribará esta noche a la ciudad de Salta para realizar su pretemporada y se encontrará con un problema en la cancha donde debe entrenarse.</em></p><p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5423470006495884466" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1iPjs7tDOvgRQq0wjL68zC_f2h9DiB39xTRs3o4EcxjoSs_42O_GbG1PM8yX9D7sM2OB6E1lDaiGB7BLuxm0YaZ-gRIEQw9ajeaDVEKIJCEsVm3nalHPDFpj9gwsTRK4VLy_7cHTyxOY/s400/Gimnasia+y+Tiro.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 282px; CURSOR: hand" />Según informa la agencia Telam, el estadio del Club Gimnasia y Tiro, elegido por las autoridades de Independiente para las prácticas de fútbol, quedó en pésimas condiciones tras una mega fiesta realizada para recibir el año 2010, a la que concurrieron cerca de 10 mil personas, por lo que deberán buscar un nuevo escenario para poder trabajar.</p>

Independiente llega a Salta y lo espera un problema

El Rojo arribará esta noche a la ciudad de Salta para realizar su pretemporada y se encontrará con un problema en la cancha donde debe entre...

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Alta para Fernando Cáceres

<div><div><p><em>El ex futbolista recibió el alta médica del hospital Ramón Castillo, donde estuvo internado más de dos meses, luego del balazo sufrido en un intento de asalto. Continuará su recuperación en un centro de rehabilitación.</em></p><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5423481557911503794" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEzwFKyWq0fN8O0_bHRYS4WyhWLdrfBP8dHBKVksSMnBdRd3is3pHFZRW4iTTMdks6kEBW7cibtejDhaHeyaN9LPswkvnwJvFddXkBgisKGZ2HiLW3i1sJPWmyrtNiTzOU1OqFt2_WzzQ/s400/421839.jpg" style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 286px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" /> <p>Una buena noticia llega con la recuperación de Fernando Cáceres, quien fue dado de alta por los médicos que lo atendían en el hospital de Ciudadela donde fue internado tras sufrir un balazo en la cabeza el 1º de noviembre último, en un intento de asalto.</p><p>El ex jugador y ayudante de entrenador en el Rojo había comenzado a hablar hace unos días, según su hermano, y se esperaba que recibiera la orden de los galenos para poder continuar su rehabilitación en el Instituto Fleni de Escobar. </p><p>Alejandro Collia, ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, manifestó en declaraciones publicadas por Olé: "Pudimos conversar sin problemas, él está lúcido y ubicado en tiempo y espacio". Además agregó: "Hablamos hasta de fútbol y de la pasión que nos une por Independiente". </p></div></div>

Alta para Fernando Cáceres

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