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Independiente, que arrancó la noche perdiendo de entrada, lo dio vuelta y goleó 5 a 1 a Boston River, con goles de Millán, Tarzia, Hidalgo y dos de Giménez. El Rojo quedó segundo en el grupo y tiene dos partidos de local para definir la clasificación.


La Copa Sudamericana le vuelve a sonreir a Independiente, que llegaba al estadio Centenario como último del Grupo A y sabiendo que pocos minutos antes Guaraní le empataba a Nacional Potosí en la altura sobre la hora y obligaba al Rojo a ganar para seguir con chances concretas de seguir en carrera. Para colmo, las cosas empezaron muy mal porque en el primer avance serio el local se ponía en ventaja con un remate cruzado que dejó sin chances a Rey.   

Por suerte, el equipo de Vaccari se pudo sobreponer y aprovechar primero un error gravísimo en la salida del Sastre, la mala pelota jugada por el arquero, recuperación de Cabral y gol de Matías Giménez. Y cuando el Rey de Copas era mucho más llegó el segundo de Millán, entrando por el segundo palo, para dar vuelta el resultado. Pudieron venir más, pero el equipo no estuvo fino en la definición.

En la segunda mitad antes del minuto llegó el tercero, y fue de Diego Tarzia, tras un hermoso taquito de Giménez. Además del resultado, a los delanteros se les abría el arco justo cuando más se los necesitaba. Y fue Tarzia quien tuvo el cuarto en sus pies, pero su remate se iba un par de metros afuera mientras le tocaban el pie de apoyo. VAR, penal y gol nuevamente de Giménez, la figura de la noche junto a Felipe Loyola, siempre todo terreno. 

Cuando parecía que no quedaba tiempo para más, llegó el quinto de Santiago Hidalgo, que entró en su posición natural de centro delantero y tuvo su premio para levantar el ánimo, como este Independiente que quedó segundo del grupo y ahora depende de sí mismo para clasificar, con dos partidos por jugar como local, ante Guaraní y Nacional Potosí.

Emiliano Penelas

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