0

Tras jugar un buen primer tiempo y tener las mejores chances, Independiente cayó ante un River poderoso lleno de figuras pero que aún no encuentra un equipo. Gallardo acertó con los cambios y le alcanzó para ganarlo 2 a 0, con goles al comienzo y final del segundo tiempo.


"Jugamos como nunca, perdimos como siempre" podría haber sido el resumen de esta noche en el Monumental pero por lo hecho en el segundo tiempo no podríamos sostenerlo, como el Rojo no pudo sostener lo bueno que había hecho en la primera parte en un escenario donde no se lleva los tres puntos desde 2009.

El encuentro comenzó con roces y presión alta del local, empujado por su gente y la necesidad de demostrar que pese a haber hecho un mercado de pases millonario y lleno de figuras aún no encuentra un funcionamiento de equipo. Así se lo hizo saber la hinchada cuando el Rojo lo puso en apuros y merecía adelantarse en el marcador. La más clara la dejó pasar Ávalos, en una jugada que comenzó con un gran pase en profundidad de Marcone para Millán, que dejó en el camino a Armani y cedió al paraguayo, que definió muy mal. Antes, un cabezazo suyo también se había ido alto, y también hubo una chance para Millán. 


En el entretiempo Gallardo leyó que su equipo estaba perdido y mandó dos cambios desde el vestuario. Con ellos anuló el juego que podía generar Independiente y sabiendo atacar a espaldas de los laterales. Así llegó el primero, con un gran centro de Gonzalo Montiel para la entrada de Colidio. El gol cambió el partido definitivamente, casi no se jugó, se jugó al ritmo y la velocidad de River mientras el Rojo se desordenaba. 

Pasado el sacudón inicial, Vaccari apostó por Cabral y Angulo para tratar de volver a tener ese juego perdido pero no era la noche, y el colombiano terminó como lateral izquierdo con el correr de los minutos. Tampoco los ingresos de Montiel, Santiago, y Matías Giménez por un perdido Ávalos, lograron hacer poco. Y más llamativo resultó la entrada de Mancuello faltando 5 minutos, por quien hasta ahí era la figura del Rojo, Lautaro Millán. Así, sin que nada hiciera pensar en la posibilidad de un empate, River encontró el segundo otra vez con Colidio, otra vez en una desatención defensiva. 

Emiliano Penelas 

Publicar un comentario