En el campeonato que había comenzado con un pastor bendiciendolo, el de los pésimos campos de juego y una organización bochornosa, se coronó en los incidentes de una final que tuvo un show en el entretiempo.
Una pésima organización hizo que la final de la Copa América comience una hora y 20 minutos más tarde de lo pautado. La falta de seguridad, controles en los accesos y excesos policiales llevaron a que miles de hinchas ingresen sin tickets, haya disturbios heridos y desmayos. Los reportes desde el Hard Rock Stadium de Miami eran lapidarios tanto para los responsables locales como la Conmebol, que estiraba el inicio del partido con luces, música y fingiendo que nada pasaba afuera.
Mientras, los jugadores de ambos equipos salían a calentar y regresaban al vestuario al tiempo intentaban saber si sus familiares habían podido ingresar.
Esta misma Copa América había comenzado con un pastor evangélico bendiciendo la competencia, algo inédito en un espectáculo futbolístico, y contó con pésimos campos de juego de césped montado sobre sintético. Cuando Scaloni lo advirtió, bajó la línea de no decir más nada al respecto, hasta que Bielsa estalló tras el final de lo que fue bochorno en la semifinal entre Uruguay y Colombia.
El broche de oro fue lo vivido en la final entre Argentina y los cafeteros, que como si fuera poco contó con un show de Shakira en el entre tiempo, al estilo Superbowl, que hizo que el lapso entre ambas mitades durara más de 25 minutos. Recordemos que Scaloni o el propio Néstor Lorenzo fueron amonestado y suspendidos un partido por demorar la salida un par de minutos en la primera fase.
Un detalle: el próximo Mundial se jugará en Estados Unidos, donde ni les interesó nunca el fútbol y ni su propia liga se detuvo...
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