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Luego de un primer tiempo muy malo, Independiente lo dio vuelta sobre la hora y se trajo tres puntos de oro desde el norte. Lo ganaba el Decano, pero lo dieron vuelta Laso y Canelo, en tiempo adicional. El Rojo ya no peligra con el descenso y se ilusiona en la Copa de la Liga. 

La última, la del final, la bola que cerraba la noche la tuvo Independiente, que venía de jugar muy mal, de perder, y lo pudo dar vuelta, con un gol de cabeza, de un defensor, y de uno de sus delanteros definiendo con precisión.

Y se festejó más porque el Rojo volvió a ser un equipo intrascendente en Tucumán, con un flojísimo primer tiempo en el que terminó dependiendo de los pelotazos de Laso y Baez, con un Marcone que nunca se ofrecía como salida y los delanteros completamente aislados. Mancuello, apenas 6 minutos en cancha, dejó su lugar a Saltita González, que tampoco hizo la diferencia.

No pasaba nada en el partido, y de pronto Joaquín Pereyra hilvanó una muy buena jugada por la banda izquierda, llevándose tres defensores a la rastra, envió el centro y Estigarribia puso la cabeza entre los centrales para adelantar al Decano.

Una sola llegada le bastó al local para adelantarse. El Rojo tenía la pelota pero no llegaba nunca. La más clara la tuvo Giménez a los 24 minutos. El rubio la hizo toda bien, amagó, dejó en el camino a un defensor y a la hora de definir en vez de meterse en el área eligió darle un pase a las manos del arquero, en una definición espantosa. 

Para el segundo tiempo Tevez desarmó la línea de 5 en el fondo para intentar ser más profundo. El ingreso de Ruiz nuevamente le dio más velocidad y presencia ofensiva al Rojo, que sin mucho logró adelantarse unos metros. Esa sensación de lentitud y pasividad fue reemplazada por algo más de impulso. Canelo tuvo la chance del empate en sus pies, pero su remate se fue ancho. 

Hasta que llegó el milagro: un gol a la salida de un corner, de cabeza al segundo palo, por un marcador central. Fue Laso el que aportó lo suyo y logró empatar el juego, cerca de la media hora final. Los últimos minutos fueron con el Rojo yendo como podía y el Decano intentando no perder. Pero le quedaba un cartucho más al Rojo y fue una aparición de Canelo a los 48 para irse solo y definir por abajo al primer palo, golazo y a cobrar para una victoria inesperada pero celebrada en Tucumán porque lo deja matemáticamente salvado del descenso y acrecienta sus ilusiones en el torneo. 

Emiliano Penelas

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