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Independiente había hecho un poquito mejor las cosas, pero dos jugadas le alcanzaron a Boca para exhibir las diferencias de jerarquía en los planteles. Cauteruccio falló un penal y en un clima tenso, al término del partido hubo insultos contra la Comisión y una feroz represión policial en el playón.


El torneo terminó de la peor manera para Independiente, no solo desde lo deportivo o un nuevo resultado adverso contra un clásico rival, sino también desde lo institucional y nuevamente con represión a los hinchas que se manifestaron tras la derrota ante Boca. 

El partido comenzó con muchas imprecisiones, nervios y trabado en el mediocampo. Independiente manejaba más la pelota pero no podía conectar las líneas. En menos de diez minutos Kevin López perdió tres balones y nadie conducía en el Rojo, que trataba de explotar en velocidad por izquierda con Ayrton Costa y Braian Martínez. El Chaco tuvo las más claras rematando desde lejos y a la salida de un tiro libre. 

Boca esperaba y quería salir de contra. Benedetto tuvo la única chance del visitante pero Rey se quedó con el mano a mano. Fuera de eso, aunque sin generar mucho peligro, era Independiente el que llevaba la iniciativa.



Para la segunda mitad, el equipo de Zielinski salió sin cambios pero aún así mostraba otra actitud, adelantándose unos metros y tratando de controlar más con el Melli Ortiz y el juvenil Salle por derecha. Sin embargo, las limitaciones son evidentes en un equipo débil. Boca le dejó nuevamente la pelota pero  con solo un par de toques llevó peligro al área Roja.

Y no tardó en quedar demostrada la diferencia de jerarquía entre ambos planteles. Porque el Xeneize apretó en cinco minutos y logró una ventaja inexpugnable. Primero fue Zeballos, luego Valentini. En el medio, Chiquito Romero le atajó un penal a Cauteruccio, que podría haber empatado las cosas.
Los últimos minutos se vivieron entre insultos de la gente y los esperados cambios de Zielisnki, que otra vez llegaron tarde y mal. 

El final de un torneo para el olvido terminó como se vivieron las 27 fechas del semestre. Los insultos y reclamos de los hinchas a los dirigentes, la Comisión Directiva y el asesor deportivo Pablo Cavallero se completaron luego con un exceso policial en el playón, corridas y hasta balas de goma para un cierre bochornoso. 

Emiliano Penelas  

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