0

Un error individual expuso las debilidades de Independiente en el primer tiempo, y eso le alcanzó a Central para ganarlo 1 a 0. Sin embargo, con muy poquito, el Rojo dejó una mejor imagen en el complemento, y mereció traerse algo de Arroyito. 

El momento es difícil para todo. El día después del cimbronazo que significó la renuncia de Fabián Doman había un partido, que nadie parecía prestarle atención por la situación institucional y por tener enfrente el Clásico de Avellaneda en casa en apenas unos días más. 

No obstante, el Rojo fue a jugar a Arroyito ante Central y más allá de sus limitaciones, hizo las cosas como para al menos traerse algo más que una derrota, sobre todo en la segunda mitad. 

Pero, un error individual vuelve a exponer las debilidades de este equipo. Un espanto en la salida de Elizalde, que la deja corta cuando quiere tocar al medio para Barreto, permitió la ventaja del Canalla por intermedio de Campaz, que definió cruzado antes de la salida de Rey. 

En el segundo tiempo otro error del uruguayo, fuera de partido, casi habilita el segundo del local, que se lo perdió por poco. Sin embargo, desde ahí comenzó a adelantarse en el terreno el Rojo. Aunque nunca llegó a jugar bien, mostró orgullo, entrega, esfuerzo. 

Pero no le sale una... Primero con un centro de Cuero que no llega a retener Broun y Vallejo, con el arco libre, cabeceó al palo. Luego fue Matías Giménez quien a quemarropa desde el área chica impactó una pelota que el arquero manoteó en la línea. Y finalmente el gol de Cauteruccio anulado por el VAR... 

En un partido caótico, el final dejó esa sensación de que con más actitud y otra postura desde el comienzo podría dar mejores frutos.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario