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Una familia del país que festeja los triunfos de la Argentina como propios vive en Avellaneda y su hijo se confiesa hincha del Rey de Copas. El dominio británico y la guerra de Malvinas, entre las causas del apoyo bangalesí.


Bangladesh se hace famosa en cada ocasión que la Selección Argentina tiene un logro importante, y lo vimos también en este mundial de Qatar con las manifestaciones multitudinarias en horas de la madrugada, a 17.000 kilómetros de distancia de nuestro país, pero con la pasión de quien siente los colores y la camiseta como si fuera nativo.

La historia indica que el partido ante Inglaterra en México 86 y las genialidades de Maradona fueron la clave para que los bangladesíes, ex colonia británica, enarbolaran las banderas albicelestes, en un país que tiene más de 150 millones de habitantes. 

En 2009 se instaló en nuestro país, un matrimonio con dos hijos: Ruma y Alim Al Razi llegaron con Rasha, entonces de 6 años, y Rad, de 4, a quienes se sumó Rafi, que hoy tiene 10. En una entrevista con La Nación desde su casa de Avellaneda, Rad confesó: “Soy de Independiente, por el barrio”.

Juntos miran cada partido de la Selección y festejan como lo hacen sus compatriotas en Asia o sus vecinos en Av. Mitre. Y recuerdan lo que sucedió con la última Copa América: “Como en Bangladesh no la transmitieron, pusimos un trípode con el teléfono frente a la pantalla e hicimos videollamada con nuestra familia de allá durante todo el torneo”, explicó Rasha

El padre, Alim Al Razi es el presidente de la Cámara de Comercio Argentina-Bangladesí y explica desde Estados Unidos, que “en total hay entre 120 y 150 bangladesíes en la Argentina. La mayoría se estableció en Buenos Aires, mientras que en Mar del Plata vive una familia, y alrededor de cuatro están instaladas en Santiago del Estero”. En Buenos Aires no existe un consulado del país.

“Fueron 200 años que los ingleses nos chuparon la sangre. Cuando ustedes tuvieron la Guerra de Malvinas, sentimos la misma sensación, el mismo dolor”, explicó Ruma. 

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