Se hizo desear la vuelta del fútbol y pese a ser un día laboral en un horario complicado, los hinchas de Independiente llegaron en buen número al Estadio, y se repartieron entre el aliento por una nueva temporada a los cantos contra la Comisión Directiva.
El Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini se fue llenando de a poco, pero incluso comenzado el partido ante Arsenal seguía entrando gente. Comprensible: día laboral, 19:15 horas y las clásicas complicaciones en el tránsito y el Puente Pueyrredón causaron demoras en el arribo al Estadio.
Sin embargo, el clima era festivo. Una nueva temporada siempre ilusiona, más allá de los nombres, del plantel, de la actualidad institucional. El recibimiento al equipo fue con muchos aplausos, lo mismo que la recepción al nuevo entrenador, Eduardo Domínguez. Estaba el júbilo habitual de todo comienzo, la ilusión del hincha en todo su esplendor.
Aún así, no pasaron más de dos minutos de juego que bajaron los primeros insultos para "la Comisión" e incluso el Presidente Hugo Moyano. El canto, masivo, se prolongó largo tiempo y fue desde los cuatro costados del Estadio.
Luego, el partido siguió su curso, hubo pelea, lucha, emoción pese a que el juego no acompañó en todo momento. El gol se vivió como un desahogo muy fuerte y los últimos instantes del partido, con Arsenal buscando el empate y el Rojo queriendo meter una contra para liquidar, se vivieron de pie en todas las gradas.
Tras el pitazo final de Rey Hilfer, nuevamente bajaron los reclamos desde las cabeceras y plateas hacia la dirigencia, mientras los jugadores festejaban la victoria en el medio del campo de juego.
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