0

En la noche en que el Estadio Libertadores de América añadió a su nombre el de Ricardo Enrique Bochini también hubo un partido de fútbol. La carroza se convirtió en calabaza y el Rojo volvió a ser el de cada fin de semana. Fue 1 a 1ante el Ciclón, con gol de Silvio Romero, que también malogró un penal.



Pasó el homenaje a Bochini, pasó la emoción, pasó el recuerdo de los ex jugadores que lo acompañaron, los goles en pantalla grande y las palabras de todos los que fueron parte de su carrera o lo admiraron desde afuera de la cancha. 

Y volvió el Independiente 2021, ese que vemos cada semana y ya no nos sorprende cuando juega mal, o muy mal, cuando no puede con un rival que llega en su peor momento, se queda con diez o tiene un penal a favor que no sabe aprovechar. 

Ese Independiente que vuelve a hacer figura a su arquero, que tiene en sus jugadores apatía y resignación, aún en una cita especial como la de este domingo. Con San Lorenzo penando en el fondo de la tabla, aunque ya sabemos cómo le fue a este Rojo con los colistas del torneo

Ni siquiera un golpe de efecto como haber anotado un gol al minuto del segundo tiempo pudo hacer que el equipo se ordene y busque la tranquilidad, asegurar la victoria, intentar golpear nuevamente a un rival que no mostraba nada. Hasta que llegó un penal, dudoso por parte del árbitro, que recurrió al juez de línea para cobrarlo, y un Ortigoza que no falla nunca que lo empató. 

No obstante, el Rojo se encontraría con otro premio de esos que no abundan: un penal a favor. También dudoso, porque Lucas González entró al área y pareció que le pegaron un tiro, y aunque lo agarraron de la camiseta, la sensación de que Trucco buscó compensar quedó en el aire. Fue Silvio Romero, se paró frente a la pelota (cuentan que se lo pidió a Velasco) y Torrico atajó su remate. Ni el tiro del final le sale a este equipo que se fue silbado por otra noche decepcionante.

Emiliano Penelas

Publicar un comentario