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Bajo el ardiente sol del verano, el plantel de Independiente entrenó este lunes, pero había levantado la concentración y amenaza con no trabajar el martes.



Son días calientes en Independiente, y no solo por los más de 30 grados que marca el termómetro en este diciembre. Luego de la derrota del último viernes ante Banfield, los cantos contra dirigentes y jugadores, y el exabrupto de Moyano a la salida del Estadio, el clima volvió a tensarse este lunes.

En principio, luego del encuentro ante el Taladro, el Rojo iba a seguir concentrado y entrenarse el fin de semana, pero tras el partido los futbolistas decidieron regresar a sus hogares y recomenzar la semana hoy, cuando el viernes es el último partido del año ante Newell's.

Las deudas, que fueron saldadas en parte la última semana, siguen pesando en el seno del plantel, que amenazó con no entrenar el martes si no se solucionaba el tema. Algunos dirigentes habrían dialogado con los referentes para poner paños fríos y que el conflicto se destrabe.

La práctica en sí incluyó trabajos físicos en el gimnasio, ejercicios tácticos y de definición. Gastón Togni y Carlos Benavidez entrenaron a la par de sus compañeros. Si hay acuerdo, el equipo volverá a entrenarse mañana desde las 17 en Villa Domínico, a puertas cerradas.

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