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Independiente cayó 1 a 0 en la altura y quedó eliminado de la Copa Sudamericana. El Rojo había hecho un buen primer tiempo, pero en el segundo se cuidó demasiado y lo embocaron. 


Dos partidos en uno, dos planteos distintos, un resultado que al término de la primera mitad no se sospechaba pero con el correr de la segunda se veía venir. Independiente quedó afuera de la Copa Sudamericana en una serie que debió definir con mayor holgura en Avellaneda y terminó pagando en los 2800 metros de Quito.

En el primer tiempo, pese a que Campaña ya se mostraba como figura del partido con su solidez, apoyado por Gastón Silva en la defensa, el Rojo mostraba más que el rival y ponía cierto peligro gracias a los arranques de Palacios, siempre exigente, pero muy solitario. En el debe, Francisco Pizzini y Cecilio Domínguez.

Justamente el paraguayo se iría apenas comenzado el segundo tiempo para el ingreso de Benítez. Cuando todo hacía suponer que el Rojo apostaría a la contra con la velocidad del misionero, Independiente no atacó. El planteo fue muy mezquino en esta mitad, la altura empezó a quedarse con las piernas y las cabezas, y los cambios no llegaban.

Hasta que los ecuatorianos se encontraron con el gol pasada la media hora, y había que salir a buscar el gol sin aire y sin ideas. Para colmo, sobre el final del partido se iría expulsado Figal para terminar de completar una noche negra. El Rey de Copas, eliminado de la Sudamericana.

Emiliano Penelas

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