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Sin sobrarle nada, pero con un vuem trabajo en el segundo tiempo, Independiente derrotó a Águilas Doradas por 2 a 0 y se metió en los octavos de final de la Copa Sudamericana. Silvio Romero y Cecilio Domínguez, los goles.





Pasó Independiente. No le sobró nada, jugó un muy mal primer tiempo y encontró los goles que le abrieron el camino en el segundo, ante un equipo chato, pobre, que ni aún en desventaja supo poner en riesgo la clasificación Roja a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Los primeros 45 minutos fueron muy pobres, con apenas un par de remates al arco del Rojo, por intermedio de Pablo Pérez y Martín Benítez. Muchos corners, mucha tenencia pero poca presencia en el área de Águilas Doradas, que sólo especulaba con el paso del tiempo, y eso parecía conformarlo porque el empate le servía para seguir en camino.

En la segunda parte Independiente se encontró con los goles. Primero a los 2 minutos con Silvio Romero, muy resistido por la gente, mostrando nuevamente un estado físico lejos del ideal para el puesto que ocupa, pero definiendo con categoría ante la salida del arquero rival. El 1 a 0 debá obligar a salir de su zona de confort a la visita, pero ni aún así demostró nada.

Cecilio Domínguez liquidó el pleito a los 15' y ya nada quedaba por hacer. El equipo colombiano no tenía nada para revertir el juego e Independiente manejó a voluntad los minutos que quedaban hasta el final del partido. Ahora el Rojo jugará en octavos de final ante Universidad Católica de Ecuador.

Emiliano Penelas

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