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Un Pelado imperdible. Dice que comparte el paladar del hincha rojo, que trabaja como nunca, que podía haber peleado este título y que seguro irá por el próximo.

La imagen de la pantalla de su celular es una foto de su nieta Tiziana. “Es un asco cómo la malcrío y lo baboso que soy con ella. Con mi mujer le damos todo. Hago lo que no hice con mis hijos, je”. El Ramón abuelo es otro Ramón. Ahí es donde deja de lado la exigencia que muestra cuando dirige o las frases picantes que tira cuando habla con los periodistas, por ejemplo con Olé . La cita es en el vestuario de Domínico. Avisa que tiene cinco minutos (“Esto es dinámico como el fútbol, eh”) pero en la charla se prende y dura casi una hora más.

-Antes de agarrar, ¿veías a Independiente?
-Sí, claro. Yo veía todo, todos los días.

-¿Y por qué decidiste asumir entonces?
-Por el desafío. A mí me encantan estos desafíos porque sé que podemos cambiar la historia.

-¿Parecido a tu primer paso en San Lorenzo?
-Totalmente. Si un equipo vienen ganando, no te van a llamar. Si te ofrecen agarrar es para que demuestres lo que podés hacer en las malas. Como diciéndote: “esto es lo que tenés, a ver qué hacés”.

-¿Y qué te llevó a animarte a pesar del mal momento del equipo?
-Que vimos el material que había. Este es un gran equipo y un gran club. Tiene jugadores increíbles... Y creo que de a poco se está viendo nuestro trabajo.

-¿Sentís que te va a costar entrar en la gente?
-¡La gente de Independiente ya me ama! Así me lo demuestra permanentemente. El hincha de Independiente es muy exigente. Está lo del famoso paladar negro. Y es maravilloso. Me gusta que exijan que el equipo juegue bien porque yo quiero lo mismo. Lo que le pido al hincha es que apoye a estos jugadores y que tenga paciencia, porque la gente quiere todo ya.

-¿Y vos no querés que el equipo ya juegue como vos pretendés?
-Falta poco para eso. Algunas cositas igual ya se están viendo ahora.

-¿Y qué querés vos?
-¡Que juegue siempre al ataque! No me gusta esperar a ver qué pasa. Eso no es para mí.

-¿Sentís que se te ve más como un técnico motivador que trabajador?
-Nunca en mi vida laburé tanto como en estos últimos años. Vos podés motivar mucho a un jugador, le podés decir que es el mejor, pero si no está bien preparado no alcanza.

-¿Sos de hablar más con los juveniles que con los grandes?
-Pasa que los grandes tienen más experiencia. Con poco que les digas se acomodan porque son inteligentes. A los jóvenes hay que estarles más encima.

-¿Los pibes de ahora son menos profesionales?
-Creo que no. Por ahí algunos pueden equivocarse, pero con los muchachos que están acá me tengo que sacar el sombrero. Son muy profesionales todos y eso me gusta. Acá hay mucha competencia interna. Si no estás bien, te ponemos bien. Pero si no rendís, es un problema tuyo.

-Acá te encontraste con un plantel con muchos problemas físicos.
-No me guío por lo que pasó antes. Si agarrás un equipo tenés que trabajar y mejorarlo. Y el nivel de todos ha levantado. Por eso confío mucho en el futuro. En este plantel están las puertas abiertas para todos. Ellos ya lo saben.

-Si el torneo arrancaba cuando asumiste, estarías cerca de Boca...
-Sí. Si agarraba antes, le peleaba el campeonato a Boca. Olvidate. Tenemos jugadores para jugar bien.

-¿Cómo analizás el nivel de este torneo?
-Es muy competitivo. Muchísimo. Y hay una gran presión, de la gente, del periodismo...

-¿Por qué criticaste lo que dijo Teo Gutiérrez sobre Boca?
-Lo que digo es que hay momentos y formas a la hora de opinar. Tenés que fijarte cómo juega tu equipo antes de hablar.

-¿Y vos podés hablar?
-Claro que sí. Boca tiene un entrenador muy capaz. Trabaja mucho, puso bien a Riquelme... Es el candidato pero el campeonato está muy abierto.

-¿Pero no notás que los perseguidores son bastante irregulares?
-Son momentos durante el torneo que siempre suceden. Vélez ganó tres partidos seguidos y va a pelear. A Boca le cuesta ganar de local y va a empezar a sentir la presión de los que vienen atrás. Tiene algunos lesionados. Colón le planteará un partido difícil.

-¿Para qué está Independiente en estas ocho fechas finales?
-Ojalá ganemos todo.

-Pero más allá de tus ganas , ¿la idea es terminar con una buena campaña y el torneo que viene apuntarle al título?
-Claro. En este torneo queremos sumar lo máximo posible. Veo, por cómo está respondiendo el equipo, que podemos hacer muchos puntos.

-¿No te preocupa el promedio? Sobre todo por la psicosis que hay tras el descenso de River.
-No. ¿La Promoción? No pensamos en eso. Nosotros tenemos que apuntar con todo al próximo campeonato. Acá el objetivo es salir campeón. La mentalidad nuestra es ganadora y eso le estamos transmitiendo a los muchachos.

-¿Extrañás a River en Primera?
-Sí, pero en un año los vamos a volver a enfrentar.

-Y en el próximo campeonato vas a poder enfrentar a Boca.
-Sí. Fue una lástima que asumimos después del partido con Boca. Me gustan esos clásicos. Son lindos para jugar. Aparte sé cómo se juegan esos partidos.

-Pese a la rivalidad, los de Boca te tratan bien.
-Sí. ¿Por qué no? Me respetan porque yo los respeto a ellos.

-¿De ahí a dirigirlo?
-Eso no. Por respeto.

-Decías de pelear el próximo campeonato, ¿qué refuerzos vas a traer?
-Saben que aún no hablé con el presidente de eso.

-Atrás estás bien...
-Y en el medio también.

-El tema es arriba.
-(Piensa) Por ese lado. Igual quiero darles confianza a mis delanteros. Que tengan su chance. También habrá que ver las ofertas que haya por alguno de los nuestros. Si van a regalar a alguno, lo compro yo, je.

-Con la situación económica del club, ¿qué pasa si no te pueden traer los jugadores que querés?
-Van a venir. Todo se puede. Hay buenos jugadores que quizá no están haciendo una buena campaña en sus clubes pero tienen categoría. No todo pasa por el dinero. Muchos jugadores quieren venir acá.

-¿Vos creés?
-Seguro. Mi convencimiento puede lograr que muchos quieran venir a pesar del tema del dinero.

-¿Cómo quiénes?
-No lo voy a decir ahora (risas). Yo los voy a convencer.

"No me bajo de la Selección... Si voy a dirigir hasta los 70..."
Elige al Ramón técnico por sobre el Ramón jugador. Y dice que es joven y le quedan años para tener su chance.

-¿A qué hora te levantás para ir a la práctica?
-A las 6.30 para estar a las 8 en Domínico. Vivo lejos pero el camino es súper cómodo. Estoy en Nordelta y es mucho más directo que cuando tenía que ir a San Lorenzo. Tardo menos.

-¿Y qué hacés en el club desde tan temprano?
-Planifico todo el trabajo con mi cuerpo técnico. Desayuno en el vestuario.

-¿Leés los diarios?
-No. Si ya sé lo que van a escribir, je... En realidad, cuando llego me alcanzan Olé y otros diarios.

-Hablás poco con los periodistas. Uno de tus maestros, Menotti, solía charlar más...
-Qué tipo inteligente el Flaco... Es un fenómeno y lo quiero mucho. Me enteré de que dejó el pucho. Era hora. Hace años debería haberlo largado.

-Justamente Menotti dice que los técnicos más exitosos son los que logran mejorar a un futbolista. ¿Coincidís?
-Seguro. ¡Tiene razón! Si no lográs que un jugador mejore en lo físico, en lo fútbolistico y en lo mental, no sirve. Ahí es donde está el poder de convencimiento del entrenador.

-¿Vos sentís que ya te despegaste del rótulo de que sólo podías dirigir equipos con figuras?
-La gente quiere que siempre demuestres más. Nunca alcanza lo que hacés. Pero es cierto que también quería demostrarme a mí mismo que podía. Yo en San Lorenzo, después de River, tuve que demostrar que tengo poder de convencimiento para que un jugador juegue bien y un equipo sea ganador.

-¿Creés que el Ramón que estuvo en San Lorenzo aprendió?
-Yo no tengo nada que aprender, je.

-¿Seguro?
-Naaa... Siempre tengo para aprender. Pero no se olviden que estoy en el fútbol desde los 9 años. Es lo único que sé hacer.

-¿Te preocupás mucho por saber del rival?
-Quizás antes lo hacía más que ahora. Cuando estaba en River, no digo que lo inventamos nosotros, pero mandábamos espías a ver a los rivales. Teníamos gente en todos lados y sabíamos todo. Pero hoy se ve todo por TV y ya no es tan difícil. Hoy conocés muy bien a los jugadores contrarios, a los técnicos...

-¿Esta etapa te agarra en tu mejor momento?
-Tengo más experiencia y eso me ayuda a descubrir algunos defectos para mejorar, por ejemplo. Es una ventaja enorme. Me gustaría mejorar otras cosas, extrafutbolísticas también.

-¿Cómo qué?
-El marketing del club. Independiente es un club dormido, pero con un potencial enorme. Es una marca registrada que podés venderla bien. Pero para eso hay que moverse. A mí me gusta hacer funcionar lo que no funciona. Me gusta llegar a un club y dejar mi sello, mi estilo.

-¿Y la Selección? ¿Ya pasó tu momento?
-¡Para nada! Yo no pierdo la expectativa. Cómo me voy a bajar de la Selección si pienso dirigir hasta los 70 años. Soy muy joven y tengo muchas ganas. Recién tengo 51, bah, 52, je...

-¿Con tu curriculum ya te alcanza o necesitás ganar algo con el Rojo?
-No sé. Hay entrenadores que quizá les tocó dirigir la Selección sin grandes éxitos previos... Hoy pienso en Independiente pero no descarto la chance.

-¿Con cuál te quedás? ¿Con el Ramón Díaz jugador o el técnico?
-Con el técnico. Me gusta más. Como jugador uno es más egoísta. Yo jugaba bien, hacía un gol y me iba a mi casa. Ser entrenador es otra cosa. Me encanta dirigir, estar en la parte organizativa, tratar de cambiar de afuera las cosas que adentro se hacen mal. Dirigiendo soy feliz.

“Mi hijo no es buchón”
A Ramón le molestó que tildaran así a Emiliano: “Los que dijeron eso es porque no lo conocen”.

-¿Cómo lo ves a Emiliano en su nuevo rol de ayudante de campo tuyo?
-Muy bien. Tiene unas ganas, un entusiasmo... Se lleva muy bien con los jugadores. ¿Qué padre no haría cualquier cosa por su hijo? Ojo, tiene capacidad, eh.

-¿Llevar a tus hijos a San Lorenzo fue un error?
-No, son momentos. No puedo mirar permanentemente sobre los errores. Ya es pasado eso.

-Es joven, ¿ayuda para estar cerca y a la moda con los jugadores?
-Claro que sí. Igual tenemos una muy buena conexión y relación. Compartimos muchas cosas. El es muy respetuoso y sabe que ahora tiene otra función. Estoy muy orgulloso de él, hasta me dio una nieta que disfruto.

-Antes, muchos lo tildaron de buchón tuyo.
-Me molestó. Los que dijeron eso no lo conocen. Como padre le enseñé a ser honesto, leal, que no tenga malos hábitos. Su rol ahora tiene otra responsabilidad y otra exigencia. Está trabajando muy bien.

Vicente Muglia, Debora D’amato y Beto Tisinovich
Diario Olé, lunes 24 de octubre de 2011

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