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Independiente empezó perdiendo desde el vestuario y tuvo que remarla en el clásico. Llegó al empate y mereció irse ganador al entretiempo, pero se dejó estar en el segundo y el 1-1 terminó siendo justo. Parra volvió al gol tras 862 minutos.

Nada hizo racing en la primera mitad para llevarse el gol que estaba consiguiendo desde el vestuario, producto de una distracción en la defensa del Rojo que supo aprovechar Hauche. Ramón, que había armado un planteo conservador para salir a aguantar, tuvo que modificar el esquema para ir un poco más arriba y salir a buscar el partido.

Le salieron bien las cosas porque Independiente se hizo dominador del mediocampo gracias a la presencia de Pellerano, no corrió riesgos en defensa porque Julián Velázquez sigue mostrando su jerarquía, y llegaba con peligro por los desbordes del Malevo Ferreyra. Estaba faltando la fuerza ofensiva, el Patito mostraba que no estaba en óptimas condiciones, Parra era muy resistido ante cada pelota que perdía y Nieva dejaba en claro que es un buen proyecto al que todavía le faltan partidos en Primera.

El Rojo hacía méritos y el empate llegó, como un grito de desahogo, por intermedio de Facundo Parra, que llevaba ¡862 minutos! sin convertir. Se gritó, y cómo, y se mantuvo la expectativa porque la sensación desde la tribuna era que se podía dar vuelta. Que racing no tomaba la pelota, que los encargados de crear en la academia no estaban funcionando y que con un poquito más Independiente conseguiría irse al vestuario ganador.

El premio extra no llegó y la sensación desde el comienzo del complemento, cuando Ramón Díaz inexplicablemente se hace echar por llegar tarde, era que se iba a tender a aguantar el resultado, sin salir a buscar más. Y así fue, se le entregó el campo a racing, se dejó de avanzar por los laterales, y el cansancio físico hizo el resto para terminar convenciéndonos que el punto tendía a ser el mejor negocio cuando Assmann empezaba a sacar algunas pelotas claves.

Sobre el final, quedó la sensación de que el partido era ganable si se apretaba un poco más en el primer tiempo y no se especulaba tanto en el segundo, por lo que en definitiva el empate se ajustó a la realidad de lo que se terminó viendo en la cancha.

Emiliano Penelas

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Anónimo dijo... 3 de octubre de 2011, 2:52 p.m.

Vamos Ramon, ahora hay que dar vuelta a los ECUATORIANOS y desp sacar 30 puntos !!