Independiente derrotó por 2 a 1 al Inter de Porto Alegre, en el partido de ida por la Recopa Sudamericana. El Rojo enfrentó a un rival difícil y deberá luchar en la vuelta. Maxi Velázquez y Marco Pérez, los goles. Debutó Milito como capitán. Tuzzio fue la figura.
A cancha llena, Independiente derrotó por 2 a 1 al Inter, en el primer partido por la Recopa, y si bien la victoria dejó contentos a los hinchas la ventaja conseguida no es garantía para ir a Brasil tranquilos, y se espera otro encuentro durísimo en la revancha.
Si bien el Rojo, empujado por su gente, era más que su rival, Leandro Damiao dejó mudos a los hinchas locales cuando pasada la media hora abrió el marcador ante la pasividad de la defensa local.
A partir de ahí Independiente se mostró falto de juego, Defederico no tomó las riendas del partido y Dalessandro se adueñó de la pelota, junto a la potencia de Tinga. Por suerte, el equipo de Antonio Mohamed pudo recomponerse pronto con el tanto de Maxi Velázquez, que llegó justo antes de que los nervios jugaran una mala pasada.
En la segunda parte el Inter durmió el partido en mitad de cancha y hasta tuvo un par de chances claras bajo el arco de Hilario Navarro, incluyendo un remate al palo de Tinga, siempre peligroso. Cuando la historia pintaba parda, Marco Pérez pateó un tiro libre, la pelota se desvió en la barrera y descolocó al arquero para dar vuelta el partido.
Un gol más le hubiera dado la tranquilidad necesaria al Rojo para ir hasta Porto Alegre más tranquilo, pero nunca es despreciable la ventaja, aunque se tomó con tranquilidad a la espera de lo que ocurra dentro de quince días.
Emiliano Penelas
A cancha llena, Independiente derrotó por 2 a 1 al Inter, en el primer partido por la Recopa, y si bien la victoria dejó contentos a los hinchas la ventaja conseguida no es garantía para ir a Brasil tranquilos, y se espera otro encuentro durísimo en la revancha.
Si bien el Rojo, empujado por su gente, era más que su rival, Leandro Damiao dejó mudos a los hinchas locales cuando pasada la media hora abrió el marcador ante la pasividad de la defensa local.
A partir de ahí Independiente se mostró falto de juego, Defederico no tomó las riendas del partido y Dalessandro se adueñó de la pelota, junto a la potencia de Tinga. Por suerte, el equipo de Antonio Mohamed pudo recomponerse pronto con el tanto de Maxi Velázquez, que llegó justo antes de que los nervios jugaran una mala pasada.
En la segunda parte el Inter durmió el partido en mitad de cancha y hasta tuvo un par de chances claras bajo el arco de Hilario Navarro, incluyendo un remate al palo de Tinga, siempre peligroso. Cuando la historia pintaba parda, Marco Pérez pateó un tiro libre, la pelota se desvió en la barrera y descolocó al arquero para dar vuelta el partido.
Un gol más le hubiera dado la tranquilidad necesaria al Rojo para ir hasta Porto Alegre más tranquilo, pero nunca es despreciable la ventaja, aunque se tomó con tranquilidad a la espera de lo que ocurra dentro de quince días.
Emiliano Penelas
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