Menos de un minuto le tomó al Rojo marcar su gol e ilusionarse con manejar el partido ante Godoy Cruz de otra manera. Iban apenas 40 segundos cuando Matías Defederico la tuvo desde afuera del área y le rompió el arco a Torrico para el 1 a 0.
Desde ese momento Godoy Cruz pareció reaccionar y gracias a Carlos Sánchez, Rubén Ramírez y Nicolás Olmedo se adueñó del mediocampo y el manejo del balón. Independiente dejó de atacar, y prácticamente no pasaba mitad de cancha. Pese a los gritos de Mohamed, el equipo tampoco lograba salir rápido de contra, como paracía la idea de DT.
Hasta que un gran centro del uruguayo ex Liverpool encontró la cabeza de Ramírez, y ante una mala salida de Hilario, anotó el empate que a esa altura ya era merecida para el Tomba. El Rojo acusó el golpe, y lo único que pudo atinar fue evitar que se lo dieran vuelta.
En el segundo tiempo, el partido se tornó mediocre, pero con el correr de los minutos ambos equipos se dieron cuenta de que el empate no les servía a ninguno y con más voluntad que fútbol se hizo de ida y vuelta.
Andrés Silvera, bajando casi como un enganche, colocó tres pelotas claves para poner mano a mano a sus compañeros, que fallaron en la definición. Defederico, Parra, Fredes y el Patito Rodríguez tuvieron en sus pies y cabezas chances claras de marcar la diferencia, mientras atrás Hilario se reinvindicó sacando tres pelotas claras de gol.
El final encontró cierta resignación entre los protagonistas. Los mendocinos siguen liderando el grupo, pero les quedan dos encuentros de visitante. El Rojo, último, deberá ganarle a la Liga en Avellaneda y luego lograr una victoria en el Centenario, ante Peñarol. Difícil.
Emiliano Penelas
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Y el mejor jugador de la cancha fué Carlos Sánchez, de la cantera de la cuchilla de Belvedere. Perdón Rojo!
La viene rompiendo seguido el pelado...
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