Todo Independiente, y cuando decimos todo hablamos de jugadores, cuerpo técnico, hinchas, dirigentes y periodistas partidarios, creo que cuando esta noche dejemos los zapatitos junto a la cama, o en el balcón, acompañaremos la cartita para los Reyes Magos con una sólo pedido: la octava Copa Libertadores de América.
El Rojo volverá a jugar el trofeo que más satisfacciones le dio luego de siete años, y para eso faltan apenas 19 días... Claro, primero deberá dejar en el camino al Deportivo Quito, peleando incluso en la altura, para ingresar a la fase de grupos donde ya de movida lo espera una zona brava: la Godoy Cruz de Mendoza, la Liga de Quito y Peñarol de Montevideo, para reeditar los viejos clásicos rioplatenses.
La ilusión está en marcha, y cuando el semestre pasado nadie daba nada por este plantel, sacó la mística copera que hizo grande a su historia internacional y alzó la 16º copa de su historia. Ahora volveremos a apelar a la misma mística en una competición mucho más dura, pero confiados en que volveremos a festejar. Al menos así se lo pediremos a Gaspar, Melchor y Baltasar.
Emiliano Penelas
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