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Independiente volvió a jugar muy mal en el primer tiempo y mereció irse goleado. En el segundo, River sobró el resultado y el Rojo casi lo empata, pero dejó una mala imagen y quedó casi sin chances en el Apertura. El jueves, a todo o nada por la Sudamericana.

El Rojo volvió a perder, y lo peor es que mostró un retroceso respecto a la leve mejoría exhibida ante Argentinos Juniors, sobre todo por lo hecho durante un primer tiempo en el que River, con más entusiasmo que fútbol, lo tuvo para golearlo.

Cuando el partido recién se estaba acomodando Independiente ya daba muestras de su debilidad defensiva, sobre todo por la banda derecha y el mediocampo. No llegábamos a los diez minutos cuando Funes Mori la tuvo solita en medio del área y como los goleadores no perdonó.

El local empezó a crecer y el Rojo no encontraba la pelota. Hasta que un milagro hizo que apareciera el famoso "gol de otro partido" cuando Mareque robó en el medio al juvenil Lanzani (reemplazante de Ortega) y le puso un pase bárbaro a Silvera, que frente a la salida de Carrizo definió cruzado. El milagro duró menos de un minuto, cuando Funes Mori, en posición dudosa, volvió a poner al Millonario en ventaja.

Desde ese momento todo fue para los de la banda, que llegaron al tercero luego de una gran jugada por derecha que remató Ferrari ante una floja respuesta de Gabbarini. El 3 a 1 era un baldazo previsible pero irrecuperable conforme a lo que estaba mostrando el equipo de Garnero en la cancha. Si River no aumentó la cuenta en esa etapa es porque reguló el juego y replegó un poco sus líneas, pero Independiente no supo ni pudo atacar.

En la segunda parte, con Almeyda como figura excluyente del partido, el Rojo sólo podía con el amor propio de Silvera (con qué poquito le alcanza para mostrar algo distinto) y de Mancuello, más las pinceladas interesantes que volvió a mostrar Nicolás Martínez.

Los de Cappa siguieron regulando y el Rojo apeló a los centros y pelotazos cruzados para generar algo de incertidumbre, que llegó recién sobre la hora, cuando Mancuello cabeceó en el área chica y en una jugada desafortunada la pelota rebotó en el palo y le dio en la cara a Carrizo, terminando dentro de la red. Quedaron dos minutos y un centro más, en el que fue hasta Gabbarini por la heroica. Lo desábamos, pero honestamente hubiera sido demasiado premio.

Con un punto sobre nueve disputados y muy poco fútbol exhibido, este Independiente parece alejarse cada vez más del Apertura y deberá empezar a concentrarse en el partido que el próximo jueves jugará contra Argentinos, por la Copa Sudamericana.

Emiliano Penelas

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Darilo dijo... 22 de agosto de 2010, 8:32 p.m.

Una derrota que deja mucha tela para cortar, esta semana se viene el análisis en Vanguardia Deportiva sobre la actualidad de Independiente.
Espero tu columna Emiliano, te mando un triste abrazo.

La Caldera del Diablo dijo... 22 de agosto de 2010, 9:06 p.m.

Un partido tristísimo... abrazo

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