Luego del puntazo en Santa Fe, con nueve hombres sobre el final del partido y aumentando la ventaja frente a los que vienen de abajo, el plantel y los hinchas encontramos varios motivos para ilusionarnos.
Independiente sacó un punto de oro en un reducto y ante un rival siempre difícil, como Colón en Santa Fe, demostrando una doble prueba de personalidad, temperamento y solidez, jugando más de 15 minutos con un hombre menos sobre el final de cada tiempo.
Para la anécdota quedará el gol del Bichi Fuertes, siempre eficaz ante el Rojo, que rompió el invicto de Adrián Gabbarini tras 471 minutos (superó la marca de Islas de 469, en 1991). Porque Independiente mostró nuevamente por qué es el equipo menos vencido en el torneo, con un Eduardo Tuzzio en gran nivel, Galeano que será difícil de reemplazar tras la expulsión, y por supuesto la figura de un arquero que ha dado sobradas muestras de su madurez, a pesar del corto tiempo en Primera División.
Está claro que aunque falta mucho, el Clausura va mostando que las chances del Rojo son muchas, y que no hay quien hubiera fantaseado siquiera que luego de 12 fechas estaríamos punteros a tres del segundo y seis del tercero, habiendo jugado con casi todos los inmediatos perseguidores.
El del sábado ante Arsenal será otra vez un partido clave que Independiente deberá afrontar con varias bajas (Gandín entre ellas) y el Tolo Gallego reacomodará nuevamente al equipo y el objetivo será volver a sumar de a tres como local. Y de a poco, sin tirar manteca al techo, la gente se da cuenta de que puede y tiene con qué ilusionarse.
Emiliano Penelas
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